“Estoy convencido de que una mayoría progresista se va a movilizar para que no haya un gobierno de ultras de PP y Vox”
Pedro Casares (Santander, 1983) afronta sus segundas elecciones generales como candidato del PSOE por Cantabria al Congreso de los Diputados. En la repetición electoral de noviembre de 2019 logró escaño, el único de su formación en esta comunidad. Ahora aspira a mejorar esos resultados. Resalta que su partido está “al alza” y apela también al votante regionalista, ya que el PRC de Miguel Ángel Revilla no se presenta este 23J, para frenar a la extrema derecha.
“Estoy convencido de que una mayoría progresista se va a movilizar para que no haya un gobierno de ultras del PP con Vox”, asegura, tras ensalzar la retahíla de medidas sociales que ha aprobado el Gobierno de España durante esta legislatura en unas circunstancias muy difíciles. Como experto y portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, Casares se muestra especialmente duro con la visión del PP sobre la situación de España: “El PP se ha quedado sin argumentos, huye de los datos económicos porque sabe que son muy buenos”, remarca.
¿Se respiran aires de remontada en el PSOE?
Creo que sí. Lo estamos viendo estos días y también lo dicen todas las encuestas. La tendencia del PSOE es al alza y la de PP y Vox a la baja. Se nota que muchísima gente progresista, que probablemente no fue a votar en las elecciones autonómicas y municipales, se ha dado cuenta de los peligros de no ir. Estoy seguro de que el 23 de julio tendremos una victoria del Partido Socialista que va a permitir que tengamos un gobierno de progreso para España.
¿Cómo valora la carrera televisiva de Pedro Sánchez en los últimos días para dar explicaciones y revertir esa tendencia que marcan las encuestas?
El presidente del Gobierno durante toda la legislatura se ha centrado en lo más importante, que era gestionar un país en unas condiciones muy complicadas, y los resultados económicos están ahí, mientras que en esta etapa final, en la que toca hacer balance, ha tenido tiempo para atender a muchos medios de comunicación en entrevistas de las que hemos visto que ha salido reforzado de todas ellas. Incluso en aquellas que no eran fáciles dejaba sin pregunta a los entrevistadores. Pedro ha conectado con el público, en un tono muy cercano, muy pegado a la realidad. Sabe muy bien lo que tenemos entre manos y la gente ha visto su mejor versión.
Frente a ello, el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, se niega a participar en debates, ¿a qué lo achaca?
El PP huye de los debates probablemente por dos motivos. En primer lugar, porque no tiene un programa de gobierno para España, no se puede gobernar un país diciendo que vas a derogar la reforma laboral, la subida de las pensiones y los avances que ha hecho el gobierno progresista, y en segundo lugar, porque no quiere contestar a preguntas que los ciudadanos quieren saber antes de las elecciones, como si va a pactar o no con Vox y si va a meter ministros de la ultraderecha en su gobierno, si va a anular la subida de las pensiones conforme al IPC, si va a bajar el Salario Mínimo Interprofesional… No quiere contestar a estas preguntas porque sabe que si los ciudadanos conocen la verdad no van a votar al Partido Popular.
¿Se está consiguiendo esta vez que el centro del debate político previo a las elecciones no sean ETA, los okupas o todo lo que engloba el marco trumpista que beneficia a la derecha y a la ultraderecha?
Hemos visto que ese es el marco de la derecha política, pero también de la derecha mediática y económica. No quieren que se hable de lo importante en unas elecciones, que es cómo mejorar la vida de la gente. No quieren que se hable de los buenos datos económicos, de que España es el país que más empleo crea, que más crece y que tiene la inflación más baja. Por primera vez, en esta campaña electoral están huyendo de los datos económicos porque saben que son muy buenos. Precisamente la presencia mediática del presidente del Gobierno y nuestro candidato estos días en los medios de comunicación está rompiendo esa tendencia y estamos volviendo a situar el debate en lo que importa a la gente, es decir, cómo vamos a hacer para mejorar sus vidas. En eso saben que el PSOE es un partido que aporta certezas, que durante cuatro años lo hemos hecho con medidas como el Ingreso Mínimo Vital, la subida del SMI, las becas para nuestros jóvenes, el refuerzo de los servicios públicos… Y el PP huye de todo eso y prefiere el trumpismo del que hablábamos, la política de hooligans y extremista, en lugar de hablar de los problemas de la gente.
Como portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, ¿qué opina de la visión catastrofista que hace el PP de la economía española?
Se ha quedado sin argumentos. Tenemos un PP que no tiene proyecto económico para España, no lo conocemos. Tampoco tiene personas que puedan liderarlo, no sabemos cuáles serían las caras que pongan voz a su política económica. El PP lleva mucho tiempo diciendo que la economía va mal y está estancada. El año pasado recuerdo que aseguraron que cuando terminara el verano entraríamos en recesión. Hoy España es el país que más crece de la Unión Europea. El último dato que conocemos de la variación interanual apunta a que está creciendo por encima del 4%, cuatro veces más que la media de la UE. Además, batimos récords de empleo con casi 21 millones de personas trabajando, no había pasado nunca en nuestra historia, y tenemos una inflación por debajo del 2%. Todo lo que pronosticaba el PP no se ha cumplido, sino que ha ocurrido todo lo contrario. Por tanto, es fundamental que el 23 de julio continuemos con la misma política económica, que es la que ha funcionado. Es tiempo de avanzar, no de parar las políticas económicas que funcionan como pretende el PP.
La movilización no es solo para parar a los que quieren que retrocedamos muchos años en nuestra democracia, es sobre todo para avanzar y tener más derechos
Una pandemia mundial, una erupción de un volcán, una guerra en suelo europeo con consecuencias en los precios de la energía y las materias primas… ¿cree que la sociedad valora lo suficiente la dificultad que ha supuesto esta legislatura para el Gobierno de coalición?
Creo que sí. Todos los ciudadanos lo hemos vivido en primera persona. Las consecuencias de la pandemia y de la guerra fueron muy duras. Primero tuvimos que quedarnos en casa y se suspendieron todas las actividades que no fueran esenciales. Mucha gente sabe de lo duro que fue, pero también lo acertado de la política económica del Gobierno. Entonces pusimos en marcha una red de protección sin precedentes. Financiamos los ERTE para que millones de personas en nuestro país pudieran seguir cobrando su salario a pesar de no poder acudir a trabajar. Pusimos en marcha por primera vez una prestación por cese de actividad para los autónomos de la que se beneficiaron 1,5 millones, así como la mayor red de financiación pública para el tejido empresarial de la historia, 140.000 millones de euros a través de los ICO para mantener la capacidad financiera de nuestras empresas. Ahora, con la guerra de Ucrania, hemos visto la tremenda subida de los precios de la cesta de la compra y de los recibos de la luz y del gas. La gente sabe que hemos tomado medidas muy valientes, como la excepción ibérica, que han permitido reducir esas facturas de luz y gas, o la bajada del IVA de los recibos básicos o la gratuidad del transporte de cercanías en Cantabria y en un 50% en ayuntamientos como el de Santander. La situación sigue siendo complicada. A pesar de la política económica de este Gobierno, es cierto que para muchas familias está siendo difícil. Por eso es tan importante la política que estamos haciendo. Cuando llegamos al Gobierno, el SMI era de 735 euros, ahora es de 1.080 en 14 pagas, lo hemos subido un 47%. Por eso también hemos actualizado las pensiones con el IPC, para que nuestros mayores tuvieran garantizado, a pesar de la subida de los precios, el poder adquisitivo o creamos el Ingreso Mínimo Vital. La situación es difícil pero la gente sabe que tenemos un Gobierno de España que ha tomado medidas en las peores circunstancias de nuestra historia.
¿Precisamente esas dificultades de mucha gente para sufragar las necesidades básicas pueden ser causa de cierto descontento y una posible fuga de votos en la izquierda?
La situación económica repercute en el estado de ánimo de la gente. Por eso me parece muy importante que el PSOE siga tomando medidas. Estos días anunciábamos otra. Muchos de los lectores de esta entrevista estarán sufriendo la subida de su hipoteca, todos aquellos que la tengan referenciada al Euribor con un variable. De ahí que proponemos poder reducir las hipotecas y alargar el tiempo de la amortización de los préstamos en siete años para rentas de hasta 37.000 euros. Tenemos que seguir ayudando a las familias. Esta medida va a suponer un ahorro en las hipotecas de 3.600 euros al año, una media de 300 euros al mes. No será la única que tomemos, tenemos que seguir empujando la subida de los sueldos porque hemos visto cómo los márgenes empresariales han vuelto a situaciones previas de la pandemia. Estamos acompañando a los agentes sociales, a sindicatos y empresarios, a que se pongan de acuerdo en subir los sueldos a los trabajadores. La gente tiene que saber que el PSOE va a seguir trabajando en mejorar las condiciones de vida de la gente. El momento que atravesamos es muy complicado, somos conscientes de las dificultades de mucha gente, de que la economía en términos agregados va bien, pero que por el camino hay muchos datos de familias que lo están pasando mal. Ahí es donde tenemos que poner el esfuerzo en los próximos meses.
Decía antes que el PP no quiere hablar de economía ni de propuestas. Lo cierto es que ha propuesto derogar la ley de vivienda que pone límites a los alquileres, el impuesto a las grandes fortunas o la excepción ibérica, que topa el precio del gas. ¿No resulta paradójico aspirar a ganar unas elecciones con medidas que, en teoría, deberían ser del todo impopulares?
No sabemos cuáles son las propuestas propias del PP, pero sí lo que quieren derogar, que ya es una declaración de intenciones en toda regla. Con el PP se pondría fin a ese tope del 2% en los alquileres del que tanta gente, especialmente joven, se ve beneficiada. También ha abierto la puerta a no subir las pensiones con el IPC, es decir, a recortarlas. Lo mismo ocurre con el SMI. Por tanto, estamos el 23 de julio ante un momento en el que podemos seguir avanzando o empezar una etapa de retrocesos y de involuciones. Por eso es tan importante que todos los progresistas nos movilicemos ese día. Además, ya empezamos a ver lo que el PP quiere hacer en comunidades autónomas y ayuntamientos. Cuando habla de bajar todos los impuestos acto seguido eso conlleva recortes en todos los servicios públicos. Estamos ante la oportunidad de pararlo. Ese es el esfuerzo que tenemos que hacer para convencer a la mayoría progresista de que no se quede en casa y de que hay que ir a votar.
PP y Vox aseguran querer gobernar para “derogar el ‘sanchismo’”. ¿Qué hay detrás de este término que han acuñado la derecha y la ultraderecha?
Si se produjera sería la mayor etapa de recortes y retrocesos que vamos a vivir en democracia. Cuando hablan de derogar el sanchismo lo que quieren es derogar la política que ha hecho el PSOE, que ha beneficiado a los trabajadores de este país, con una reforma laboral que ha reducido la temporalidad y la precariedad, y que hoy permite que tengamos más de tres millones de puestos de trabajo indefinidos que antes de ella o que podamos seguir creando empleo como nunca y que hoy tengamos más de dos millones de puestos de trabajo que cuando gobernaba el PP. Detrás de derogar el sanchismo se esconde que quieren, y no lo disimulan, poner fin a la subida del SMI. Es más, Vox dice que hay que quitarlo, que cada uno pague lo que quiera. Sería la ley de la selva y afectaría a los trabajadores que tienen peores condiciones de trabajo. Derogar el sanchismo implicaría que las pensiones ya no suban de acuerdo al IPC o que nuestros estudiantes no tengan la mayor partida de becas de la historia. Derogar el sanchismo es poner fin a toda la política social que este gobierno ha puesto en marcha o dar marcha atrás en leyes tan importantes como la del cambio climático, la de vivienda, la de eutanasia, la de los derechos de la infancia… En definitiva, todas las políticas que hacen avanzar a este país. Por eso es tan importante parar a los ultras que quieren frenarlas.
Hay quien asegura que la extrema derecha ya no moviliza el voto progresista…
Yo creo que la gente de este país es mayoritariamente tolerante, abierta, que quiere avanzar, que quiere seguir progresando y que no quiere un gobierno de ultras. No creo que la mayoría de este país niegue la violencia machista como hacen los ultras de Vox ni que pongan en duda el cambio climático o los derechos de las personas LGTBI. Por tanto, la mayoría se va a movilizar para que esta gente no llegue al gobierno, para que no haya un gobierno de ultras del PP y Vox. Estoy convencido de ello. La movilización no es solo para parar a los que quieren que retrocedamos muchos años en nuestra democracia, es sobre todo para avanzar y tener más derechos. La suma de los dos factores, seguir construyendo una mejor España y parar a los que quieren que retrocedamos, va a ser lo que nos va a permitir tener una mayoría progresista el 23 de julio.
¿Qué le diría a quien piensa que Feijóo no pactará con Vox si lo necesita y no meterá a la extrema derecha al Consejo de Ministros?
No hay duda sobre eso. El propio Feijóo ha dicho que lo normal sería contar con Vox y que haya ministros de Vox en el Gobierno de España. Y si alguien todavía tiene dudas de la palabra de Feijóo, porque cada día dice una cosa diferente, lo estamos viendo en muchas comunidades y ayuntamientos. PP y Vox gobiernan juntos en la Comunidad Valenciana, también, y a pesar de haber perdido las elecciones, en Extremadura. Y en muchos ayuntamientos en los que ganó el PSOE. Y lo estamos viendo aquí en Cantabria, en Santa Cruz de Bezana, donde lo primero que hacen cuando llegan al gobierno es censurar la cultura, retirar películas y la bandera LGTBI, la de las libertades de todos, del Ayuntamiento. No hay duda de que si tienen una mínima oportunidad de gobernar lo van a hacer y vamos a tener un gobierno con ultras de la mano del PP.
¿Cundió el desánimo en Ferraz tras los resultados del 28M?
En Ferraz fuimos muy conscientes del resultado electoral, es cierto que no es tan malo como el que algunos han querido ver, de hecho solo retrocedimos un punto con respecto a las anteriores elecciones municipales y autonómicas. Pero es cierto que, como consecuencia de los pactos y las aritméticas electorales, perdimos mucho poder institucional. Ante esas circunstancias, lo más honesto que ha hecho un presidente del gobierno es devolver la palabra a los ciudadanos y que sean ellos los que decidan cuál será el rumbo de nuestro país para los próximos cuatro años. Lo hicimos con la bandera de la responsabilidad en un contexto en el que España tiene grandes desafíos.
Hay quien define el adelanto electoral como un golpe de efecto de Pedro Sánchez propio de su ‘Manual de Resistencia’ y quien considera que es un todo o nada en una maniobra a la desesperada.
Estoy convencido de que si no hubiese adelantado las elecciones, hoy la derecha estaría criticándole por aferrarse al sillón a toda costa. Ahora le critican por adelantarlas en verano. Tomase el escenario que tomase, la crítica estaba garantizada. Lo que hemos hecho es lo responsable.
¿Cree que la abstención será tan alta como podría esperarse en unas elecciones en esta época?
Creo que va a haber mucha participación. Los ciudadanos son conscientes de la importancia del momento en el que estamos. Lo estamos viendo también con el voto por correo, que está aumentando significativamente. La participación va a ser mucho mayor que en mayo. Estoy convencido de que si la mayoría progresista que hay en España va a votar tendremos un gobierno de progreso para los próximos cuatro años. Prefiero dedicar un minuto un día de mi vida cada cuatro años en ir a votar que lamentarme cuatro años. Y de eso se trata, de que hagamos un esfuerzo el 23 de julio, que nos manifestemos yendo a votar para no tener que manifestarnos durante cuatro años por todos los recortes que van a venir de un hipotético gobierno del PP con Vox.
El CIS da dos diputados al PSOE en Cantabria. Actualmente cuenta con uno, el suyo, tras las elecciones de noviembre de 2019, ¿ve factible mejorar esos resultados en el contexto en el que estamos?
El PSOE puede mejorar mucho en Cantabria, esa es nuestra expectativa. Lo dicen las encuestas. Estamos al alza. Además, hay un factor muy importante a tener en cuenta. Y es que no se presenta el PRC, y estoy convencido de que la mayoría de sus votantes van a votar al PSOE. ¿Por qué? Porque el votante regionalista no quiere un gobierno con Vox, ni sus dirigentes lo quieren. Por eso se han abstenido en Cantabria, para que no haya un gobierno de PP con Vox facilitando la investidura del PP en solitario. Ese mismo argumento vale para España. Si no queremos un gobierno del PP con Vox hay que votar al PSOE. Y un segundo argumento sería que Vox es un partido que no cree en la autonomía de Cantabria y, por tanto, que quiere dar marcha atrás en todo lo que hemos conseguido durante estos años y recentralizar todas las competencias que tan bien ha gestionado la comunidad autónoma. Por tanto, apelo también al votante regionalista para que paremos a aquellos que quieren destruir la autonomía de Cantabria, que no permitamos que los ultras atenten contra lo que hemos construido entre todos. Además, en cuanto a la gestión, hay que decir que el Gobierno de Pedro Sánchez le ha venido bien a Cantabria. Lo hemos visto estos años. Hemos cumplido con todos los compromisos porque eran los compromisos del PSOE. En estas elecciones nos presentamos con los deberes hechos: hemos pagado la deuda de Valdecilla, hemos financiado el Museo de Prehistoria (MUPAC), el Llano de la Pasiega, están en marcha las obras del Desfiladero de la Hermida y están en licitación, adjudicación y construcción todos los tramos para la llegada de la Alta Velocidad. Todas las infraestructuras y proyectos pendientes ya son una realidad con el PSOE. Hemos cumplido con Cantabria.
La nueva presidenta de Cantabria, en su discurso de toma de posesión, aseguró que esperaba que tras el 23J haya un Gobierno “más atento y comprometido con Cantabria”, ¿es eso posible?
Solo es posible con el PSOE. María José Sáenz de Buruaga y el PP ya no engañan a nadie. Recuerdo cuando el PP gobernaba en España, con Rajoy, en Cantabria y en Santander. Todas las administraciones eran del PP. Aquellos fueron los peores años para Cantabria. Ninguno de los grandes proyectos que tenía el Estado con Cantabria avanzó. Solo es posible que avancen con el PSOE, y no son palabras, son hechos. El ejemplo más simbólico es Valdecilla. Con el PP no se pagaba la deuda y ni siquiera a veces se incluía en los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno de Cantabria tuvo que recurrir el pago y lo ganó en los Tribunales. Cuando llegamos nosotros, lo primero que hicimos fue meter la partida de Valdecilla y lo hemos hecho así en todos. En estos últimos hemos incluido la última cuantía que quedaba pendiente de 33 millones de euros. Ese es el ejemplo más claro de lo que significa que gobierne el PP o el PSOE en Madrid.
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