Las llamadas de intermediación lingüística se dispararon en 2016 por los refugiados
En Castilla-La Mancha existe un programa de intermediación lingüística, un servicio pensado específicamente para ayudar a las personas inmigrantes y evitar las dificultades que puedan surgir a la hora de acudir a la Red de Servicios Sociales. El recurso está disponible desde el 2006 para garantizar la comunicación entre la población migrante y las entidades sociales. Es una interpretación vía móvil, a través de un biauricular que permite a a los dos hablantes comunicarse con la ayuda de un enlace no presencial. Están disponibles más de medio centenar de idiomas.
A lo largo de 2016, los idiomas que más se solicitaron fueron el árabe, el búlgaro y el rumano y las intermediaciones llegaron a lo largo del año pasado a las 568. En los primeros meses de este 2017, sólo se han hecho 46. El director general de Acción Social y Cooperación, Ramón Lara, señala que el servicio se 'prestó' a las entidades que comenzaron a gestionar la llegada de los refugiados a la región, ya que las líneas están disponibles de manera normal para Atención Primaria. Esto ocurrió mientras se gestionaban los servicios, que ahora paga el Gobierno de España. “Fue una excepción necesaria”.
Y es que la inmigración ya no es parte de las “principales acciones” que lleva a cabo la Dirección General, especialmente en comparación con años anteriores cuando se debía gestionar una cantidad “muy importante” de recursos para las personas inmigrantes. En los últimos años, explica Lara, han ido desapareciendo los servicios de atención y mediación cultural, así como todos los centros de Atención a Personas Inmigrantes. “Quitando situaciones puntuales como temporeros en determinadas localidades, ahora mismo no tenemos mucha demanda en este sentido”, asegura.
Por eso, afirma que la situación de inmigración se ha “estabilizado” en cuanto a los servicios prestados. Esto tiene que ver también con que hay menos población inmigrante, tanto en España como en Castilla-La Mancha. “Esto es un hecho y un dato que está ahí, evidentemente podemos ver menos que en los añosde antes de la crisis, 2008-2009”.
Otro de los servicios que se ofrecen a través de la Consejería son los informes de esfuerzo de integración, que confeccionan los trabajadores sociales, que no son obligatorios pero permiten dar una idea de cuál es la situación en la que se encuentran los inmigrantes, desde el ámbito de lo social. “Así podemos explicar cuál es la situación de la familia”, señala Lara.
En el año 2016 se llevaron a cabo sólo 29 informes, y a lo largo de este año, entre enero y mayo específicamente, sólo se han rellenado 18 informes. El Director General insiste en que es obligatorio y que suelen ser a propuesta de los servicios sociales de la zona. Por países, se pueden encontrar documentos de ciudadanos de Marruecos, Nigeria, Senegal, Colombia, Honduras, Bolivia, Ecuaador, Cuba y Argelia.