Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

En esta residencia los familiares sí pueden ver a sus mayores: la desescalada a través de un cristal

Caseta exterior para visitas instalada en la residencia de personas mayores de Granátula de Calatrava

Alicia Avilés Pozo

0

No hay ningún proceso de desescalada en los centros socio-sanitarios y residencias de personas mayores, públicos o privados, de España. La pandemia de coronavirus ha puesto al colectivo de mayor edad que se encuentra en estos centros en una situación de aislamiento y cuarentena nunca vista tras la aparición de los primeros casos y contagios. Desde entonces, los familiares de estos ancianos y ancianas no pueden visitarlos donde hay casos positivos o residentes aislados.

La situación no ha cambiado con la llegada del desconfinamiento, salvo por la orden ministerial del pasado 16 de mayo, que deja en manos de las comunidades autónomas permitir las visitas de un familiar a viviendas tuteladas y a centros residenciales de personas con discapacidad, siempre que no haya casos confirmados de COVID-19 y que se cumplan las medidas de higiene y prevención establecidas.

La consejera de Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Aurelia Sánchez, explica que hay situaciones excepcionales de visitas, como cuando se prevé que una persona está en el final de sus días y también cuando haya “descompensación neurológica”, pero siempre con los condicionantes de que no haya prueba PCR positiva.

Precisamente, esta comunidad autónoma ha sido una de las más afectadas por la pandemia, sobre todo por el alto nivel de envejecimiento de su población. Y la imposibilidad de comunicarse con los familiares ha llevado a un ayuntamiento de esta región a adoptar una medida que luego se ha exportado a otras regiones. En Granátula de Calatrava, un pueblo de la provincia de Ciudad Real de unos 700 habitantes, la Residencia de Mayores Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca, de gestión privada y con una veintena de plazas, cuenta desde hace días con una caseta exterior, en forma de locutorio, para que algunos familiares puedan ver y hablar con los y las residentes.

El alcalde, Félix Herrera, cuenta que la idea surgió un día que en que el equipo municipal estaba desinfectando las dependencias del centro socio-sanitario. Pensaron que por su estructura se podía realizar una caseta exterior muy sencilla para que los residentes pudieran recibir visitas como en un locutorio. La idea recibió el visto bueno de la dirección de la residencia y el Ayuntamiento se hizo cargo de instalar la caseta en el exterior con paneles ‘sandwich’. De esta forma, a través de un cristal y la habilitación de otro espacio interior y dos teléfonos para hablar, la cercanía ya es posible.

La caseta se instaló antes de que la provincia de Ciudad Real pasara a fase 0 de desconfinamiento. Hasta que no entró en este proceso y comenzaron los paseos no pudo haber ningún acercamiento por parte de los familiares de residentes de la localidad. Además, tampoco podían salir de sus habitaciones los residentes con positivo de coronavirus hasta que no dieran negativo. Así, hasta que no coincidió el paso a la fase 0 no hubo visitas. Ahora, con la provincia en fase 1, ya pueden acudir también familiares y amigos del resto de la provincia.

Son maridos, esposas, hermanos, nietos, nietas y amigos que deben pedir cita a la residencia ya que esta iniciativa, explica el alcalde, requiere de bastante tiempo entre visita y visita, porque tanto la caseta exterior como el espacio habilitado en el interior tienen que ser desinfectados. “Tenemos que garantizar la seguridad y por eso no podríamos tener todas las visitas que quisiéramos, pero poco a poco se va consiguiendo”. Tres o cuatro visitas al día que “devuelven la vida” a muchos residentes.

“Con lo que he visto ya ha merecido la pena”

El alcalde ha estado presente en varias de las visitas. Remarca que la emoción entre personas que han estado tanto tiempo sin verse “no se puede ni describir con palabras”. “Con lo que he visto ya ha merecido la pena, por todo ese sentimiento. La enfermedad está matando a mucha gente pero también hay otros que se están muriendo de soledad, y les va a afectar mucho mentalmente, sobre todo los que han estado en una habitación solos y sin tener a tu familia cerca. Poder hablar y verse no tiene precio”.

El Gobierno castellanomanchego, preguntado en varias ocasiones sobre esta situación en las residencias de la región, siempre ha dicho compartir el dolor de estos mayores. “Sabemos que hay personas que lo están pasando realmente mal y estamos trabajando para que las cosas se hagan de la mejor manera posible”, destaca la consejera de Bienestar Social.

Una de las medidas que el Ejecutivo regional ha puesto en marcha para intentar devolver la normalidad a los centros socio-sanitarios es el refuerzo de la inspección, mediante un plan especial que durará varios meses y que comprende chequear la realidad de estos centros. “Estamos viendo que hay una respuesta desigual en el cumplimiento de todos los requerimientos, y en muchas ocasiones tiene que ver con la propia arquitectura y diseño de las residencias. Tendremos en cuenta todo ello para adaptar el modelo residencial avanzado”.

Etiquetas
stats