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Adiós a la casta valenciana

David G. Marcos, participante de Podemos en el País Valenciano.

La sociedad valenciana ha sido la principal víctima de una forma de gobierno basada en la corrupción y el amiguismo. Ya son muchos años de expolio a la ciudadanía, demasiado tiempo de impunidad. La casta valenciana ha vivido por encima de nuestras posibilidades y se ha ganado a pulso el descrédito absoluto que ahora padece. El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cuatro años de cárcel para Carlos Fabra por diversos delitos fiscales. El caso del expresidente de la Diputación de Castellón es paradigmático, reflejando el carácter -casi dinástico y del todo cleptócrata- de la política valenciana. Mientras tanto, la ciudadanía está cansada de aguantar caraduras que se han metido en política “para forrarse”. Los datos del CIS convierten a la casta política en uno de los principales problemas de la situación actual.

Entre la desesperación y el hartazgo, Podemos ha conseguido señalar a los culpables de la crisis. Ha sido capaz de ponerles nombres y apellidos, al tiempo que demostraba otra forma de hacer política frente a quienes dicen que no hay alternativas, frente a quienes empeñan sus esfuerzos en aferrarse a sus lugares de poder. Limitación de sueldos para combatir la opulencia irresponsable de nuestros actuales representantes, revocación de cargos para evitar el incumplimiento sistemático de las promesas electorales, auditoría ciudadana de la deuda para saber adónde ha ido a parar el dinero de los valencianos, etc. Estas propuestas forman parte del sentido común de una mayoría social y, con el objetivo de transformarla en mayoría política, Podemos busca ser el primer espacio de confluencia para el cambio en este país.

¿Es posible acabar con el gobierno del Partido Popular en la Generalitat Valenciana? Lo que antes era política ficción, ahora parece a nuestro alcance después de que el terremoto electoral del pasado 25 de mayo azotara fuertemente las posiciones del panorama político valenciano. El tablero dibujado por las encuestas pondría en jaque al PP después de más de 20 años de gobierno incontestable. Las reacciones de sus principales dirigentes no se han hecho esperar. Alberto Fabra, González Pons o Rita Barberá ya se han sumado a la estrategia estatal de persecución mediática. Su nerviosismo crece a medida que avanzan los procesos de protagonismo popular y ciudadano. En esta senda, Podemos celebra el próximo sábado un encuentro abierto a la ciudadanía para debatir sobre las alternativas de gobierno en el territorio valenciano. Con el foco situado ya sobre las elecciones municipales y autonómicas de 2015, la “Trobada Ciutadana” se presenta como un espacio de participación para seguir construyendo herramientas útiles en la recuperación de la soberanía popular.

Todavía quedan muchos interrogantes por despejar en la política valenciana cuando las perspectivas de cambio están más abiertas que nunca. Podemos tiene claro que a solas no podrá. Para echar a la casta necesitaremos a una sociedad civil organizada, necesitaremos confluir para frenar los recortes, para oponernos a pagar la deuda que generaron aquellos que nos han conducido a esta dramática situación. Sabemos quiénes son pero no queremos “que se jodan”, sólo queremos que se vayan.

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