Casado niega ser machista y critica “la victimización de las mujeres por el hecho de serlo” en la cena ‘Mujeres Populares’ de Elche
El candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Popular, Pablo Casado, volvió en la noche de este viernes a Elche, localidad donde se casó y nació uno de sus dos hijos. Acompañado por su mujer, la ilicitana Isabel Torres, entró pasadas las 21,30 horas al recinto del Huerto del Cura para presidir la cena ‘Mujeres Populares’, un encuentro que el PP local de manera tradicional reúne a sus simpatizantes al módico precio de 32 euros el cubierto.
La expectación era alta, de hecho hubo medio centenar de mujeres que no cupieron en una sala donde, recordó Casado, él contrajo matrimonio. Escoltado por el candidato a la alcaldía de Elche y su amigo personal Pablo Ruz, quien hizo de maestro de ceremonias, el máximo responsable del PP intervino después de que lo hiciera la aspirante a presidir el Consell Isabel Bonig, en cuyo discurso volvió a mentar a Margaret Tatcher como referente absoluto. Entre los presentes no faltaron el líder provincial Pepe Císcar y el presidente de la Diputación de Alicante César Sánchez.
Con gritos de “presidente, presidente” lanzados por unas 600 mujeres cuya media de edad no bajaba de los 60 años, Pablo Casado subió al pequeño escenario para referirse a las históricas manifestaciones que se acababan de suceder en toda España en favor de la igualdad. A este respecto rechazó que la desigualdad sea tan acuciante como plantea un sector de la sociedad. “Yo no quiero ese cuanto peor mejor de la izquierda, pintar un país en blanco y negro en el que todo va mal, en el que hay que salir a la calle porque supuestamente las mujeres están absolutamente subyugadas por un patriarcado y por un colonialismo”.
“Tengo muchos defectos, pero machista no es uno de ellos”, prosiguió en alusión a las críticas que le habían llegado por la mañana en Castellón. Allí al menos había atendido a la prensa, en Elche no tocaba. A continuación reconoció y lamentó la violencia género, pero extendió su reflexión más allá y afirmó: “no podemos pretender la victimización de las mujeres por el hecho de serlo y la criminalización de los hombres por el hecho de serlo, lo que debemos hacer es proteger a las mujeres con legislación penal”. Para ello volvió a reclamar “penas severas para que los asesinos no vuelvan a salir de la cárcel”, o en otras palabras, “prisión permanente revisable”.
Sobre la brecha salarial concluyó que “ahora se habla mucho pero de forma incompleta porque la brecha no es contra las mujeres, sino contra las madres”. En su opinión, “los hombres y las mujeres tienen prácticamente el mismo sueldo, sin embargo los padres y las madres tienen una brecha salarial del 20%”. Cuando la mujer se convierte en madre “o va a serlo, se dispara esa brecha salarial”. ¿Los motivos? “A veces hay empleadores que incumplen la ley y otras veces porque las mujeres se cogen las reducciones de jornada, las jornadas partidas y por eso cobran menos en un puesto de trabajo”. Y todo pese a que el PP cuando gobernó “bajamos la brecha un 5%”.
¿La solución? “El teletrabajo”, respondió. “No puede ser que salgamos a las 10 de la noche. ”Somos los que hemos apostado por las bolsas de horas, los permisos de paternidad que creamos en 2004 y podremos reducir la brecha salarial“, concluyó. La cena estaba servida.