Secció de cultura de l'edició valenciana d'elDiario.es.
Sala Russafa y Arden presentan ‘La gran cena’, su nueva comedia musical para estas navidades
La lotería, los turrones, las compras desenfrenadas y las luces de Vigo que se avistan desde Valencia. Por esos signos y por el estreno anual de Sala Russafa y Arden, puede afirmarse sin miedo que entramos en periodo navideño. Desde hace 14 años, el teatro de Ruzafa celebra las fiestas con el público, con espectáculos escritos y dirigidos por Chema Cardeña. Comedias ácidas y delirantes, donde el humor negro y la crítica social sirven para echar un vistazo a la realidad, a la historia y al presente.
Esta temporada presentan La gran cena, con una función extraordinaria a precio de lanzamiento el 17 de diciembre y estreno oficial el 18 de diciembre. Un espectáculo que permanecerá en cartel hasta el 25 de enero y que traslada al público a 1943 para invitarle al ágape con el que quieren despedir el año tres de los líderes del fascismo internacional más destacados del momento. El Comandantísimo Fango y su señora María Concha son los anfitriones en el Palacio del Páramo de Mandrilia, la capital de Vandalia. Acuden a su llamada el Canciller de Teutonia, Gandolfo Hider y su amante Helga Bron. También el Mariscal de Etruria, Bruno Montalvini y su esposa, Bianca Pettani.
Los seis, con sus nacionalismos propios bien interiorizados, van a conocer de primera mano la costumbre patria de despedir el año tomando las uvas al compás de las campanadas de medianoche. Pero antes ya habrán volado los cuchillos mientras desfilan los platos de un menú con muy poco consenso entre los comensales porque, ¿qué va a pensar el vegetariano Hider de la sopa de criadillas?
Sirve la mesa el acongojado mayordomo Gervasio, mientras piensa en su esposa, obligada a trabajar en un convento por sus ideas políticas. Y ameniza la velada un músico que aspira a pulmón tendido los aromas de manjares con los que solo podría soñar cuando pica piedra en el campo de trabajo Albanera.
Comedias con un sello propio
La nueva coproducción de Arden y Sala Russafa sigue la estela de éxitos como la saga de Los Cuentos Políticos – en la que se enmarcan Alicia en Wonderland, Regreso a NuncaJamás o Buscando al Mago de Oz, entre otras -, Mi querida tonta España o El día de San Judas. En opinión de Cardeña, su autor y director, aunque cada espectáculo tiene sus características específicas y hay una evolución desde las primeras a las últimas propuestas, en estos 14 años de programación navideña se puede observar “un carácter propio, un sello que la gente reconoce y que busca en estas fechas”.
Desde el teatro señalan cómo se ha convertido para muchos en una tradición acudir en estas fechas a Sala Russafa. Junto a su público habitual, se reencuentran con espectadores y espectadoras que vienen cada temporada, muchas veces en familia. “Las navidades son una época festiva, la gente quiere pasarlo bien y reírse hasta de lo más serio cuando llega el momento de hacer balance del año”, explica Cardeña, convencido de que la comedia puede ser una herramienta valiosísima para hacer crítica social.
“En La gran cena, estamos haciendo una parodia del fascismo clásico, pero también del contemporáneo. Los personajes están inspirados en figuras históricas que todo el mundo va a reconocer. Y, al mismo tiempo, van a detectar mensajes, actitudes que empiezan a proliferar ya sin ningún pudor. Se están normalizando cosas que deberían de hacer saltar las alertas porque todos sabemos cómo acabó el auge de este tipo de ideologías en el siglo XX”, comenta el dramaturgo y director.
Inspirados por grandes genios de la comedia, como Chaplin con El gran dictador o Ernest Lubitsch con Ser o no Ser, Arden y Sala Russafa creen que, riendo a mandíbula batiente, el público abre también la mente. “Planteamos una distopía del pasado, si eso es posible. Una hipótesis sobre cómo podría haber sido ese final de año del 43. Pero esa cena de celebración, seguramente, no se diferencia demasiado de lo que ocurre hoy día, entre bambalinas, en ciertos encuentros internacionales de alto nivel”, apunta con humor Cardeña, convencido de que la política actual ofrece esperpentos mucho más increíbles que la trama de esta comedia.
Vuelve la música en vivo
La inclusión del pianista y cantante Gilberto Aubán en el reparto de este año permite la vuelta de la música en vivo a la comedia navideña de Sala Russafa y Arden. Tanto el suyo, como el resto de los personajes de esta farsa, se lanzan a interpretar versiones de canciones populares del momento, los años 40, junto a algunos éxitos contemporáneos. Desde Cheek to Cheek a El Relicario, pasando por Shania Twain o Camela, los números musicales se van entrelazando con la trama, aportando dobles sentidos y remarcando la comicidad de una velada donde el contraste cultural, la competición patriota y la parodia crece al ritmo que aumenta la ebriedad de los comensales del banquete, interpretados por Darío Torrent, Raquel Ortells, Jaime Vicedo, Rosa López, Vicent Pastor y Iolanda Muñoz. Completa el elenco el propio Cardeña, encarnando al mayordomo que sirve la mesa mientras se dirige al público, comentando las situaciones desternillantes que contrastan con las proyecciones audiovisuales, con imágenes históricas que anclan a la realidad los desvaríos de los personajes.
Porque La gran cena invita a la reflexión desde la comedia y el tono festivo, pero sin olvidar el papel de estímulo al espíritu crítico con el que Sala Russafa y Arden conciben las artes escénicas, usando el sarcasmo y humor negro para despertar la carcajada incluso frente al lado más oscuro del ser humano.
Como cada año, se han previsto representaciones el día de Navidad y de Reyes, así como una función especial en Nochevieja, con campanadas, cotillón y cameos especiales. Una oportunidad para aligerar la digestión del telediario y de los atracones a base de risas.
Sobre este blog
Secció de cultura de l'edició valenciana d'elDiario.es.
0