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La Generalitat Valenciana rectifica y se abre a exponer el mural inédito de Josep Renau tras el desinterés inicial por la obra

Javier Parra durante el proceso de elaboración del mural inédito de Josep Renau.

Lucas Marco

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Tras la tormenta en redes sociales, llega la resaca. El mural inédito de Josep Renau (Valencia, 1907 - Berlín Este, 1982), ejecutado póstumamente por el dirigente comunista Javier Parra con autorización de la fundación pública que vela por el legado del artista, partirá después del verano a centros culturales de primer nivel en Madrid y Barcelona ante el inicial desinterés de las instituciones valencianas tanteadas. La Generalitat Valenciana, ante el revuelo cultural, ha movido ficha.

La intención de Parra, secretario general del Partido Comunista del País Valenciano (PCPV), era ceder gratuitamente el enorme mural a alguna institución para que se pudiera exhibir en la ciudad natal de Renau. Sin embargo, tal como informó elDiario.es, ninguna institución tanteada mostró demasiado interés. Así, el autor del mural póstumo optó por contactar con instituciones culturales de Madrid y Barcelona, que rápidamente se interesaron por la obra. 

El dirigente comunista contó en un hilo viral de Twitter su intento de endosar el mural a las instituciones valencianas. Tras la publicación de la información, la artista Marta Hofmann, principal discípula de Renau, dijo en Facebook haberse quedado “con la boca abierta”. El autor de la pieza póstuma también se encontró con un inesperado aliado. El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, criticó que la Corporación gobernada por Joan Ribó no contestara al artista e incluso se fotografió con una de las piezas del mural. Fuentes municipales alegaban que la edil de Cultura, Glòria Tello, no había recibido una solicitud formal.

Javier Parra, en un reportaje de la televisión autonómica À Punt tras la publicación de la información en este diario, lamentaba que “ocho meses después” no había recibido “ninguna respuesta, ninguna contestación a ningún correo electrónico, ninguna llamada”. En contraste con el desinterés de las instituciones valencianas, en Madrid y Barcelona “respondieron con bastante rapidez, en apenas 24 horas”, señalaba el autor en la cadena pública.

En una pieza informativa posterior de À Punt, la consellera de Educación y Cultura, Raquel Tamarit, aseguraba que “formalmente” no había recibido propuesta alguna del autor. Sin embargo, Javier Parra le ha recordado en Twitter que el pasado 16 de mayo envió un correo electrónico a la titular del departamento de Cultura con la propuesta y un dossier adjunto.

Tamarit, con deportividad, enseguida se ha disculpado con el autor: “Acabo de comprobar que así es y te pido públicamente disculpas”. La consellera ha explicado que en aquellas fechas recién aterrizaba como consellera en sustitución de Vicent Marzà: “Fue una semana movidita y se me pasó”, ha agregado.

La titular de Cultura ha asegurado que contactará “esta misma semana” con Parra, que ha agradecido la respuesta. La Generalitat Valenciana se abre así a estudiar la posibilidad de exponer la obra (encargada a Renau por las autoridades de la República Democrática de Alemania en 1969 y posteriormente rechazada) en la ciudad natal del artista.

Se trata del mural titulado El futuro trabajador del comunismo, de 32 metros cuadrados y ejecutado póstumamente por Javier Parra con autorización de la Fundación Josep Renau. El secretario general del PCPV investigó la documentación sobre el mural para el máster de diseño e ilustración que cursaba en la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València y, posteriormente (siguiendo al milímetro el detallado diseño original) materializó la obra en un taller de la Ciudad Fallera, sin subvención alguna y por puro amor al arte.

Además, se da la circunstancia de que el autor de la pieza póstuma de Renau es el secretario general del PCPV, partido formalmente integrado, a través de Esquerra Unida del País Valencià, en Unides Podem, una de las tres patas del Gobierno autonómico del Pacte del Botànic junto con el PSPV-PSOE y Compromís, pero que mantiene una perspectiva crítica con la deriva de la formación. Así, el ortodoxo Javier Parra va por libre política y artísticamente. El dirigente comunista, además de motivos ideológicos, también explicaba el desinterés inicial de las instituciones valencianas por una suerte de falta de padrinazgo en el mundo del arte contemporáneo.

La obra póstuma se enmarca en la reivindicación del legado del artista, custodiado en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), que recientemente expuso una muestra sobre la producción de Renau durante su largo exilio en México y en la Alemania comunista. Además, el Ayuntamiento de Valencia ha reeditado recientemente el libro Arte en peligro, 1936-39, la crónica de Josep Renau sobre la evacuación del tesoro artístico español de las bombas franquistas durante la Guerra Civil, del que el artista fue uno de los artífices.

Javier Parra, discípulo político y artístico de Renau, lamenta que la reivindicación del cartelista y muralista de referencia internacional se queda corta. Sin embargo, el dirigente comunista ha agradecido el “apoyo de un montón de gente del mundo de la cultura”. Parra, en declaraciones a este diario, celebra que la Generalitat Valenciana se abra a estudiar la posibilidad de exponer la pieza e incluso lanza una fecha: el próximo mes de octubre se cumplen cuatro décadas de la muerte de Josep Renau.

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