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Los gobiernos de Camps y Fabra pagaron la oficina comercial valenciana en Shanghai a través de un paraíso fiscal

Camps se lanzó a abrir oficinas comerciales por todo el mundo aunque fue Eduardo Zaplana el impulsor.

Sergi Pitarch

Valencia —

Eduardo Zaplana -ahora en prisión- las inventó y Francisco Camps las desarrolló hasta el extremo. Las embajadas valencianas para comercio impulsadas por el Institut Valencià de l'Exportació (Ivex), oficina similar a las del Icex de Estado, llegaron a numerosos puntos del mundo con la intención de convertirse en la puerta de entrada de los empresarios valencianos en esos países. Hasta llegaron a ser la avanzadilla del cantante Julio Iglesias cuando se convirtió en la imagen de la Comunitat Valenciana en el globo allá por el final de los años 90 del siglo pasado. Primero en México DF y posteriormente en Shanghai.

Y es precisamente la oficina de Shanghai la que el nuevo Gobierno valenciano de PSPV y Compromís, en concreto la Conselleria de Economía, la que ha “limpiado” de prácticas más que sospechosas. Según publicaba este miércoles el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV), el departamento que dirige Rafa Climent despidió en julio de 2017 a los dos directivos que ocupaban desde el año 1997 la oficina comercial valenciana -ahora gestionada por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace)- en la ciudad China.

La conselleria alega que los despidos se hicieron para cambiar el modelo de gestión de oficinas Ivex, al pasar de la intervención directa a la subcontratación de empresas y bufetes de abogados residentes en los países para dar soporte y cobertura a las empresas valencianas, como ya pasa por ejemplo en Colombia.

Pero había más razones. Como apuntó El Mundo en 2017 y han confirmado fuentes de Economía, los sueldos de los dos directivos despedidos -Ricardo Blázquez Martínez y Jenny Hsu- se abonaron a través del paraíso fiscal de Singapur. 53.380 euros el primero y 43.163 euros la mujer, ambos además pareja, con un gasto total superior a los 130.000 euros.

Tanto Blázquez -que tuvo que declarar como testigo en el caso Julio Iglesias- como Hsu cobraron durante los gobiernos de Camps y Alberto Fabra, seguramente también con Zaplana, a través del banco de Singapur Bank Julius Baer & Co LTD. ¿Por qué en Singapur si su empleo estaba en la República Popular China? Nunca lo explicaron ni nadie se lo preguntó. Singapur salió hace varios años de la lista de paraísos fiscales de España por el incremento de negocios -como la compra del València CF por parte del singapurense Peter Lim-, pero sigue siendo territorio off shore para muchos organismos internacionales como Oxfam Intermon.

Con Francisco Camps la Comunitat Valenciana llegó a tener oficinas en La Habana, Buenos Aires, Praga, Bucarest, Florida, Chicago, Istambul, Guangzhou, Bogotá, Nueva Delhi, México DF, Sao Pablo, Casablanca, Moscú, Dallas, Nueva York, Londres o Bruselas. Pero llegó la crisis y su sucesor Alberto Fabra fue cerrando la mayoría.

Con la entrada del gobierno de izquierdas se intentó recuperar el espacio perdido pero a través de fórmulas externalizadas con despachos de abogados o empresas especializadas a través de un concurso público. Shanghai fue de las que resistió hasta principios de 2017, cuando estalló el escándalo del paraíso fiscal y se decidió rescindir contratos.

¿Por qué aguantaron la crisis económica si cerrarse? Nadie lo sabe, pero estuvieron durante años percibiendo dinero público a través de un paraíso fiscal. Como el caso Ivex, en el que se investiga si Julio Iglesias cobró parte de su colaboración con la Generalitat de Zaplana en un territorio off shore.

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