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“Bajo un mismo paraguas tenemos que dar coherencia a diferentes espacios y disciplinas”

El director de Culturarts, Abel Guarinos

Laura Martínez / Adolf Beltran

Cimentado sobre Teatres de la Generalitat y otros organismos de gestión cultural, nació Culturarts de la mano del PP de Alberto Fabra en 2012. Era la época de las políticas de austeridad, que se cebaban en la cultura, y la víspera del cierre de RTVV. Este conglomerado debía organizar la programación de espectáculos artísticos y el fomento del conocimiento de los mismos por el territorio valenciano, pero se convirtió en un nido de enchufes, como han criticado desde el sector.

Con el cambio de Consell, este rompecabezas -se encarga de más de 9 espacios entre teatros, palacios de congresos y archivos audiovisuales…- trató de solventarse. El primer paso fue el nombramiento de un nuevo director elegido por concurso público. Con el proyecto tituladio El público es el protagonista, Abel Guarinos, exdirector de la Mostra Internacional de Mim de Sueca, fue el seleccionado.

Guarinos (Sueca, 1966) es una persona conocedora de la realidad de Culturarts. Además de la Mostra de Mim, dirigió desde 2009 el Circuit Teatral Valencià. Su proyecto, en línea con el del conseller Vicent Marzà, busca deshacer la maraña y disponer de un ente paraguas, un Institut Valencià de Cultura, que dote de coherencia toda la programación y capaz de crear sinergias entre los espacios, mientras hace frente a las trabas heredadas.

Actualmente Culturarts alberga a los últimos trabajadores de la extinta RTVV responsables de los servicios de documentación, ¿La creación de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació cambiará mucho la estructura?

En la conversión de Culturarts en Institut Valencià de Cultura (Ivac) estamos esperando una modificación de las ramas del organismo. En la configuración actual, manejamos 22 trabajadores que provienen de la extinta Canal 9. Ellos digitalizan todo el patrimonio audiovisual valenciano que ha albergado RTVV durante 24 años para que no se pierda. Todo lo grabado en betacam o lo digitalizas o se pierde. Están integrados en nuestra estructura como trabajadores en las instalaciones de Canal 9, que es donde está el material. Lo lógico es que cuando arranque la nueva corporación ese personal sirva a la nueva televisión. No tiene sentido que continúen con nosotros.

Esta organización pone de manifiesto lo que piensan muchos, incluso usted mismo, que el organismo se ha hecho de pedazos…

CulturArts se hizo cargo de las competencias de la Generalitat en artes escénicas, música, cine y audiovisual, conservación del patrimonio, restauración, artes plásticas, el archivo fílmico audiovisual, el Espai d'Art Contemporani de Castellón… Ahora trabajamos por que las competencias en restauración y conservación sean un ente dentro de la dirección general de Patrimonio para crear sinergias entre las instituciones de la Generalitat. Exactamente lo mismo que con los trabajadores de Canal 9 y el material audiovisual de la Generalitat.

¿Qué plantilla tiene Culturarts y qué espacios gestiona?

Hay 308 personas en unos 9 espacios de trabajo, con las singularidades de cada uno. Gestionamos el Teatro Principal de Valencia, el Rialto, el Principal de Castellón, el Auditorio de Castellón, el Palacio de Congresos de Peñíscola, el Espai d'Art Contemporani de Castellón, la Filmoteca, el Museo de Bellas Artes de Castellón, y el Teatro Romano de Sagunto cuando se celebra Sagunt a Escena…

La absorción de Castelló Cultural parece haberse convertido en un dolor de cabeza, además de haber aflorado un agujero de 2 millones de euros..

Sí. Ahora, además,nos reclaman 1’4 millones de euros por una reforma que en su día el ayuntamiento de Benicàssim pactó con la mercantil Proyecto Cultural de Castellón -que gestiona Castelló Cultural-. Se trata de Villa Elisa, que podría ser una casa de cultura o una casa de estudios adscrita a la Universitat Jaume I. El Ayuntamiento iba restaurando y la mercantil iba pagando en base a las certificaciones de obra. Como en 2013 se subrogó a Culturarts todo Castelló Cultural, nos reclaman ese millón de euros que nos tocará pagar en 2017.

¿El anterior préstamo de 2 millones de Castelló Cultural pendiente con el BBVA, se pagó a través del FLA finalmente?

No pudo ser. El vencimiento del pago era en mayo y el FLA se firmó a finales de junio. Lo asumimos desde el capítulo 2 de gastos corrientes de nuestro presupuesto. La Generalitat es conocedora de esa deuda asumida por el Institut Valencià de Cultura y a finales de año habrá un ajuste presupuestario para no quedarnos en números rojos.

El Consell y les Corts están preparando ahora los presupuestos generales para el próximo año, ¿Cuál será el presupuesto de CulturArts en 2017?

La Generalitat nos ha confirmado que tendremos 3 millones más que el año pasado. Aproximadamente 2 y medio proceden del Consell y el resto de un aumento de la recaudación por la captación de público, mecenazgos y patrocinios, fruto de una mejor programación. Tendremos un presupuesto total de 30 millones de euros que irá aumentando de forma progresiva durante la legislatura, en aplicación del Pacto del Botánico y del plan ‘Fes Cultura’.

Usted habla ya del Institut Valencià de Cultura y no de Culturarts. ¿Qué expectativas tiene con este organismo?

Hablo de Institut Valencià de Cultura por sanidad. Culturarts nos remite a un pasado reciente, donde se echó a 57 personas a la calle, la profesión tuvo el ninguneo más importante de los últimos tiempos y los recortes más importantes de un organismo público… No es una buena marca. Deberíamos tener y estamos trabajando en eso, un instituto que pueda empujar las diferentes ramas de la cultura que le son adscritas: artes escénicas, música y cultura popular valenciana, artes cinematográficas y audiovisuales… Sin olvidar que también damos cobertura al Espai d'Art Contemporani de Castellón y el Museo de Bellas Artes.

¿No sería más lógico que esos centros los gestionara el Consorci de Museus?

Sí, o quizás del IVAM. En un futuro algo más lejano podría ser un brazo del museo. A corto plazo, el objetivo es crear la unidad o ente autónomo de conservación y restauración adscrito a Patrimonio y resolver la cuestión televisiva cuando salga la nueva RTVV. Cualquier ciudadano tiene que entender que no se puede vertebrar un país sin medios de comunicación que abastezcan todo el territorio, de arriba a abajo, no que lo dividan por provincias o comarcas. La corporación valenciana es imprescindible.

Existía cierta percepción desde los sectores culturales de que había que desmontar Culturarts y ahora hay cierta decepción porque no se ha hecho. ¿Se ha superado esta fase?

Dinamitar Culturarts era una metáfora y una realidad. Se ha de dar coherencia a esa imposibilidad de trabajar con tantas áreas que no crean sinergias unas entre otras. No es que unas deban atenderse más que otras, pero sí aglutinar aquellas que puedan funcionar bien juntas. Las artes escénicas, los musicales, el audiovisual.. crean sinergias porque trabajan en los mismos espacios, contratan más o menos de la misma forma, a base de cachés y cánones, publicitan de la misma manera, se dirigen a los mismos tipos de públicos, a los grandes públicos… Se trata de dotarlo de sentido común. Que aglutine las parcelas coherentes. No es coherente tener un centro de restauración si lo que buscas es atraer al visitante. El visitante vendrá cuando la obra esté restaurada. Es coherente trabajar con la federació valenciana de dolçaina como cultura popular valenciana, tiene sentido en la dirección adjunta de música, pero otras cosas, como el patrimonio audiovisual de televisión es lógico que nutra la nueva televisión.

Esta búsqueda de la coherencia entra en la idea de dotar a cada área de personalidad propia, con el nombramiento de responsables…

Sí, pero estamos en el camino de la transversalidad en los espacios. Queremos que se complementen entre sí y se utilicen en común, pero sin que se solapen las programaciones. Aquí se ha dado la ocasión de celebrar en un mismo mes varios grandes festivales de cine, teatro o de mil cosas. Bajo un mismo paraguas tenemos que dar coherencia a diferentes espacios y disciplines. Cuando nos dirigimos al ciudadano a hacerle una propuesta artística no tiene por qué ser solo musical, dejando de lado otras. Comenzamos la temporada del Teatro Principal con grupos de música en valenciano para visibilizar el cambio, dado que no habían tenido posibilidad de actuar allí en 20 años, pero también para demostrar que un espacio teatral se puede programar con música en determinados momentos. A lo mejor una producción escénico-musical como la de Carles Santos no se puede hacer en el Palau de la Música por lo que sea, y tendría que estar en un espacio de teatro. Por eso las direcciones adjuntas han de ser más permeables, crear sinergias y pasarse cosas.

También ha insistido en la idea de la cultura como elemento vertebrador del territorio, en línea con su experiencia al frente del Circuit Teatral.. ¿Cómo casa en el nuevo Culturarts?

Es importante espaciar las obras a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana. Valencia y su área metropolitana son importantes por su cantidad de población, pero el resto de la población tiene el mismo derecho a acceder a la cultura.

La experiencia que coordiné hasta 2009 en el Circuit Teatral Valencià ahora la hemos abierto a otras artes, musicales y audiovisuales. Desde julio se han inscrito 11 ciudades más y hemos doblado la posibilidad de que a determinados núcleos de comarcas llegue teatro, danza, música y audiovisual valenciano. Ahora estamos en 56 ciudades y la idea es que en 2017 se incremente el número. Esto hace que se multipliquen los bolos de las compañías de teatro y danza, de los grupos de música, de las proyecciones de audiovisual valenciano… Este último ha estado muy subvencionado pero poco exhibido. Ha de crear marca, no solo hacer la películas y exhibirlas en festivales y quedarse ahí. Premios recientes como el Delfín de Oro al documental Un Arquitecto en Nueva York nos hacen estar esperanzados con que se pueden crear desde el audiovisual valenciano productos que interesen dentro y fuera.

¿Y cómo se incentiva la producción en lengua propia?

En el audiovisual, hay para las ayudas una puntuación que prioriza el guión valenciano. Por lo que respecta al circuito, en teatro, danza y circo, las ciudades que pertenecen al grupo A deben hacer 10 espectáculos, de los cuales 7 tienen que ser de producción valenciana y 1 de danza, sin marcar cuestión lingüística. Se pretende que el circuito sea democrático, en vertebración del territorio y en funcionamiento. No queremos que venga la conselleria y diga “esta es la norma y así se acata”. El circuito, en la reunión asamblearia de mayo, decidió por unanimidad, contando los votos de las ciudades castellanohablantes, que de los 5 conciertos anuales que necesarios para formar parte del circuito, hubiera uno mínimo en valenciano, del estilo que fuera. Lo importante no es la cifra, es que fue por unanimidad. Una propuesta de la institución que se decidió por los 60 programadores. Esto honra la integridad de los gestores, que miran más allá de su propio municipio.

¿A la cultura valenciana le hace falta que lleguen obras y producciones que no han llegado hasta ahora o que se produzca algo que no se produce?

Desde el punto de vista valenciano, la profesión va primero. Por eso tenemos fijado ese mínimo de producciones de compañías valencianas. Pero el ciudadano no tiene que estar constreñido a producción autárquica. Tiene derecho a tener un David Mamet protagonizado por José Sacristán, como la semana pasada. ¿Por qué hemos de privarnos de tener a Nuria Espert? Siempre que tenga coherencia con la programación e integre lo bueno de fuera y lo bueno de dentro, hay que buscarlo. El equilibrio es fundamental.

Respecto a las direcciones adjuntas del organismo, ¿qué plazos manejan para la elección y la convocatoria?

El 30 de septiembre el Consell aprobó la modificación del Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) de CulturArts, en el que dice que las direcciones adjuntas no tienen por qué estar ocupadas por personal de la casa. Ha sido un camino más farragoso de lo esperado. La semana que viene se aprobará la convocatoria y saldrá a principios de noviembre.

A mediados de noviembre estará la convocatoria y habrá 30 días para presentar el proyecto. Si no es el 31 de diciembre, será el 1 de enero cuando se incorporen.

Volviendo a Castelló Cultural y al personal, ¿cómo van a gestionar su absorción?

Estamos en pleno proceso. Ya hemos hecho alguna reunión con el comité de empresa, pero es un tema complejo. No había relación de puestos de trabajo y resulta que se mezcla personal que accedió a la administración pública mediante pruebas de selección y personal que se adscribe sin tenerlo. Hay una patata caliente que estamos intentando armonizar. Tenemos una reunión en unas semanas para tenerlo claro a principio de año. No es fácil pero queremos tener la foto fija para saber qué tenemos y de qué manera, qué cobra cada uno y en base a qué titulación académica.

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