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La propuesta del PP para que los mayores de 65 no paguen IRPF beneficia a un colectivo de altos ingresos

Mariano Rajoy juega al dominó en un bar de Olmedo (Valladolid)

Belén Carreño

El Partido Popular sigue con su política de aguinaldos electorales de cara a las elecciones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el jueves dos medidas nuevas que no estaban incluidas en el programa económico orientadas, en teoría, a mejorar el empleo juvenil y la prolongación de la vida laboral. Pero el alcance y la efectividad de estas medidas es muy diferente.

En el caso de la exención de pago de IRPF para el primer empleo, basta decir que los sueldos que corresponden a este tipo de contribuyentes suelen estar por su cuantía eximidos de hacer la declaración de la renta. Así que la propuesta de Rajoy beneficiaría a hipotéticos sueldos superiores a 22.000 euros anuales, lo que para un primer trabajo de un joven es un sueldo bastante elevado.

El mismo criterio se puede aplicar para los mayores de 65 años con un agravante. Hasta el año pasado había una reducción en el IRPF para “prolongación de la vida laboral” a la que se acogieron 51.538 contribuyentes. Se da la paradoja de que con su reforma fiscal el PP se cargó esta reducción, tal y como explica en este artículo Cinco Días. Los trabajadores mayores de 65 años fueron de los pocos colectivos perjudicados por esta reforma fiscal ahora vigente. Ahora el Ejecutivo propone deshacer este perjuicio con esta medida que cuesta a las arcas del Estado 139 millones de euros.

La estadística muestra cómo la mayoría de los trabajadores que se acogieron a esta reducción lo hicieron en el tramo de renta que va de 30.000 a 60.000 euros, aunque el mayor número de declaraciones de la renta que se hacen en España está comprendida en el tramo de entre 20.000 y 30.000 euros. Además una de cada cinco declaraciones que se presentaron para acogerse a esta reducción tenía una renta de entre 60.000 y más de 600.000 euros.

Es lógico que las declaraciones de la renta de trabajadores con muchos años de experiencia tengan una cuantía más elevada que la media. Pero también conviene recordar qué tipo de trabajadores están en condiciones de prolongar su vida laboral más allá de la edad legal de jubilación, que el año que viene estará en España en los 65 años y 4 meses. Las profesiones penosas tienen reconocidas deducciones para jubilarse antes, por lo que estos colectivos nunca podrían acogerse a estos beneficios. Pero es poco probable que otros trabajos duros que no tienen reconocida estas reducciones, como la hostelería o la construcción, prolonguen su vida laboral aunque medien incentivos económicos.

El número de cotizantes de más de 64 años que tiene registrado la Seguridad Social asciende a más de 145.000 este mismo mes de noviembre. Pero, el grueso son trabajadores por cuenta ajena. Aunque la Seguridad Social no desagrega por regímenes, la EPA esclarece que casi 90.000 son trabajadores por cuenta ajena, esto es, autónomos. Hasta ahora, las medidas para prolongación de la vida laboral no habían incluido a los autónomos ya que la reducción del IRPF se hacía para asalariados y no por actividades económicas. No está claro si el PP ampliará en este caso la exención a estos empresarios. Es obvio que eximir del pago del IRPF a un autónomo es una medida que genera incertidumbre en el control del fraude en determinados negocios.

Así las cosas, la medida beneficiaría a día de hoy a alrededor de 50.000 trabajadores asalariados de los que casi la mitad tiene una renta superior a los 30.000 euros. Cabe recordar que en la actualidad los trabajadores mayores ya están exentos de cotizar (ellos y sus empresas) por contingencias comunes (el grueso de la cotización que se lleva un 28,30% del salario bruto) aunque sí deben seguir abonando la parte correspondiente a la incapacidad temporal (un 2,75% del salario). Para acogerse a esta exención deben estar en uno de estos dos supuestos: 65 años de edad y 38 años y 6 meses de cotización o tener 67 años de edad y 37 años de cotización.

Además, también se plantean medidas para fomentar la compatibilidad del cobro de la pensión y el trabajo, una modalidad a la que el año pasado se acogieron 27.000 personas.

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