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Agaleus renuncia a su proyecto de gestión de residuos en Ortuella: “Es una lucha popular ganada en toda regla”

Protesta contra Agaleus en Ortuella

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
22 de julio de 2025 21:46 h

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El Ayuntamiento de Ortuella, gobernado por el PNV, ha comunicado al pueblo a través de sus redes sociales que el grupo Agaleus ha renunciado a su proyecto de planta de gestión de residuos en el municipio vizcaíno, planteado en 2022. Agaleus es el titular de las empresas Sader y Profersa de Bilbao, las últimas plantas potencialmente contaminantes del casco urbano de la ciudad y que generan grandes protestas sociales en la capital pero que también se han extendido a esta zona en los últimos años.

“Es una lucha popular ganada en toda regla”, se felicitan en conversación con este periódico desde la plataforma Ortuellan Sader Ez, la que ha capitaneado charlas, movilizaciones y otras actividades. El colectivo agrega que esperará a que la resolución de desestimiento firmada por el área de Medio Ambiente del Gobierno vasco sea firme para realizar una gran celebración popular en las calles.

Por el contrario, la compañía indica que “el desestimiento no tiene nada que ver con los vecinos”. Se ha desistido porque tienen un expediente de autorización ambiental abierto para el mismo proyecto en otra localidad, Zierbana, y que “cuenta ya con el visto bueno del ayuntamiento”. No tenía sentido tener los dos abiertos, apuntan.

Ha sido el Ayuntamiento el que, a través de sus redes sociales, ha lanzado la “esperada” noticia. Se trata de un documento en el que se recoge expresamente el “desistimiento” de Agaleus, a cuyo frente está Xabier Caño, a una autorización ambiental solicitada en 2022. “Agaleus ha desistido en el expediente de actividad para ejercer desde Ortuella. Este hecho confirma que, de manera definitiva, no se instalará en Ortuella”, insisten desde el Gobierno local.

Los planes iniciales pasaban por instalar una planta de reciclaje en la zona de La Barguilla que precisamente tenía que estar inaugurada en 2025. Se había publicitado como una inversión de 18 millones que iba a generar puestos de trabajo en la comarca y dentro de un plan de “economía circular” de una “empresa medioambiental”.

“Hay varios criterios necesarios para la actividad, y la parcela de La Barguilla los cumple todos, como la movilidad de nuestros trabajadores, porque está muy cerca de un apeadero de tren. También tiene superficie suficiente, 16.500 metros cuadrados, y una conexión directa con la autopista. No hay ni un kilómetro desde el punto de salida hasta la entrada a las instalaciones. Además, está la cercanía al cliente final, y un elemento fundamental, el colector que pasa por la parcela, conectado a la depuradora de Galindo. Nos da un elemento estratégico para las aguas del proceso que no son aprovechables”, justificaba Caño en una entrevista con el 'lobby' Aclima, del que es presidente.

Cuando se lanzó el proyecto, la reacción ciudadana no se hizo esperar en tanto que, con Sader y Profersa viendo la puerta de salida del casco urbano de Bilbao, habían emergido informaciones de que Ortuella iba a ser el destino de parte de los residuos peligrosos que ahora tiene como destino las instalaciones de la capital. Sader, por ejemplo, superó en 2022 y en 2023 el límite máximo establecido en su autorización ambiental para la recepción de residuos “peligrosos” en Bilbao, según datos adelantados por este periódico.

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