El Gobierno vasco agradece el balón de oxígeno para la automoción con el retraso de los plazos para reducir emisiones
El Gobierno vasco ha recibido como un balón de oxígeno la decisión de la Unión Europea de rebajar las exigencias de reducción de emisiones, conocida este lunes. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha considerado “importante”, “necesaria” e incluso “imprescindible” una moratoria para un territorio altamente industrializado y que tiene un motor económico en la automoción y en sus sectores auxiliares.
“Tenemos un sector industrial muy importante y [queremos] que siga siendo relevante a futuro. Creemos que esta noticia va en la buena dirección”, ha señalado Tapia en declaraciones a los medios de comunicación. La responsable vasca de las políticas industriales -pero también de las ambientales- ha señalado que la descarbonización en 2050 es impepinable -el Parlamento, de hecho, aprobó el pasado jueves un informe en tal sentido-, pero ha remarcado que eso no puede hacerse con menos tejido empresarial y empleo. “El 'green deal' son dos cosas, la descarbonización en 2050 y también mantener la industria y el empleo. Uno sin lo otro no es posible”, ha manifestado.
Tapia ha explicado que Euskadi se había alineado con otras regiones españolas y europeas -de diferentes colores políticos- para buscar una “flexibilización” para la automoción y ha remarcado que “era imposible para la industria cumplir los plazos” fijados previamente. Los hitos empezaban en 2025. Son posiciones compartidas por países de la UE fabricantes de automóviles. España, por el contrario, había primado las políticas ambientales a las industriales: Teresa Ribera siempre ha tenido más rango en el gabinete de Pedro Sánchez que los diferentes ministros de Industria.
Según Tapia, el nuevo calendario no satisface de lleno las peticiones del sector, pero sí le da más aire para continuar con inversiones para su electrificación. En el caso vasco, ha explicado que la principal empresa de la automoción y de toda la comunidad autónoma, Mercedes-Benz, ya encara planes en este sentido. Ha mencionado igualmente el proyecto Basquevolt para reducir la dependencia en lo tocante a la fabricación de celdas para baterías. Asimismo, aunque “no son la panacea”, ha pedido explorar fórmulas transitorias como los combustibles sintéticos o los biocombustibles ante la dificultad para electrificar de golpe el transporte por carretera.
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