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Euskadi lleva su actitud de “combate” ante el problema de vivienda a Burdeos en busca de ideas para mejorar las VPO

El consejero Denis Itxaso junto al promotor de una de las urbanizaciones de Burdeos.

Belén Ferreras

Burdeos —

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El consejero vasco de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso (PSE-EE), ha llevado lo que él llama “actitud de combate” frente al problema de la vivienda al otro lado de la frontera. Su primer viaje de carácter internacional ha fijado el foco en la localidad francesa de Burdeos, aunque antes también había viajado a Barcelona, por ejemplo. “Hemos venido a aprender y a contrastar cómo respondemos a la crisis de vivienda que estamos padeciendo”, ha señalado Itxaso.

No es casualidad la elección de esta localidad a la que se denomina la 'petit Paris'. Itxaso quiere aprovechar la experiencia de esta urbe en la transformación de antiguas infraestructuras militares, ferroviarias e industriales en zonas habitables, donde se levantan bloques de viviendas de pisos, lo que ahora se denomina vivienda colectiva por aquello de que los vecinos comparten espacio-, y además desde un punto de vista de una arquitectura que se preocupa y ocupa del bienestar de los habitantes del edificio.

El Gobierno vasco quiere copiar a Burdeos en el mejor sentido de la palabra, teniendo en cuenta que su departamento también está inmerso en la recuperación de espacios antes destinados a otros usos como puede ser los suelos de Auditz Akular, Cuarteles de Loiola o Playa de Vías en Donostia, Zorrotzaurre o Bolueta en Bilbao y Zabalgana en Vitoria.

El Gobierno vasco quiere impulsar la construcción de vivienda para responder a la gran demanda, que en el caso de la pública estará sólo destinada al alquiler. Pero no de cualquier forma, partiendo de la base de que una vivienda protegida no tiene por qué estar reñida con un diseño que permita un nuevo concepto de arquitectura, más amable, alejada del bloque compacto de viviendas a las que acostumbraba la vivienda protegida de antaño.

Y Burdeos, con un alcalde ecologista de origen vasco, Pierre Hurmic, es un ejemplo de cómo conseguirlo. Es la primera salida internacional de Itxaso, aunque también se desplazó a Barcelona. Pero no será la última, ya que el departamento tiene en su punto de mira otras propuestas “interesantes” que se están desarrollando en materia de vivienda, como por ejemplo Viena. Intenta recoger ideas para llevar a cabo los desarrollos que puede facilitar la puesta en marcha de la ley de medidas urgentes que el Parlamento Vasco, la reforma ómnibus planteada en primavera y que se aprobará previsiblemente el próximo 11 de diciembre sin que se hayan aceptado propuestas de la oposición.

En Burdeos los bloques de viviendas no han sido precisamente una de las opciones preferidas de sus habitantes, más proclives a unifamiliares. El precio de la vivienda al alza y la expansión de la ciudad en la margen derecha del río Garona ha llevado a los arquitectos a repensar la ordenación urbana y la estructura de las viviendas para hacerlas cada vez más atractivas y cómodas para los ciudadanos, aplicando fórmulas basadas en diseños innovadores, la proliferación de espacios abiertos comunes que favorece que los vecinos interactúen, o jardines comunitarios junto a bloques de viviendas con altura.

Es una cuestión, la de viviendas con altura, que extrapolada a Euskadi, que tiene un problema de escasez de suelo, muestra que “una buena arquitectura y unos espacios urbanos atractivos permiten desarrollar ámbitos residenciales densos , con edificios de hasta 14 alturas, sin renunciar a entornos tranquilos, verdes y dotados de espacios comunitarios y equipamientos como guarderías de bicicletas”, ha señalado Itxaso. El consejero ha visitado este viernes varios barrios de Burdeos donde hay “buenos ejemplos donde mirar y tratar de elevar la calidad arquitectónica de la vivienda colectiva en Euskadi”, intentando “aportar soluciones arquitectónicas innovadoras”. “En Euskadi existen auténticos territorios de oportunidad donde tenemos que acertar”, ha dicho en Francia.

La Residence Ekko  del arquitecto Duncan Lewis.

Ha visitado la Résidence Ekko, situada en el ecodistrito Bastide Niel, un ámbito desarrollado en antiguos terrenos ferroviarios y militares en la margen derecha del Garona. El edificio, obra del arquitecto británico afincado en Burdeos Duncan Lewis, combina un enfoque arquitectónico sostenible con elementos de vegetación integrados en la propia construcción y espacios comunes. Es un barrio en el que lo antiguo convive con lo nuevo, a veces sobre elementos superpuestos sobre los viejos edificios.

El arquitecto Duncan Lewis, padre de La Residence Ekko, que ha acompañado al consejero a la visita, ha subrayado que para él “ante todo, lo más importante es pensar en las personas”, y ha lamentado que durante demasiado tiempo se hayan creado lugares residenciales aislados del entorno. “Es un deber, no solo profesional sino humano, encontrar respuestas sobre cómo vivimos y cómo vivimos juntos, evitando repetir modelos de vivienda colectiva donde los espacios comunes se convertían en tierras de nadie”, ha manifestado.

Otro punto que puede ser de interés para la captación de ideas que puedan replicarse en Euskadi es el barrio el proyecto Volumes Capables, diseñado por el estudio A6A, donde las viviendas se conciben como volúmenes adaptables capaces de transformarse según las necesidades de quienes las habitan. Y la zona de Brazza, donde se ha desarrollado un conjunto de vivienda social firmado por Collectif Encore y David Pradel. Terrazas, amplios ventanales con vistas al parque ajardinado, donde se pone también en valor la “mixtura de rentas”, ya que alberga vivienda libre, social y de protección pública con una calidad arquitectónica homogénea, lo que contribuye a evitar procesos de segregación.

El consejero ha resaltado que la experiencia de Burdeos resulta especialmente “relevante para Euskadi, donde el suelo es más escaso, y es necesario buscar perfiles más altos y compatibilizar altura y densidad con espacios urbanos amables y usos mixtos. ”El poco suelo que tenemos nos cuesta mucho ponerlo a disposición de la vivienda“, entiende.

Itxaso ha recordado que la normativa vasca permite desplegar soluciones innovadoras como las observadas en Burdeos, ya que el decreto de habitabilidad “es una norma exigente, nacida también al albur de la pandemia, que garantiza la calidad de vida y los espacios vivideros”. Fue aprobado por su predecesor, Iñaki Arriola.

Sin embargo, ha matizado que existen mecanismos para introducir excepciones cuando se convocan concursos de ideas o cuando se justifican desarrollos con alta calidad arquitectónica“. En este sentido, ha explicado que proyectos como los visitados parten de un 'masterplan' con propuestas audaces elaboradas por estudios de arquitectura de primer nivel, y que dichas ideas ”han estado al servicio de las normas, no al revés“. Itxaso ha añadido que Euskadi dispone de posibilidades para ”exencionar del cumplimiento de determinadas normativas cuando determinados desarrollos merezcan la pena y queramos impulsarlos desde la imaginación, la creatividad y la calidad arquitectónica“. En definitiva, el consejero ha concluido que, siempre que exista acuerdo con los ayuntamientos, es posible dar ”rienda suelta a soluciones más imaginativas“ como las observadas en Burdeos, ya que la normativa ”lo puede contemplar perfectamente“.

Denis Itxaso observando uno de los paneles de la exposición.

La visita a Burdeos del consejero de Vivienda se enmarca en la inauguración de la exposición 'Conviviendo. Premio Europeo de Vivienda Colectiva', que ya se expuso en Donostia y en la que se pueden ver los proyectos que ganaron el I Premio Europeo de Vivienda Colectiva, el Instituto de Arquitectura de Euskadi y arc en rêve -el equivalente en Burdeos- con la colaboración del Gobierno vasco. El consejero de Vivienda ha aprovechado la inauguración de la exposición para presentar la segunda edición del premio que tendrá como presidenta del jurado a Carme Pinós, galardonada con el Premio Nacional de Arquitectura de España en 2021. En la edición anterior se presentaron más de 170 propuestas de 19 países de Europa.

El consejero ha destacado que “igual que Burdeos ha transformado su frente fluvial y sus tejidos ferroviarios”, las operaciones de construcción de vivienda pendientes que se lleven a cabo en Euskadi “se quieren que sean laboratorios de vivienda colectiva avanzada, que integren mezcla de usos, espacios públicos de calidad, soluciones ambientales exigentes y proyectos intergeneracionales que respondan tanto a la juventud como al envejecimiento de nuestras ciudades”.

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