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“La memoria de las víctimas y la deslegitimación de los victimarios son dos caras de una moneda”

Marta Buesa hija del político asesinado por ETA, ante una foto de su padre, Fernando, este lunes en Bilbao

Maialen Ferreira

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El 22 de febrero del 2000 una bomba colocada por ETA arrebató la vida a Fernando Buesa y a su escolta, Jorge Díez Elorza. Entre los objetos que portaba quien fue vicelehendakari y dirigente de los socialistas vascos el día de su asesinato, encontraron un llavero en forma de medio corazón. Su mujer llevaba la otra mitad. En uno de los llaveros estaba grabada la fecha de su boda, en el otro, la de sus 25 años de casados. “Ese es uno de los objetos que recuperamos después del atentado y se ve cómo el corazón del llavero de mi padre está magullado, estropeado, retorcido por los efectos de la explosión”, ha asegurado Marta, hija de Fernando Buesa.

Más de veinte años después los dos corazones yacen, uno junto a otro en el Instituto vasco de la Memoria (Gogora) de Bilbao. Ambos forman parte de los objetos personales del abogado y político víctima de la banda terrorista que se exponen desde este lunes en el marco de la muestra 'Buesa. El valor de la palabra. El valor del compromiso'. También se expone una carta dirigida a su hijo del que no pudo despedirse cuando éste se marchó de colonias, sus calificaciones de la escuela, su agenda y su puro, que al igual que el llavero, fue encontrado en uno de sus bolsillos el día de la explosión.

“Hay una parte de la sociedad vasca que tiene una tendencia al olvido y a olvidar su pasado reciente y traumático”, ha lamentado Marta Buesa, que ha presentado junto a la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal y el comisario Eduardo Mateo la exposición, cuya finalidad en palabras de la hija de Buesa es “que los que sí hemos vivido y hemos sido protagonistas de ese pasado lo recordemos y para que las generaciones de jóvenes que no han vivido ese pasado sepan lo que supuso el terrorismo. En definitiva, para que no se olvide y para que no se vuelva a repetir jamás”, ha apuntado, visiblemente emocionada.

La muestra viaja desde su nacimiento en 1946 hasta su carrera política pasando por su vida personal y familiar. 'Palabra' y 'compromiso' son dos términos que destacan en la vida del político y aparecen entretejidos a lo largo de la exposición. Empieza mostrando la vida de Fernando Buesa, su trayectoria vital. Su papel en el mundo de la política en Euskadi primero como militante de Democracia Cristiana Vasca y después en el Partido Socialista como Diputado General de Álava, concejal del Ayuntamiento de Vitoria, juntero, vicelehendakari y consejero de Educación en el Gobierno de coalición PNV-PSE-EE entre 1991 y 1994 y, finalmente, portavoz parlamentario. “Es una contribución a la memoria y a la deslegitimación del terrorismo. Nosotros siempre decimos que la memoria de las víctimas y la deslegitimación de los victimarios son dos caras de una moneda”, ha detallado Marta Buesa.

Hay una parte de la sociedad vasca que tiene una tendencia al olvido y a olvidar su pasado reciente y traumático

Marta Buesa Víctima de ETA

“Fernando Buesa fue sin duda uno de los políticos más importantes del primer cuarto de siglo de democracia, pero esta muestra es mucho más. Es una exposición sobre una persona, un político, un vasco asesinado por ETA. Es una iniciativa en el nombre de una víctima de ETA. Esta exposición reivindica la persona de Fernando Buesa, su trayectoria política y personal porque si algo pretendieron los terroristas es despersonalizar y deshumanizar a sus víctimas, pero no lo lograron. Queremos recordar a casi un millar de víctimas de ETA como personas, no solo como un fatídico número de una negra y macabra lista”, ha destacado la consejera, Beatriz Artolazabal.

Queremos recordar a casi un millar de víctimas de ETA como personas, no solo como un fatídico número de una negra y macabra lista

Beatriz Artolazabal Consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Según ha explicado el comisario de la muestra, Eduardo Mateo, la exposición ha sido organizada por la Fundación Fernando Buesa Blanco coincidiendo con el 20 aniversario del asesinato del político socialista y de la misma creación de la fundación. “Muestra el fruto de un proyecto que continúa en su camino de ser un lugar en el que el encuentro y la reflexión sean el sustento para una sociedad más plural y también más comprometida con los valores que Fernando defendió con tanto ahínco: la convivencia, la defensa de la libertad, la democracia y los derechos humanos”, ha explicado.

En la muestra, hay una parte significativa dedica al día de su muerte y la reacción de la sociedad vasca ante la misma, que incluye fotografías de la manifestación que tuvo lugar el sábado 27 de febrero en la que su mujer e hijos realizaron la primera aparición tras lo ocurrido o cartas de personas que condenaban el asesinato y mostraban su apoyo a la familia Buesa.

Se trata de una exposición en la que se pretende que el público participe. Por ello, al final de la misma, los espectadores tienen la opción de contestar a las preguntas “¿Cuál crees que puede ser tu aportación para tener un futuro de convivencia en paz?” y “¿Cuál es tu granito de arena para dejar a las futuras generaciones una sociedad mejor”?

“Paz y convivencia son sinónimo de reconocimiento del daño causado y autocrítica real y sincera por parte de los responsables directos y su universo político. Fue injusto el asesinato de Fernando y Jorge. Fue injusto el asesinato de todas y cada una de las personas víctimas de ETA”, ha indicado Artolazabal.

Esta exposición vio la luz por primera vez el pasado otoño en Vitoria-Gasteiz, en el Centro de Exposiciones de la Fundación Vital, y llega ahora a Bilbao en una ruta itinerante en la que también recalará en Donostia a finales de este año. En Bilbao podrá verse en el Instituto de Memoria - Gogora de lunes a viernes de 09.00 a 14.00  hasta el 30 de septiembre.

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