Los presupuestos de Pradales superan otro trámite sin que esté clara aún la negociación con EH Bildu

El Parlamento Vasco ha completado este martes un pleno de trámite. PP, Vox y Sumar no han logrado apoyos para devolver los presupuestos al Gobierno de Imanol Pradales y las cuentas seguirán su tramitación con vistas a su aprobación definitiva el 20 de diciembre para su entrada en vigor el 1 de enero. La coalición EH Bildu se ha abstenido y no ha presentado enmienda de totalidad, a diferencia del resto de la oposición. Esto pospone al menos 48 horas más, hasta que se voten en comisión las enmiendas parciales, la incógnita de si el Ejecutivo de PNV y PSE-EE contará, en el primer año de la legislatura, con más apoyos políticos. Eso sí, esta negociación tiene como punto de partida que es innecesaria más allá de los simbólico, ya que Pradales tiene mayoría absoluta.

El hombre de los números del lehendakari, Noël d'Anjou, ha resumido la sesión en que apenas el 12% de la Cámara, nueve de 75 parlamentarios, han estado en el 'no' a los presupuestos. “Dicho de otro modo, el 88% de la representación de la sociedad en esta Cámara sigue manteniendo abierta la vía de la negociación”, se ha felicitado. De hecho, ha “agradecido” que EH Bildu no haya formalizado una enmienda de totalidad. “Interpreto que responde a la actitud abierta de diálogo y la negociación”, ha agregado. D'Anjou, en todo caso, no ha dado detalles de las conversaciones. “Seguimos de forma discreta y seria. Estamos tratando de acordar las enmiendas parciales”, ha señalado, aunque después ha criticado algunas declaraciones críticas de su pretendido socio mientras han estado intercambiando números.

La sesión ha arrancado a las 9.30 horas. EH Bildu no ha intervenido hasta después de la votación, más de tres horas y media después. Su líder, Pello Otxandiano, ha hecho uso del turno de explicación de voto. Ha manifestado que si hay “voluntad real” por parte del Gobierno de llegar a acuerdos en torno a “políticas transformadoras” hay “voluntad real” por parte de su formación. Y ha puesto el ejemplo alavés. Sin embargo, ha parecido dar a entender en euskera que ahora mismo están “bastante lejos” las posiciones.

EH Bildu ya solamente plantea cambios en materia de vivienda y un intento de elevar el SMI vasco por encima del español, algo que ya pactó en 2022 con Iñigo Urkullu y nunca cristalizó. No está sobre la mesa ni Osakidetza ni Emakunde, por ejemplo, a pesar de las críticas vertidas cuando se presentaron las propuestas de ambas áreas. De no haber acuerdo, PNV y PSE-EE tienen ya listas unas autoenmiendas que cambian 15 millones de euros con respecto al documento original para reabrir el segundo PAC de Vitoria o comprar furgonetas para la Ertzaintza, entre otras medidas. Asimismo, quieren tocar dos artículos para ampliar el programa de ayudas juveniles Emantzipa y para facilitar proyectos con expropiaciones. Se pueden leer aquí más detalles. Justamente al terminar la sesión se ha iniciado una reunión negociadora.

“Cada institución es cada institución”

El ciclo presupuestario está dejando fotografías diferentes. En Gipuzkoa, donde PNV y PSE-EE están en minoría, las cuentas forales saldrán adelante con el PP. En Álava, en la misma situación, el socio será EH Bildu. Esto ha estado sobrevolando las intervenciones. Javier de Andrés, del PP, ha defendido ser tremendamente duro con el Gobierno vasco al tiempo que secunda a esos mismos partidos en Gipuzkoa. Ha resumido el asunto con un “cada institución es cada institución”.

Sumar también ha denunciado que unos presupuestos pretendidamente expansivos (15.728 millones, un 4,7% que el ejercicio en curso) no revierten los problemas en Sanidad, Educación pública o Igualdad. Vox ha vuelto a usar este debate como altavoz a sus clásicos: inmigración ilegal, inseguridad, ideología de género y negacionismo climático. La socialista Susana Corcuera se ha bregado junto con Joseba Díez Antxustegi del PNV contra las quejas de la oposición. Corcuera ha indicado que las cuentas tienen una clara “impronta progresista y socialista”.