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Putin pone a Rusia rumbo a la Luna en una nueva carrera espacial contra Occidente

La Luna fotografiada en el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán

Vanesa Rodríguez

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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que Rusia seguirá adelante con su misión lunar, pospuesta en varias ocasiones. Con motivo del día de la Cosmonáutica, Putin ha dicho que “pese a las dificultades e intentos del exterior”, Rusia “implementará todos sus planes” en lo relativo al espacio, incluido “el programa lunar”, según declaraciones dirigidas a los trabajadores del cosmódromo Vostochny recogidas por la agencia estatal RIA Novosti.

Entre estos planes, está la misión Luna-25 que tiene como objetivo investigar el polo sur del satélite y recoger muestras con el lanzamiento de un vehículo robótico que recorra su superficie. Su lanzamiento estaba previsto en octubre de 2021, pero se retrasó -en principio- al 22 agosto de 2022 aduciendo que era necesario más tiempo para hacer pruebas adicionales en el equipo de la nave.

Que Putin reivindique la conquista de la Luna en su discurso no es casual. La Luna es un símbolo de victoria para EEUU en la pugna que mantuvo con la URSS durante la Guerra Fría. La URSS había enviado al espacio el primer satélite, el Sputnik, en 1957. La URSS había enviado al primer hombre al espacio, Yuri Gagarin, en 1961. Pero EEUU ganó en la carrera lunar con el programa Apolo y el primer alunizaje de astronautas en el satélite en 1969.

La misión Luna-25 sería la primera en 46 años, heredera de su antecesora soviética Luna-24, la tercera en recoger muestras de la superficie lunar , que fue lanzada en agosto de 1976. Desde entonces, Rusia no ha vuelto a enviar ninguna misión al satélite.

La nave no tripulada contará con un espectrómetro de masa que estudiará la composición química de la superficie lunar, un detector de partículas neutras y cargadas, un detector de polvo lunar y un espectrómetro infrarrojo, entre otros instrumentos.

Además, Luna-25 contará con un sistema de cámaras para filmar la superficie lunar durante el alunizaje y grabar panorámicas lunares.

Hasta ahora, Rusia no ha mandado ningún cosmonauta a la Luna, pero a mediados de 2019 Rusia anunció que retomaba su programa lunar y que planeaba enviar su primer vuelo tripulado a la Luna en 2030 o 2031. Antes, varias misiones no tripuladas seguirán a Luna-26 y prepararán el terreno mapeando la superficie del satélite.

Con el fin de llevar a sus cosmonautas a la Luna, la industria espacial rusa trabaja desde 2009 en la construcción de una nave espacial de nueva generación con capacidad paras seis tripulantes.

Putin, en el marco de la guerra de Ucrania y tras abandonar programas espaciales internacionales en los que participaba, está llevando a cabo una reivindicación del programa espacial ruso y de la carrera espacial que llevó a cabo la URSS.

El presidente ruso, ha asegurado este martes que “Rusia ha ganado la dura carrera por el liderazgo en el espacio en el pasado” y que aquella generación de cosmonautas soviéticos “dejó ejemplos de colaboración y voluntad”.

Alianza espacial con Bielorrusia

En su visita al cosmódromo de Vostochny, Putin ha estado acompañado de su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko. Según Rusia, ambos países planean crear juntos “una infraestructura espacial” que garantice “un acceso independiente al espacio”, sin que por el momento se hayan detallado más estos planes.

Dentro de esta alianza, Putin ha pedido a la agencia espacial rusa Roskosmos que proporcione “entrenamiento para viajes espaciales” a un tripulante elegido por Bielorrusia y ha anunciado que empresas, especialistas y trabajadores bielorrusos participarán en programas espaciales conjuntos.

“Los cambios en la legislación rusa ya han sido aprobados por la Duma del Estado, y la decisión del Consejo de la Federación debería tomar lugar en un futuro muy cercano y, por supuesto, se firmará de inmediato, la nueva ley la firmaré yo”, ha dicho Putin sobre el acuerdo.

El futuro de la Estación Espacial Internacional, en el aire

La guerra en Ucrania se ha llevado por delante años de cooperación entre Rusia, Estados Unidos y Europa en investigación espacial.

Rusia retiró a su personal del puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, y canceló los lanzamientos de Soyuz que tenían previsto poner en órbita satélites europeos.

El 17 de marzo la Agencia Europea del Espacio (ESA, en sus siglas en inglés) anunció la suspensión de la misión ExoMars, uno de los proyectos conjuntos entre Rusia y Europa más ambiciosos. El director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, aseguró entonces que Rusia enviaría su propia expedición al planeta rojo.

El 22 de marzo, volvían a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) el astronauta estadounidense Mark Vande Hei y los cosmonautas rusos Anton Shkaplerov y Pyotr Dubrov a bordo de una cápsula de la nave Soyuz MS-19. Rusia había llegado a bromear en plena guerra con la idea de dejar atrás a Vande Hei, aunque finalmente los tres tripulantes regresaron de su misión sin problemas.

El pasado 2 de abril, Rusia amenazó con cancelar también su cooperación en la ISS ante las sanciones por la guerra de Ucrania. En la ISS existe un 'segmento ruso' (el módulo Zvezdá) desde el que se corrigen periódicamente las órbitas y trayectorias de todo el complejo. Además, ese sector ruso sirve de puerto de atraque de las naves Soyuz que llevan y traen personal y cargamento desde la Tierra. No está claro que la ISS pueda operar con normalidad sin el concurso de Rusia.

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