La Navidad en Madrid sabe a Italia: el irresistible universo de panettones que conquista Chamberí
Si hay un aroma capaz de anunciar la Navidad incluso antes de que las calles se llenen de luces, es el del panettone recién abierto. Esponjoso, fragante, cargado de tradición y esa magia repostera que solo Italia sabe imprimir en sus dulces. En Madrid, ese aroma tiene un hogar: Mangitalia. Desde 2006, este espacio se ha convertido en un verdadero refugio gastronómico para quienes buscan autenticidad, calidad y el sabor de una Italia que se conserva fiel a sus raíces.
La historia de Mangitalia es, ante todo, la historia de una pasión. Cuando el Sr. Mario Santori —restaurador del Liceo Italiano Enrico Fermi— llegó a la conclusión de que Madrid solo conocía una mínima fracción del vasto patrimonio culinario de Italia, decidió actuar. En un momento en el que los supermercados españoles apenas ofrecían unas pocas pastas y salsas básicas, Mario imaginó un piccolo paradiso italiano, un rincón en el que cada producto explicara, por sí solo, un fragmento del mapa gastronómico italiano.
Poco a poco, y con un afán casi artesano por la selección, comenzaron a llegar los friarielli, las pastas artesanales hechas por pequeños productores, la dulce y a la vez picante mostarda y un sinfín de sabores que pronto convertirían el proyecto en una tienda de culto en la capital.
El templo madrileño del panettone
Entre todas esas joyas gastronómicas, hay dos nombres que brillan con luz propia cuando se acerca la Navidad: panettone y pandoro. Y no es casualidad. Mario Santori fue uno de los primeros en traerlos a Madrid en un momento en el que estos dulces eran grandes desconocidos para el público español. A partir de ahí, la historia se escribió sola: cada año llegaban nuevos clientes, nuevas variedades, nuevas elaboraciones artesanales.
Actualmente, la tienda ofrece más de 40 tipos y sabores de panettone, una colección única en la ciudad. Desde las recetas más clásicas —con pasas, naranja o vainilla— hasta combinaciones gourmet con pistacho, crema de gianduia, chocolate blanco o ‘alle bollicine’, pasando por interpretaciones modernas que reinventan este icono navideño sin traicionar su esencia. Para muchos madrileños, la Navidad comienza oficialmente cuando abren su panettone de Mangitalia.
Pero la magia no se queda solo en el sabor. Cada panettone cuenta una historia diferente. Hay elaboraciones de obradores familiares, masas madre que se alimentan durante décadas, ingredientes seleccionados con mimo y largas fermentaciones que dan a cada pieza su textura esponjosa y su aroma incomparable. Comprar un panettone aquí es mucho más que adquirir un dulce, es llevarse a casa un pedacito de cultura italiana.
La nueva era Mangitalia: más Italia que nunca
Después de ser adquirida por Massimo y Luis, la tienda durante los últimos ocho años ha iniciado una etapa de expansión que no ha hecho más que reforzar su esencia. Sus nuevos propietarios han multiplicado la oferta disponible y han potenciado uno de los servicios más especiales: la posibilidad de importar productos exclusivos bajo pedido. Una especie de “puente directo” entre Madrid e Italia que permite a los clientes acceder a elaboraciones muy difíciles de encontrar fuera del país transalpino.
Hoy, Mangitalia supera las 700 referencias, una cifra que habla no solo de variedad, sino del enorme trabajo de búsqueda, importación y selección que hay detrás de cada producto.
Este año, destacan especialmente dos productos que son símbolos de celebración en Italia: el Prosecco, el cava italiano por excelencia, perfecto para brindar en Navidad y en la llegada del nuevo año; y los tradicionales Zampone y Cotechino, embutidos típicos que se sirven con lentejas en la última noche del año como ritual de buena suerte y prosperidad. En Italia, no hay casa en la que falten, y cada vez más madrileños empiezan a incorporarlos a sus propias celebraciones.
Pero si algo ha experimentado un crecimiento notable en Mangitalia es la especialización en productos derivados de la leche de búfala, una categoría que está viviendo un auténtico auge en España. Más allá de la conocida mozzarella, la sedosa mantequilla o la popular burrata, la tienda ofrece una selección sorprendente: Casatica, Blu di bufala, GranBu, Quadrello e incluso un delicado camembert de búfala. Su sabor intenso, su textura sedosa y, especialmente, sus características nutricionales —más digestibles que la leche de vaca— los han convertido en productos cada vez más buscados por los clientes.
Estos quesos maridan a la perfección con los panettones dulces de la tienda, creando combinaciones inesperadas que sorprenden en cualquier mesa navideña. Al fin y al cabo, parte del encanto de Mangitalia es que invita a explorar, a descubrir, a jugar con sabores que evocan la tradición pero que también permiten reinterpretaciones modernas y creativas.
Si este año quieres que tu Navidad tenga el encanto de un mercado italiano, si tu mesa merece un panettone que se convierta en el protagonista de la sobremesa, si buscas un Prosecco especial para brindar o si te apetece descubrir nuevas tradiciones gastronómicas, Mangitalia es tu destino. En Mangitalia la Navidad no solo se celebra, se saborea.