El edificio Metrópolis recupera su esplendor

Mientras la fuente de La Cibeles se cubre este verano para recibir los cuidados que le ayuden a recuperar su buen aspecto y en el Banco de España continúan aumentando los andamios, el edificio Metrópolis acaba de retirar las lonas publicitarias y los andamios que lo cubrían y ya luce en todo su esplendor para recibir a los paseantes que acceden a la Gran Vía desde la calle Alcalá.

Uno de los iconos de Madrid, proyectado por los arquitectos Jules y Raymond Fevrier por encargo de la compañía de seguros La Unión y el Fénix, reluce de nuevo tras los trabajos de rehabilitación y limpieza de la fachada y sus grupos escultóricos, ennegrecidos por el paso del tiempo, el denso tráfico y la polución, que comenzaron en 2015.

De La Unión y el Fénix a Metrópolis

Aunque los trabajos se iniciaron en 1907, fue el español Luis Esteve el encargado de finalizarlo en 1910 y no se inauguró hasta el 21 de enero de 1911, convirtiéndose en el primer edificio monumental de la Gran Vía, aunque su ubicación real corresponda al número 39 de la calle Alcalá, sobre el terreno en el que se levantaba la popularmente como “Casa del Ataúd”.

De acuerdo con las bases, el proyecto galardonado preveía un sótano destinado al servicio de las tiendas, cafés y restaurantes de la planta baja, a acoger las calderas, y a guardar el archivo de la compañía, que ocuparía el piso de oficinas del entresuelo, con entrada independiente por Caballero de Gracia; mientras que los pisos superiores se destinaban a viviendas de lujo una por planta, pero con posibilidad de división posterior, destinándose el sotabanco de cubierta a alojamiento de la servidumbre; siendo el acceso por un portal a la calle de Alcalá del que arranca la escalera principal de directriz circular; mientras que en el patio de luces trapezoidal se sitúa la de servicio.

Desde el exterior, el edificio presenta una austera planta baja, con estilo neorrenacentista en las plantas superiores, adornadas con columnas corintias y entablamentos que sirven de pedestal a estatuas alegóricas del Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería. La fachada se compone de 11 grupos escultóricos de los cuales el principal, ubicado al pie de la cúpula, fue esculpido por Mariano Benlliure, mientras que los restantes (4 en los laterales y 6 en la rotonda del edificio), se deben a los escultores René de Saint-Marceaux y L. Lambert.

Uno de sus elementos más característicos, la torre circular, corona el edificio con una cúpula de pizarra e incrustaciones de pan de oro de 24 kilates que, por su semejanza con el casco de los bomberos, se denomina “estilo Pompier” estilo Pompier“(bombero en francés). Sobre ella descansaba originalmente una estatua de bronce de René de Saint-Marceaux que representaba al FénixFénix, símbolo de la compañía, montado por Ganímedes.

Con la venta a principios de los años setenta a la aseguradora “Metrópolis”, la estatua se trasladó a sus nuevas oficinas en el Paseo de la Castellana número 33 (hoy sede de Mutua Madrileña), en cuyo jardín todavía se conserva. En cuanto al edificio Metrópolis, los nuevos propietarios reemplazaron la estatua por una Victoria Alada de bronce, obra de Federico Coullaut Valera.

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