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Obras en el bus rápido de Almeida dos días después de su inauguración por problemas en su trazado

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, junto a uno de los nuevos buses rápidos.

Somos Madrid / Europa Press

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La primera línea de bus rápido en Madrid, BR1, iniciaba su servicio este martes para dar cobertura a los barrios de Sanchinarro y Valdebebas, al norte de la ciudad. Convertida en uno de los proyectos estrella del Ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida (aunque Más Madrid propuso una iniciativa similar antes que el alcalde), el bautizado como Bus Rapid se está encontrando con más inconvenientes de los previstos.

Primero llegaron las protestas vecinales por la eliminación de carriles para el tráfico y la posible creación de cuellos de botella frente a un centro de salud y una escuela. Una vez en funcionamiento, el consistorio trata de solucionar ahora varios problemas en el trazado que impiden la circulación de las máquinas. Lo que se encontraron los trabajadores de la EMT la semana pasada, ya en periodo de pruebas y a pocos días de la inauguración, fue que los autobuses tenían dificultades para girar para incorporarse a la rotonda en la que entran y salen de su carril propio. Los accesos se habían quedado demasiado pegados y los vehículos tenían que invadir los tres carriles porque no cabían, así que no pudieron completar ningún viaje, según recoge El Periódico de España a partir del testimonio de varios conductores.

Las “pequeñas modificaciones” que se están llevando a cabo en las obras del Bus Rapid se centran en rebajar bordillos e incluir zonas verdes en lugar de dejar zona de acera. Además, en ciertas zonas se amplía la entrada a la calle “para mejorar la facilidad de circulación, pero siempre han cabido autobuses y coches”. Así lo ha explicado en rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno la portavoz del Ejecutivo municipal en funciones, Inmaculada Sanz, quien ha señalado que “es una buena noticia que se haya puesto en marcha, porque es un modo mucho más rápido, que va a venir muy bien” y que estas modificaciones se están ejecutando “a demanda vecinal”.

La línea, impulsada por el área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, permite a los residentes de estos barrios conectar directamente con su centro hospitalario de referencia, tanto el Ramón y Cajal como el Isabel Zendal, en 30 minutos. El servicio se presta a través de un autobús cien por cien eléctrico, de alta capacidad y similar a un tranvía moderno que circula por un carril segregado contando con la ventaja de la prioridad semafórica. El trayecto tiene una longitud total de 31 kilómetros, de los que 19 discurren por una vía propia, y de ellos ya se han puesto en marcha 12 kilómetros. Las tarifas son equivalentes a las del resto de buses, y también son válidas las mismas tarjetas de transporte.

Además de contar con conexión con el Hospital Isabel Zendal, esta primera línea de bus rápido conectará con el futuro intercambiador de Valdebebas. El primer servicio desde la cabecera de Valdebebas está previsto para las 06.35 horas y a las 07.00 horas desde la cabecera del centro hospitalario en los días laborables. El último autobús sale desde Valdebebas a las 23.05 horas y desde el Hospital Ramón y Cajal a las 23.30 horas todos los días de la semana. Esos son, al menos, los horarios previstos si todo se encauza.

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