Efímera Librería Pop-Up: medio centenar de micro-editoriales se reivindican en una gran feria literaria

Un evento de edición independiente se parece a cualquier otra feria del libro en que hay muchos puestos con volúmenes de todo tipo y condición colocados los unos detrás de los otros. Pero un evento de edición independiente, sobre todo si congrega a los más singulares y pequeños editores, se diferencia de la feria al uso en que muchos de los volúmenes a los que tiene acceso el visitante no se encuentran en las secciones de librería de las grandes superficies; también en que el editor te explica en primera persona la historia detrás del libro con la precisión cariñosa del artesano. Quien lo probó lo sabe.

 El próximo sábado tiene lugar una de estas ferias especiales, una gigantesca librería levantada por un día en una nave de Tetuán, en la que se reunirán casi medio centenar de proyectos editoriales para la segunda edición de Efímera Librería Pop-Up. Cada uno de su padre y de su madre –a veces son familias monoparentales y, muy a menudo, diversas–, con nombres originalísimos que abanderan proyectos de mucha calidad, como La biblioteca de Carfax, Orciny Press, Contraescritura, Volcano Libros, Cicely, Esto no es Berlín, Episkaia, Piedra Papel Libros, Antipersona, Crononauta, o las jovencísimas foscanetworks y NiñosGratis

 Las responsables de Efímera Acción Literaria y, claro, del invento Efímera Librería Pop-Up, son Beatriz Rubio, Diana Acero y Consuelo Goberna. Han tenido la amabilidad de contestarnos algunas preguntas sobre el evento y el panorama actual de la microedición.

 –Somos Tetuán: Contadnos, ¿en qué se diferencia una microeditorial de una pequeña o mediana editorial?

 –Efímera: Una microeditorial suele ser muy personal, con una única persona que hace todos los papeles en la editorial: selecciona a los autores, edita, corrige, maqueta, lleva la comunicación y la administración y, a veces, hasta la distribución.

 –Y los lectores, ¿creéis que hay lectores de microedición o hay simplemente lectores?

 –Hay lectores que apuestan mucho por las microeditoriales, que nos buscan en las librerías porque saben que nuestros proyectos son arriesgados, originales y atrevidos. También porque hay editoriales muy especializadas que se vuelcan en recuperar autoras, autores y temas. Hay auténticos seguidores y lectores que las encuentran porque coinciden con sus gustos.

 –Además de estos mercadillos, Efímera ha sido una plataforma de promoción y defensa de la microedición, ¿de qué tiene que ser defendida una editorial pequeñita como las que podemos encontrar en vuestro encuentro?

 –De la invisibilidad en las mesas de novedades y de la mala distribución. Sobre todo, en esta época, en Navidad, cuando todos queremos estar a la vista y hay tantas novedades y los espacios físicos en las librerías y en revistas son inasumibles por las editoriales de nueva creación. No se pueden pedir más de 200 € por un inserto de 100 palabras para una revista... por mucho que esa revista tenga miles de suscriptores. Por todas estas razones y porque creemos firmemente en que cualquier proyecto editorial necesita encontrar a su lector natural hacemos Efímera Librería pop-up. 

 –¿De qué forma ha resistido el pequeño mundo editorial la crisis ocasionada por el Covid?

 –Las microeditoriales tienen mayor capacidad de maniobra que las grandes y medianas, han podido retrasar o reorganizar sus calendarios editoriales sin enormes dificultades. De eso hablamos en las Conversaciones Efímeras durante el confinamiento en Instagram con las editoriales, librerías y distribuidoras. Nos contaron cómo se adaptaron y qué libros se quedaron pendientes por el confinamiento, cómo aprovecharon para adelantar trabajos pendientes (traducciones, maquetaciones), asuntos administrativos que se van quedando pendientes, conocer a los compañeros, y leer. 

 Aun así, algunas editoriales no han podido mantenerse, nos han faltado muchas ferias pequeñas y regionales que son fundamentales y que hasta bien entrado este 2021 no han vuelto. 

 –En Efímera tienen cabida, junto a editoriales, algunas librerías. ¿Cómo es la relación de una micro-editorial con la librería?

 –Las microeditoriales tratamos de tener la mejor relación posible con las librerías, tratamos de visitarlas, darnos a conocer. 

 –Efímera pasa de Malasaña a Tetuán, tiene que ver simplemente con haber encontrado un espacio adecuado, ¿o hay algo más en ese giro periférico?

 –En Efímera nos gusta movernos, este año, por la Noche de los Libros estuvimos en Las Rosas, el año pasado hicimos Efímera X Librerías por varios barrios de Madrid, en Getafe y en Leganés, y este año hemos encontrado este sitio tan precioso que es el Espacio Floreta. Creemos que tenemos que salir del centro de Madrid, que no haya que ir siempre a las mismas zonas donde ya hay mucha oferta y que ya se promociona desde diferentes instituciones. 

 –Para acabar, contadnos qué va a encontrar el lector que se acerque el día 11 de diciembre a Espacio Floreta.

 –Diversidad literaria. Un ecosistema literario que está fuera de la oferta hegemónica de las grandes corporaciones editoriales. Habrá una enorme diversidad de editoriales que no tienen suficiente presencia en las librerías y bibliotecas.

 Tendremos narrativa hispana y extranjera actual, poesía, bizarro y terror, libros de fotografía, autoras recuperadas, ensayos, textos reivindicativos, cuentos ecologistas. Es difícil que los lectores no encuentren un libro que les llame la atención. Además, participa la librería La Sombra con editoriales que no pueden venir en persona.