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La FMS regresa a Murcia con la mejor jornada del año

Gazir, campeón mundial de FMS | IG @jotalo

Aldo Conway

11 de septiembre de 2022 20:21 h

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Hubo un tiempo, hace no demasiado, en que el Hip Hop era marginado sistemáticamente por los medios de comunicación. Su música no sonaba en las grandes emisoras y eran ridiculizados ante el gran público. La estigmatización duró muchos años en España, mientras que en EEUU los raperos eran cada vez más mediáticos e influyentes en la escena musical. Al mismo tiempo que Blueprint de Jay Z vendía millones de copias, Eva Hache hacía el ridículo en prime time entrevistando a Doble V sin peor idea a mano que imitar uno por uno cada tópico que se le pasaba por la cabeza. La situación, por suerte, se ha revertido y la música urbana se encuentra en uno de los momentos más dulces de su joven historia y los artistas se han despegado de los arquetipos y han conseguido el reconocimiento de toda la industria nacional. El freestyle es una disciplina artística que consiste en la improvisación de versos sobre ritmos de Hip Hop como rap, drill o trap. Desde el año 2005 ha existido en España y los países de habla hispana un circuito competitivo de batallas que se realizaban dos o tres veces al año. Urban Roosters nació con la intención de generar un ecosistema en torno al freestyle que pudiera profesionalizar la disciplina, y convertir en un oficio el ser freestyler. En España, las primeras figuras del movimiento, generalmente practicaban freestyle como una manera de darse a conocer como raperos, para publicitar su música y expandir su engagement como artistas. Estar en la élite no implicaba mucho más que el respeto y la admiración del público. A día de hoy cada vez más personas se dedican profesionalmente a la disciplina, ya sea como freestyler, creador de contenido, beatmaker, jueces, e incluso entrenadores.

Es una disciplina joven con un metabolismo muy rápido, sometida a cambios constantes y a una presión tremenda por parte del público: el ejercicio del freestyle es muy complicado, porque al ser un arte improvisado, todo es posible y no siempre es fácil mantener un nivel de exigencia adecuado.

Un ranking de ascenso y una liga profesional

La filosofía de Urban Roosters para con los aspirantes a participar en la liga profesional es la de un ranking de ascenso basado en los puntos, similar al sistema de la ATP de tenis en el que la posición en la que te clasifiques en cada competición suma puntos para el ascenso. Nombres como Nacho LCM, Mounts, Gallego, Nocre o Vivi, son habituales en casi todas las competencias dentro de la esfera de Urban para acceder a la liga. El camino es duro y requiere una exigencia brutal: viajes por toda España cada fin de semana, la presión de cada evento y la exposición pública hace que muchos de ellos se queden en el camino: el objetivo es quedar entre los tres primeros cada temporada para conseguir el ansiado contrato.  El viernes 9 de septiembre se celebró en el centro comercial Zigzag la competencia Street Warriors, una de las competiciones del ranking de ascenso de la liga FMS, que congregó a las promesas del panorama del underground español para luchar por los puntos.

El ambiente era fraternal, que no familiar, y la mayoría de ellos se conocían bastante. Se jaleaban unos a otros y celebraban las victorias del rival como suyas, algo sorprendente teniendo en cuenta la presión del ascenso y la adrenalina que produce un enfrentamiento en una batalla. El jurado iba cribando puestos hasta llegar a la final: el cartagenero Vivi se enfrentó a Nacho LCM a lo largo de diversos formatos que culminó con la victoria del freestyler murciano tras una muy ajustada batalla.

El freestyle de élite: una maravilla de la agilidad mental

Hay muchos espectáculos que pueden dejarte una sensación de sorpresa o incredulidad – tiene que haber un truco por alguna parte – y maravillarte al mismo tiempo. Cuando alguien escucha a un freestyler improvisar por primera vez, lo más normal es oírle preguntar ¿Pero esto lo está improvisando? Y es que no es para menos. La coherencia, la puesta en escena, la fluidez sobre los ritmos, el contenido de los patrones y seguir las temáticas, son, sumadas a la presión de un público veleta y capaz de cambiar el resultado de algunas votaciones, los factores con los que tienen que lidiar a lo largo de sus intervenciones.

El formato consiste en enfrentamientos uno contra uno, de diversas rondas y formatos en las que tienen que usar las palabras y temáticas que les proponen para poder puntuar sus patrones. Eso en teoría, porque en la práctica la tónica habitual suele ser la de nueve freestylers que compiten para perder con Chuty en la final. El madrileño es tricampeón de España de la competición, pero su palmarés se extiende mucho más allá de la competición de Urban Roosters. Este sábado se enfrentaba a su compañero de grupo y amigo Skone, uno de los raperos más veteranos de la escena de las batallas a nivel internacional y orgulloso representante de Málaga y España por todo el circuito mundial desde su coronación como campeón internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos 2016.

El freestyle se siente con mucha intensidad en directo. Los picos más altos de cada enfrentamiento acaban siendo videos virales con millones de visualizaciones en redes y que se instauran casi como refranes dentro de la cultura popular del movimiento. Es agresivo casi siempre y algunas veces de mal gusto. Fuera de contexto es una fábrica de críticas. Zasko lo sabe bien. El alicantino se enfrentó a Gazir y ambos lucieron sus estilos, muy diferentes entre sí, en un buen estado de forma. Todo fluyó de maravilla en una tarde acompañada del ambiente de las fiestas de septiembre. Todos se insultaron, todos nos reímos, unos ganaron y otros perdieron, pero la jornada fue de las mejores de la temporada.

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