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El Gobierno vasco ataca a EH Bildu por su “falta de respeto” y “honestidad” y le culpa de la prórroga presupuestaria

Azpiazu, de pie, con el lehendakari, Iñigo Urkullu

Iker Rioja Andueza

El Gobierno vasco y el PNV, por boca de variados y cualificados portavoces, ha atacado por varios flancos a la coalición EH Bildu por su “falta de respeto” y de “honestidad” después de que anoche se acabara sin éxito el plazo fijado para cerrar un acuerdo presupuestario en Euskadi para 2019. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu, ante la falta de acuerdos y su minoría parlamentaria, ha retirado el proyecto este jueves a primera hora de la mañana en un Consejo de Gobierno extraordinario y ha iniciado el “análisis” de cómo “aminorará” los “efectos de la prórroga presupuestaria”, que en líneas generales supondrá la necesidad de habilitaciones especiales para movilizar los 300 millones adicionales con los que contaba la Administración vasca de cara al año que viene y, sobre todo, para poder cumplir el compromiso de subir un 2,25% el salario de los 90.000 funcionarios y empleados públicos y las mejoras anunciadas en las rentas de garantía de ingresos (RGI), utilizada también como complemento para 14.000 pensionistas con rentas bajas.

“La actitud de EH Bildu no es compatible con el supuesto de voluntad real negociadora. No ha habido honestidad ni siquiera en las formas. Sus quiebras internas han hecho que la parte más radical en sus posturas haya frenado un buen acuerdo para Euskadi”, ha asegurado el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, en una rueda de prensa en la que no ha escatimado en críticas hacia la izquierda abertzale y en la que incluso ha repartido un pequeño 'dossier' con medio centenar de proyectos sociales y de inversión que no saldrán adelante por el 'no' de EH Bildu. El propio lehendakari ha aludido también al concepto de “honestidad” en un acto público en San Sebastián.

EH Bildu y el Gobierno de PNV y PSE-EE han mantenido un total de siete reuniones y, según Azpiazu, a medida que el Ejecutivo se iba acercando a las demandas de la coalición -básicamente el punto de fricción era la fórmula para subir los complementos de pensiones a través de la RGI- sus interlocutores iban reculando hasta volver “a la casilla de salida”, a posiciones de máximos por un supuesto “pánico escénico” a aparecer como salvador del Gobierno de Urkullu. Ha revelado que, en las últimas horas del miércoles, EH Bildu nunca contestó a la última propuesta del Ejecutivo, que hubiese supuesto subir hasta 858 euros la pensión garantizada vía RGI en varias fases hasta 2021 y estudiar la posible “individualización” de esta ayuda, que ahora se cobra por familias, para que un matrimonio con dos pensionistas, por ejemplo, pudiese tener dos prestaciones.

Preguntado por un documento que, según EH Bildu, fue remitido al Gobierno antes del final del plazo, el consejero ha indicado que “sólo era un papel”, que tenía “fecha del lunes” y que era “una propuesta viaje para ir al punto de salida”. “Cuando me mandan ese papel ya me están diciendo 'Agur, Ben-Hur'”, ha explicado Azpiazu, visiblemente enojado.

El Gobierno de PNV y PSE-EE llevaba dos años pactando los presupuestos con el PP. Pero todo cambió en primavera. Por un lado, los nacionalistas apoyaron la moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez. Por otro lado, cerraron un acuerdo con EH Bildu para superar el Estatuto de Gernika en clave soberanista. Sin los 'populares' y con Elkarrekin Podemos como oposición frontal, la única alternativa viable para salvar la minoría en la Cámara (37 de 75 escaños) era negociar con la izquierda abertzale, que ofrecía dos abstenciones.

Las conversaciones, sin embargo, no han llegado a buen puerto y lo mismo que el Gobierno y el PNV atacan a EH Bildu, la izquierda abertzale culpa de este fracaso a la otra parte, toda vez que se había abierto la posibilidad de que mejoraran sustancialmente las ayudas sociales y, fundamentalmente, los complementos de pensiones en la comunidad autónoma donde el movimiento de pensionistas ha sido mas activo. “La prórroga es un fracaso en mayúsculas de un Gobierno en minoría que, con esta decisión, da la espalda a necesidades urgentes de la sociedad y que defrauda, por tanto, las expectativas de una ciudadanía que ve que sus demandas no son atendidas”, ha valorado la coalición abertzale, que ha entendido que las ofertas del Gobierno en torno a estas cuestiones eran “insuficientes” porque no revertían “recortes” sociales de años anteriores.

Para el PNV, en cambio, EH Bildu ha tratado de “confundir” con las pensiones, que realmente se mejoran “en Madrid, en el Pacto de Toledo” y no en Euskadi. Azpiazu ha recordado que las competencias vascas se limitan a la “asistencia social” y a actuar sobre los complementos de las prestaciones que gestiona la Seguridad Social. “EH Bildu rechazó unos presupuestos generales del Estado que incluían mejoras sustanciales para millones de pensionistas [tras el acuerdo del PNV con el PP]”, ha atacado Azpiazu.

Guiños al PP, el viejo socio

El viceconsejero de Presupuestos, Alberto Alberdi, ha explicado que, a partir de ahora, el Gobierno deberá preparar “habilitaciones” si quiere poner en marcha algunos proyectos que quedaran parados por la prórroga presupuestaria. El problema es el mismo, que han de ser tramitados como proyectos de ley en el Parlamento y que el Gobierno seguirá en la misma posición de minoría si las circunstancias no cambian. Alberdi ha recordado que esta fórmula ya se ha empleado esta legislatura para dos cuestiones técnicas en torno a la deuda y a la paga extraordinaria que en su día se retiró a los funcionarios y ha citado que en ambos casos el respaldo de la Cámara fue prácticamente unánime.

En este complejo escenario, el antiguo socio del Gobierno, el PP, se ha mostrado “dispuesta a negociar como siempre”. “Urkullu debe reflexionar. La isla vasca de estabilidad ya no existe y quedan dos años de legislatura. [El PNV] Tendrá que decidir si sigue por la vía soberanista [de EH Bildu]”, ha señalado el portavoz económico de la formación conservadora, Antón Damborenea, que ha considerado que el Ejecutivo vasco “roza el ridículo” tras el “espectáculo lamentable” del fiasco presupuestario.

Azpiazu ha respondido con un elocuente “¡por favor! ¡no!” cuando los periodistas le han preguntado por la posibilidad de que la continuidad del Gobierno y de la legislatura esté en cuestión. Sin embargo, sí se ha abierto a retomar viejas alianzas con el PP, partido del que ha destacado su “fair play” (en su intervención en euskara) y “lealtad” (en castellano) en años anteriores, en contraste con la “decepción” con la que ha terminado su relación con EH Bildu.

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