Mónica García reivindica el sistema público y recuerda que “la salud no depende solo de la sanidad”: “Vamos a luchar por que haya tiempo para vivir mejor”
El día en el que se cumplen 23 años del asesinato de Ernest Lluch, la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, ha tomado posesión de su cartera en el salón de actos que lleva su nombre. “Mi primer compromiso es continuar con su enorme legado”, ha dicho García, en un discurso en el que ha defendido la sanidad pública y ha marcado los ejes que la guiarán en su nueva posición. Escoltada por las vicepresidentas Yolanda Díaz y Teresa Ribera, la nueva ministra del Ejecutivo ha hecho alusión en varias ocasiones a la crisis climática y ha defendido que “la salud no solo depende de la sanidad”. “Vamos a pelear por tener un planeta limpio, en contra de la desigualdad, por una vivienda digna, porque haya buenas condiciones de vida, un buen salario y tiempo para vivir mejor, porque esto impacta en la salud de todos y todas”, ha enumerado.
García se ha reafirmado en su compromiso de impulsar un pacto de Estado por la salud mental, reforzar la Atención Primaria, que “en los últimos años ha recibido demasiados embistes”, blindar la universalidad del sistema porque “no hay nada más justo y eficiente que tener una sanidad que atiende a todas las personas” y “cuidar a los profesionales”. Además, ha hecho hincapié en recuperar la senda que marcaron los años anteriores a la primera crisis financiera de este siglo, que produjo una “década perdida”.
El de este martes en el ministerio de Sanidad ha sido un traspaso de carteras amable. El ministro saliente, José Miñones, se ha puesto a disposición de García “en todo lo que pueda ayudar a seguir mejorando el sistema” y la ha felicitado por ser “la octava ministra sanitaria y la primera anestesista”. “Es una oportunidad soñada para una defensora de la sanidad pública, ser la ministra anestesista de un gobierno de coalición histórico”, le ha recogido ella el guante, que ha finalizado su intervención con un mensaje claro: “Hoy voy a decir por primera vez como ministra las palabras que tantas veces he dicho ahí fuera: ¡Viva la sanidad pública!
Escribe David Noriega