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Las inspecciones de Trabajo a los monitores ponen contra las cuerdas al deporte escolar

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

“Hemos dejado de pagar a los monitores un par de meses a la espera de ver cómo se resuelve todo este problema”. El 'problema' al que se refiere Ángel Bidaurrazaga, miembro de la asociación de padres de un colegio vizcaíno, son las revisiones que están haciendo los inspectores de Trabajo a los centros educativos para comprobar si los monitores de las actividades extraescolares están dados de alta en la Seguridad Social. Los inspectores de Trabajo, dependientes del Ministerio, han multiplicado en los últimos meses su actividad para regularizar toda la actividad extraescolar, un espacio consagrado al trabajo voluntario de los padres y de los monitores que mueven a miles y miles de niños. El 'celo' de los inspectores ya se ha saldado con varias multas, la más relevante al Colegio Corazonistas de Vitoria, que ha sido sancionado con más de 11.000 euros y ha puesto contra las cuerdas al deporte escolar. Ya se están dando casos en Vitoria de colegios que han tenido que renunciar a sacar equipos porque los padres no pueden costear las cuotas de más que supone dar de alta en la Seguridad Social a los entrenadores.

Tanto los monitores de los equipos deportivos como del resto de actividades extraescolares organizadas por las asociaciones de padres no tienen ánimo de lucro en la mayoría de las ocasiones. “Tan solo perciben un dinerillo, una cantidad simbólica para sus pequeños gastos. Y la mayoría de las veces entrenan porque eso les gusta, lo quieren hacer sin más, sin buscar ninguna compensación económica”, explica Bidaurrazaga. “Si tenemos que hacer contratos y cotizar a la Seguridad Social se acabó el deporte escolar. ¿Cómo le digo a una familia que ahora paga 90 euros por curso para que su hijo juegue al baloncesto que tendrá que pagar 250 o 300 euros? Con ese incremento, habrá muchos equipos que desaparecerán. Y en medio de la competición”. Estos entrenadores, por lo general, tienen una remuneración entre 50 y 75 euros al mes.

Lo cierto es que nunca se había puesto en marcha este tipo de campañas de inspección en un sector donde no hay dinero. Reyes Lengaran, coordinadora de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Bizkaia, achaca la medida al “afán recaudatorio del Gobierno central y para borrar de las listas de paro a los monitores, que a lo mejor están inscritos en los servicios de empleo. Las asociaciones de padres tienen los pelos de punta ante lo que se puede avecinar, pueden acabar con las actividades extraescolares. Tantos años sembrando para que ahora se tiere todo por tierra”.

Incluso entre el propio colectivo de inspectores, este tipo de revisiones son cuestionadas. Un inspector consultado por eldiarionorte.es apunta que “los inspectores debemos centrarnos en las empresas grandes que mueven dinero, no en los pequeños clubes y colegios que bastante tienen con poder salir adelante sin ningún ánimo de lucro. La ley hay que cumplirla, pero hay prioridades y prioridades. Todos los colegios y los clubes de barrio se nutren de voluntarios que lo hacen todo, desde los padres hasta los propios monitores”.

“Como delincuentes”

El caso es que miles de escolares vascos ven amenazadas sus actividades extraescolares. En Bizkaia, las asociaciones han recurrido a la Diputación, que es la que se encarga de coordinar y regular el deporte escolar. La diputada de Cultura (área de la que depende deportes), Josune Ariztondo, ve “con emorme preocupación” lo que está ocurriendo y se ha comprometido con los padres a buscar algún tipo de solución, comentan los padres. Hasta ahora, la Diputación concede subvenciones a los colegios para sus actividades extraescolares, dinero que, básicamente, se destina a comprar materialñ. “Y lo que sobra se les da a los monitores. Necesitamos que la Diputación se implique y nos eche una mano porque si no cerramos”, advierte Bidaurrazaga. “Es una tremenda injusticia. Hemos pasado de disfrutar con algo ilusionante, como es el hecho de que nuestros hijos hagan deporte para estar sanos y felices, a vernos transgrediendo normas como delincuentes. Te quitan las ganas de implicarte”.

Mientras, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Álava-Denon Eskola ha ideado un servicio administrativo para suplir la gestión burocrática de los propios contratos. Pero estos servicios tienen un sobrecoste respecto a lo que pagan los colegios y los padres deben afrontarlo.

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