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La Revuelta de la España Vaciada cumple dos años: “Se ha puesto el problema sobre la mesa, pero ahora hay que actuar”

Se cumplen dos años de la movilización por la España Vaciada en Madrid

Diego Saz

Teruel —

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Hacía meses que no caía ni una gota de agua en Madrid cuando el 31 de marzo de 2019 más de 100.000 personas llegaron como una tormenta perfecta a la capital del país. Era un día desapacible, que terminó con un fuerte aguacero. Acompañado, eso sí, con un estruendo de tambores impropio del bullicio habitual madrileño. Desconcertados se veían los vecinos de una ciudad que había sido tomada por los mal llamados 'provincianos', que llegaban en marabunta a reivindicar lo que durante tantos años se les había estado negando, servicios básicos e inversiones.

No fue una simple manifestación y quienes participaron fueron conscientes de ello. Fue una catarsis emocionante entre quienes siempre han estado olvidados, ninguneados, tratados como habitantes de segunda, en un país claramente dividido en dos polos de desarrollo que nunca nadie intentó solucionar. Hasta entonces. El compás que marcaron los tambores, intercalados con el silencio y las palmadas a los pies de la fuente de Neptuno, marcó un camino que todavía deja rastro. El más evidente, Tomás Guiarte, el diputado de Teruel Existe que entró al Congreso de los Diputados pocos meses después.

Guitarte encabezaba anónimamente aquel 31 de marzo la marcha, portando la pancarta de Teruel Existe. “Esta manifestación es una enmienda a la totalidad a la política española de los últimos años, porque conscientemente ha desarrollado una parte de España a costa de la otra, y no podemos seguir así, necesitamos equilibrio territorial, cohesión social, reparto equitativo de las infraestructuras y mirada de futuro para todos”, declaró entonces a los medios de comunicación. 

Dos años después, considera que los objetivos que se propusieron en esa movilización se están consiguiendo. Por lo menos, a nivel teórico. Explica Guitarte que la Revuelta de la España Vaciada ha permitido poner sobre la mesa el problema de la despoblación y del reequilibrio territorial. No solo eso, sino que ha entrado en el Gobierno en forma de una Vicepresidencia para Transición Ecológica y el Reto Demográfico y de un Ministerio de Política Territorial y Función Pública.

“Entendemos que desde aquella manifestación se ha generado un consenso de que realmente hay un problema que hay que solucionar, por lo que ahora lo que pedimos es pasar a la acción, dar pasos reales con medidas, inversiones y políticas públicas”, sostiene el diputado de Teruel Existe, reconociendo no obstante que la pandemia de la Covid-19 había obligado al Gobierno a atender otras prioridades.

El grito de quienes no tenían voz

Más de 100.000 personas, según la organización, participaron en la movilización de la Revuelta de la España Vaciada que contó con el respaldo de un centenar de movimientos ciudadanos de 23 de provincias del país. Un evento histórico que para los turolenses venía precedido de una manifestación, en mayo, con 40.000 personas en las calles de Zaragoza, bajo el lema ¡Salvemos Teruel!, y otra en octubre, en Valencia, con unos 50.000 asistentes, llamada 'No pierdas el tren'. Ciudadanos con callo en las reivindicaciones.

Ana estuvo en Madrid ese 31 de marzo, junto con varias de sus amigas. Recorrieron en coche los 310 kilómetros que separan la capital del país de Teruel, durante más de tres horas y media. “Fue todo súper emocionante, en el viaje nos cruzamos con autobuses que iban a la manifestación y nos íbamos pitando, y luego el momento en el que tocaron los tambores se me pusieron los pelos de punta”, relata, apuntando que “lo único malo fue la lluvia que no dejó de caer”.

También Raquel llegó desde Teruel, aunque ha estado en Madrid estudiando durante más de cinco años. Para ella, lo más emocionante fue el “clima de lucha y apoyo” que se creó entre todas las plataformas ciudadanas. “Me acuerdo que veía a niños y a familias que estaban empapadas por la lluvia que estaba cayendo, pero que no paraban de andar”, dice. Y añade: “El momento de los tambores que simulaba el pulso de la España Vaciada fue muy emotivo, lloramos todos en Neptuno yo creo”.

Carmen y Pascual fueron en autobús y comprobaron desde el primer momento que la movilización iba a ser un éxito. La estación de Renfe de la capital turolense estaba desbordada de personas, aun cuando todos ellos tenían asignado un asiento y un autobús. “Tuvo que haber una organización exagerada, porque había muchísima gente, y ya desde el principio fuimos cantando en el autobús y con ambiente festivo”, destaca Carmen.

Abierta a todos

Entre aquellos que estuvieron detrás de la organización, Pepe Polo, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales y Culturales de Teruel, quien recuerda que esta jornada histórica se fraguó en una reunión entre Teruel Existe y Soria ¡Ya!, el anterior mes de enero. Los dos movimientos ciudadanos compartieron reivindicaciones en otra manifestación en 2003 en Madrid, por lo que su duda entonces era cómo se iba a organizar en esta ocasión.

Decidieron entonces que la movilización iba a estar abierta a todos los movimientos ciudadanos del territorio que se quisieran unir. Y se creó así una sinergia que llegó a un centenar de entidades de 23 provincias del país. Esa colaboración continuó y se concretó en la Coordinadora de la España Vaciada. Así, según detalla Polo, se creó un movimiento transversal que en estos momentos llega a cerca de 150 plataformas. Estas se organizan en un grupo de coordinación, con 15 organizaciones con representatividad territorial y otras 5 con ámbito de actuación homólogo. 

Desde que este grupo se creó se han realizado varias reuniones y se han impulsado varias acciones. La más representativa, el paro de 5 minutos que se realizó el 4 de octubre de 2019 en los pueblos y ciudades de las provincias más despobladas, y que se replicó en 2020 a las puertas de los centros médicos. Además, se elaboró un programa con varios puntos en común que se presentó ante el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, cuanto todavía estaba en funciones.

Desde Teruel Existe, Manuel Gimeno también estuvo detrás de la organización de este evento multitudinario que tomó como nombre un lema que nació en una reunión sobre despoblación en Allepuz (Teruel). La España Vaciada, no vacía, porque según Gimeno fueron las políticas discriminatorias de los gobiernos durante años las que hicieron que se quedara sin población. “No siempre estuvo vacía, fue un desajuste territorial”, sostiene.

Para Gimeno, la reivindicación de Madrid no iba solo para España, sino también para Europa. Quería poner sobre la mesa un problema que estaba empeorando a velocidades agigantadas con la inacción de las administraciones, incluida la Unión Europea, que ni siquiera controlaba a dónde iban a parar los fondos de equilibrio territorial que destinaba al territorio español. “Ese ese dinero estableció todavía más desigualdades, porque a territorios como la Comunidad Valenciana se les consideró primer objetivo y a Teruel no”, lamenta.

Así, Gimeno pone en valor la repercusión que tuvo la Revuelta de la España Vaciada, incluso en medios internacionales, para poner sobre la mesa la problemática de la despoblación y conseguir que entrara en la agenda política. Pero insiste: “El objetivo final es conseguir un gran Pacto de Estado por el Reequilibrio Territorial”. Ya que, según considera, no será hasta entonces cuando se podrá empezar a trabajar con hechos y con verdaderos avances.

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