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Luis Pastor reta al Ayuntamiento de Madrid: “El 8 de septiembre, mi hijo Pedro y yo vamos a cantar en Aravaca”

Luis Pastor actuará en las fiestas de la Mercé, en Barcelona, pero también lo hará en Aravaca, Madrid.

Juan José Téllez

“Lo que pasa es lo que pasa, que no hay español verdadero, que esté tranquilo en su casa”, declama Luis Pastor, citando a Juan Panadero, cuando se le pregunta qué ha pasado en las fiestas de Aravaca: ya saben, poco después de que el nuevo Gobierno municipal de Madrid anulase el concierto de Def con Dos en el barrio de Tetuán, decidió eliminar de la programación la actuación que Pedro Pastor y su padre Luis, el célebre cantautor, tenían previsto celebrar en las fiestas de Aravaca el próximo 8 de septiembre.

“Hemos sido trending topic, o trending tripi”, se guasea Lourdes –hermana de Pedro Guerra y madre de Pedro Pastor- en la noche de Tarifa, pocas horas después de haber sobrevivido con Luis a un accidente de tráfico que dejó su coche definitivamente aparcado en el siniestro total: “Con la publicidad que nos están haciendo con la prohibición, voy a comprarme un coche que sustituya al que se me rompió ayer”, bromea Luis.

“Esta gente flipada del trifachito, los de parchis, se escoran a la ultraderecha porque los de Vox marcan el ritmo y la pulsión de dos partidos que no tendrían que estar ahí, porque la cultura es una herramienta del conocimiento y de las emociones que va más allá de las ideologías. La música tendría que estar fuera de ese juego desde el momento que aportamos valores y sensaciones al ser humano, a nivel vital, sentimental o estético. Ellos no han escuchado mis canciones ni las de mi hijo, seguro. Supongo que lo único que sabrán es que vengo de una tradición de ser cantante rojo”.

El autor de Qué fue de los cantautores, sus memorias en verso que pronto reaparecerán en formato CD-Libro, no cree en las excusas que han dado los portavoces municipales: “El concierto había sido contratado hace cinco meses por una empresa con todos los concursos de por medio. Y el hecho cierto es que nos dicen que el 8 de septiembre, mi hijo y yo no cantamos. Ellos se quitan de encima la pelota y dicen que la culpa es de la empresa. Y es mentira. La empresa gestiona lo que se acuerda en la Junta de Distrito y en el Ayuntamiento, y nuestra actuación fue aprobada. No tienen derecho a quitarme un trabajo, pero sobre todo no tienen derecho a impedirnos cantar”.

“El día 8 de septiembre, mi hijo Pedro y yo vamos a cantar en Aravaca -anuncia-, aunque todavía no sabemos cómo. Me lo ha garantizado Alfonso Sobrino, de la cooperativa Rosa Luxemburgo, los mismo que acogieron a los mineros de Asturias, que es gente solidaria, que es con los que tengo relación y para los que he cantado gratis y supongo que serían ellos los que me metieron. Ellos asistieron a la reunión de la que salió la propuesta de que nos contrataran. Lo curioso es que están convencidos de que la orden no viene de Aravaca. Que el chaval del PP de Aravaca no ha dado esa orden, que viene de arriba, del tinglado del three party. De ahí ha venido la orden, no se si de Villacís, que echa pelotas fuera a la empresa. En el fondo, es eso. Lo mismo que están haciendo en Andalucía, a nivel de retroceso de derechos, criminalizar al diferente, a las asociaciones de mujeres. En todas aquellas instituciones donde la extrema derecha va teniendo cuota de poder, con la ayuda de CS y PP, quieren instalar de nuevo el miedo. Yo sólo les invito a que escuchen mis discos, que lean mis memorias, para que sepan por qué los prohíben. Para que nos censuren de nuevo, pero con conocimiento de causa”.

“Rojos cantautores”

La primera vez que le vi actuar fue a finales de enero de 1976, aquel mes y aquel año tan difícil. Afuera del colegio mayor Chaminade, en Cádiz, había más antidisturbios que público adentro. Ahora, hablamos el mismo día que Maruja Torres ha escrito en su twitter: “Lo de la Memoria Histórica se enrevesa. No solo tendremos que olvidar la dictadura. Lo de ahora, también”. Unas horas más tarde, en la noche de Conil donde el año pasado Paco Ibáñez cantaba A Galopar, Luis Pastor ironizaría con la reconquista a caballo que Vox inició por Andalucía, con Morante a la cabeza.

“Son corderitos que van asomando la patita. Los neoliberales van de demócratas y no lo son. Es falsa la idea que la derecha tiene de este país. Gobernar Madrid para la Libertad, proclaman. ¿Libertad de qué, libertad de expresión o la libertad de prohibir lo que quieran prohibir? Se retratan solos. Me están haciendo una publicidad que nadie haría. Los medios tendrían que enseñar tu trabajo pero eso no se hace o si se hace no tiene demasiada repercusión, en los últimos días, en cambio, me abren las puertas de todos los programas y nos da también la oportunidad de presentar nuestro trabajo”.

Y es que Pedro Pastor acaba de publicar Vulnerables y a su padre todavía le quedan ejemplares de sus memorias en verso o de El viaje del elefante, el trabajo músico-teatral en torno a la obra del mismo título de José Saramago: “Todo este escándalo lo único que ha provocado es engrandecer la leyenda de los rojos cantautores. Son tontos, son gilipollas, lo inteligente es decir he entrado aquí y os vais a enterar pero no os vais a enterar de nada, porque lo vamos a hacer bajo cuerda, fastidiándonos de la misma forma pero sin que podamos decir ni pío. Entro, y puteo a estos cantautorcillos rojos, y nadie se da cuenta, eso sería lo inteligente. Pero lo hacen a las bravas. Vienen desde la involución queriendo dar pasos atrás en una sociedad del siglo XXI. Lo cierto es que volvemos a sentir que todo está en tela de juicio”.

Es el caso de José Miguel Arenas Beltrán, más conocido como Valtonyc, pendiente de que la justicia europea decida si entregarlo a España para cumplir tres años y medio de cárcel por las letras de sus canciones: “Si, es lo que le está ocurriendo a los raperos, presuntamente culpables de escribir letras. Sigue siendo una injusticia que se penalice la libertad de expresión. Que hay una canción de mi hijo Pedro que habla de algo del rey, un rap que habla de los reyes y de los policías que se fuman los porros de los chicos de la calle. Una amiga de este concejal de Aravaca le preguntó si había oído a Pedro y le dijo que no, 'pero me han contado que hay una canción que dice eso'”.

Se trata de Harto, en una de cuyas estrofas dice: “Harto del Rey, de la reina, del príncipe, de las infantas, de sus primos, sus cuñados, sus tíos, sus yernos, sus abuelos y todos sus muertos. De la realeza y de los vagos que viven a costa del resto”. Y además reparte estopa desde el Congreso a los colegios de curas.

Luis Pastor confirma que él actuará en las fiestas de La Mercé, en Barcelona, las mismas que pregonará Manuela Carmena, en una ciudad que la alcaldesa Ada Colau quiere convertir en refugio de todos quienes se sientan perseguidos: “Yo si cantaré en La Mercé, pero con Pedro ha habido sus más y sus menos, por lo que él dijo que no, que con él no contaran. No se qué lío tiene montado con las alcaldesas. Yo estoy dispuesto a ir a todas partes”.

Del uno al otro confín, como hacía cuando publicó Fidelidad o Vallecas, algunas de cuyas canciones sigue enhebrando en su repertorio nuevo, siempre en memoria de aquel poema de Louis Aragon al que también puso música: “Nacimos para ser libres”. O aquel texto en el que se enfrentaban a los oscuros, podridos en su noche. Presiente que su caso y el de Pedro no constituyen una excepción sino una constante. El Ayuntamiento de Oviedo acaba de suprimir, de una tacada, la programación que había dejado preparada el anterior equipo de gobierno, una decisión que afecta a una veintena de artistas, entre quienes figuraba Rozalén, que decidió enfrentarse en las redes sociales a dicha decisión y a sabiendas de que su rebeldía le dejará sin cantar en dicha ciudad asturiana durante los próximos cuatro años.

“Lo de Oviedo –lamenta también Luis Pastor—puede parecer que es una decisión que no es ideológica, pero si supone una criba excluyente respecto a sus predecesores. Nada de lo que venía de ello, nos interesa. Pero es que una cosa lleva a la otra. Todos estamos en peligro, nuestra música, nuestra poesía está siendo censurada desde miradas diferentes. Ya sabéis aquellos versos, lo de que vinieron por los comunistas, pero como no éramos comunistas no hicimos nada. Y terminaron yendo por los indiferentes. Son tiempos de involución en el mundo, en Europa, estamos otra vez en el punto de partida. En España, también”, dice.

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