La Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres se queda sin convenio tras 11 años
La Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres,
que fue pionera en Andalucía desde 1997 en la lucha contra el maltrato, se ha quedado este año sin el convenio con el Ayuntamiento de
Córdoba que, desde hace 11 años, le permitía sufragar los gastos de todas las
acciones que esta organización lleva a cabo en su tarea diaria. Este convenio, que se venía firmando
ininterrumpidamente desde el año 2001 por un montante de unos 10.000 euros, era
la base económica sobre la que se asentaban las acciones que le han permitido en este tiempo aunar
voluntades y participación unánime en su trabajo contra la violencia de género.
Tras varios meses de conversaciones para abordar la firma del convenio de 2013, las
negociaciones se han roto al proponer el Ayuntamiento de Córdoba un nuevo tipo de acuerdo
por el que el pago no se le haría hasta el año siguiente de las
acciones llevadas a cabo, algo que resulta inviable para este colectivo que
apenas cuenta como ingresos con una simbólica cuota de sus asociados, explica a Eldiario.es/Andalucia la portavoz de la plataforma, Carmen León.
La última propuesta que este colectivo recibió del
Ayuntamiento de Córdoba en este verano fue que el área de Mujer e
Igualdad se hiciera cargo directamente del pago de algunas de las
facturas de las actividades de este año pero, con el añadido, de que así sería
el consistorio el que tendría la última palabra para supervisar e introducir
los contenidos e intervinientes. Y a eso,
se negó la asamblea celebrada el pasado 18 de septiembre, para
defender su trabajo sin intromisión de nadie, como hasta ahora.
“Es un intento de asfixiarnos” en lo económico y, por tanto,
en la capacidad para realizar su labor, denuncia su portavoz. “Saben que nos
han ofrecido unas condiciones que no podemos firmar. Es hacernos volver a los
orígenes cuando no teníamos un duro y echamos a andar con la solidaridad y los
favores de asociaciones y colectivos. Es tener que volver a mendigar“, dice.
Víctimas y concienciación
Víctimas y concienciación
Quien dice estas palabras lleva pegado a ella un teléfono
las 24 horas de los 365 días del año para atender en nombre de la plataforma a
las víctimas de malos tratos o a quienes, en su entorno, quieran pedir ayuda.
Esa labor, la de la atención directa a las víctimas, es una de las que durante
todos estos años se han ido sufragando con el montante del convenio.
Y como esa, decenas de acciones año tras año. Cursos en sus primeros años de vida donde el desconocimiento social de la violencia
de género era alto y no se sabía cómo debía ser afrontado; campañas de
sensibilización dirigidas a toda la ciudadanía y en especial a los jóvenes;
organización de jornadas, estudios sociológicos sobre la realidad de la desigualdad
d, seguimiento de la Ley Integral contra la Violencia de Género, acciones de
difusión a través de su web, actividades culturales a propósito de su labor; y, por supuesto, todas las
acciones que en torno al 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia
de Género.
Sin el dinero que el convenio les
proporcionaba, la plataforma sigue su trabajo ultimando las actividades de su
calendario de 2013 en torno al 25N. Han “tirado de algún remanente” que tenían
ahorrado gracias a acciones solidarias de años atrás. Han
buscado también el apoyo solidario de colectivos y algunas empresas; sus
comunicaciones a través de internet en vez de correo postal se han
multiplicado; cuentan con la colaboración “en especie” del Instituto Andaluz de
la Mujer (IAM) que realiza parte de la cartelería; la Diputación de Córdoba
les cede su salón de actos para el cierre de actividades en diciembre; y
esperan que el consistorio les ceda un escenario para el acto central que se celebrará el 24 de noviembre en la Plaza de Las Tendillas.
Sobre el futuro, la plataforma intentará sentarse con el Ayuntamiento de Córdoba el año que viene para tratar de nuevo el
asunto. “Pero, si las condiciones van a ser las mismas, no vamos a firmarlo”, anuncia su portavoz. Porque quienes integran la
plataforma defienden la “autonomía” de estos años para trabajar sin intromisión alguna y para criticar las políticas que, a
su juicio, no siguen ese camino.
Mientras tanto, la tarea sigue adelante, en un momento en el
que, en opinión de la plataforma, “sigue haciendo falta una gran labor de
concienciación social“ sobre el maltrato, a todos los niveles pero, en
especial, en la juventud que sigue reproduciendo “los roles y estereotipos
machistas que, en último extremo, llevan a la violencia de género“.