Juntas pero no revueltas: Comisión 8M y Asambleas Feministas de Cantabria salen a la calle este 25N por separado

La Comisión 8 de Marzo y las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria (AFAC) se manifestarán este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, por separado aunque compartan el mismo espacio.

La manifestación que tendrá lugar este sábado a las 12.00 horas desde Puertochico hasta la Plaza del Ayuntamiento de Santander ha sido convocada por separado por las dos principales agrupaciones que aglutinan el feminismo cántabro. En la práctica, un grupo irá detrás del otro.

Ambas formaciones han realizado sus convocatorias en redes sociales. Con distintos grados de protesta, la Comisión 8 de Marzo y AFAC, que se autodenomina “bloque alternativo', leerán también sendos manifiestos al término de la movilización.

La situación supone un giro con respecto a lo ocurrido el 8 de marzo pasado, la otra gran cita del feminismo en Cantabria, cuando ambas formaciones se manifestaron unidas. Cantabria era, hasta ahora, uno de los pocos territorios que no había caído en la fragmentación como en buena parte del país.

Las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria, en sus redes sociales, han asegurado que “no vamos a renunciar a visibilizar en la calle el feminismo rebelde, antipatriarcal y que quiere subvertir esta sociedad, que representamos. En un mundo que cada vez es más violento y desigual nuestra voz no puede callarse ni amordazarse. Por eso llamamos a que os suméis al bloque alternativo que conformaremos en la manifestación que saldrá el sábado 25N a las 12 h desde Puertochico”.

Para AFAC hay motivos más que suficientes para manifestarse: “Por los asesinatos de mujeres, para denunciar el genocidio contra el pueblo palestino, ante el que no podemos quedarnos calladas puesto que Palestina también es cuestión feminista, para denunciar a los partidos como VOX, que en alianza con el PP, cuestionan la violencia machista y por ello la legitiman, para denunciar la desigualdad económica y social como origen de las violencias, al dejarnos más expuestas a la dependencia y vulnerables ante las relaciones de maltrato, y las situaciones de vulnerabilidad que especialmente sufren las personas trans, trabajadoras sexuales y migrantes”.