Barry B, cantante y compositor: “Es el momento para que los artistas protestemos por el genocidio en Gaza”

Gabriel Barriuso (Burgos, 2000) es el nombre que se esconde detrás del joven cantante conocido como Barry B, procedente de Aranda de Duero, que debutó en 2021 con su primer single, 'Kit Kat', y que hoy en día cuenta con casi un millón de oyentes mensuales en plataformas digitales. Tras dar sus primeros pasos en la música en una banda y sacar canciones que fluyen entre géneros como el rap, el rock o el pop, en noviembre de 2024 lanzó su primer disco completo, 'CHATO', “una transición de un estilo más urbano a algo más orgánico, que se acerca al pop-rock actual”, como él mismo lo describe. Su último single se titula 'Monster Truck' y es un adelanto del nuevo EP que lanzará en septiembre: 'Infancia Mal Calibrada'.

“Es un buen momento para que los artistas protestemos de alguna manera por el genocidio que está teniendo lugar en Gaza”, comenta Barry B a lo largo de esta entrevista con elDiario.es, en la que denuncia el conflicto actual entre Israel y Palestina y expresa su intención de no centrar sus canciones únicamente en el amor y dar voz a problemáticas sociales a través de la música: “Cada vez pienso más en que debería intentar hacer algo que pueda contribuir a mejorar la situación de malestar general en la que vivimos actualmente”.

Antes trabajaba como ingeniero programando casas inteligentes, pero hoy en día se dedica únicamente a la música. ¿Cómo ha sido ese cambio de vida tan radical y cómo se decidió a darlo?

Al final todo se reduce a que no sabía lo que hacer en mi vida. Cuando era más joven tenía una banda en Aranda de Duero, donde crecí, pero al final acabé estudiando una carrera y trabajando de ello. Sin embargo, ese trabajo no me hacía feliz y, de repente, la música volvió a aparecer en mi vida. Empecé a juntarme con gente de la industria, a moverme más en el sector y a tomármelo en serio, y comenzó a funcionar. El cambio que ha dado mi vida es enorme y la diferencia de cómo me siento en la actualidad a cómo me sentía antes es abismal, ya que ahora me dedico a mi pasión, a lo que me vuelve loco y me hace sentirme realizado.

¿La música era un sueño?

Siempre lo he considerado más una especie de ocio, porque es algo que me encanta y, al mismo tiempo, ha sido una vía de escape mediante la que desconectar del mundo. Hace años, en vez de salir de fiesta por el pueblo, me iba al local y ensayaba durante horas, pero lo hacía sin intención de grabar o de entrar en una compañía musical, y creo que esa es la forma más bonita de dedicarte a la música, sin haberlo buscado antes. Cuando empecé a tomármelo más en serio lo hice sin ser consciente de ello. Seguía ensayando porque me apasionaba, no porque quería dedicarme a ello, pero al final llegó un momento en el que lo vi como un reto e inconscientemente lo que convertí en mi trabajo; eso sí, sin perder la pasión que siento por la música.

Ha mencionado que la música también ha sido una “vía de escape” para usted. ¿Por qué?

Porque hacer música es una forma de expresarte, de sacar tus sentimientos de dentro y plasmarlos en canciones y eso sienta muy bien. Además, cuando cantas en un concierto hablas abiertamente con tu público, formas una comunidad, y cuando la gente se siente identificada con tus letras significa que no estás solo, que a todos nos pasan cosas en la vida, ya sean buenas o malas, y eso sigue siendo una forma de desconectar y de liberarse de los problemas.

Ahora me dedico a mi pasión, a lo que me vuelve loco y me hace sentirme realizado

¿Qué le hizo dar el paso definitivo para dedicarse solo a esta profesión?

Realmente me impulsaron a hacerlo otras personas y todo empezó en un bolo, cuando cantaba en Aranda y trabajaba con productores de esta escena, como Drami y Sam, que ahora se mueven en la industria musical de Madrid y que llevaron una de mis canciones a Sony. Pero el paso definitivo ha sido este año, cuando la discográfica Universal me vio en otro concierto, consideraron que tenía potencial y me propusieron hacer un disco completo, algo que ha salido realmente bien y de lo que estoy muy orgulloso.

El disco lleva el nombre de 'CHATO'. ¿Qué significa exactamente?

“Chato” es el nombre por el que me llamaba mi padre cuando era pequeño porque tenía la nariz chata y, de tanto oírlo, el resto de mi entorno también empezó a llamarme así, hasta que se ha convertido hoy en día en una manera de reunir lo que soy como persona en una sola palabra. Para mí es el origen de mi música, me transmite al lugar de donde vengo, por el que siento un amor y un orgullo muy grande.

La primera vez que canté en un escenario no sabía ni lo que decía de la alegría que tenía dentro, sentí un subidón de dopamina increíble

‘Kit Kat’ fue el primer single que sacó en 2021. Durante ese año no fue el único, también publicó ‘Taj Mahal’ y varios más. Tienen un estilo distinto entre ellos, que también suena diferente a sus canciones más recientes. ¿A qué se debe tal cambio?

Me gusta todo tipo de música, sin importar el género al que pertenezca. Si una canción me llama la atención y me engancha, no me preocupa su estilo, sino lo que me puede llegar a provocar. Es cierto que las canciones que mi familia escuchaba a lo largo de mi infancia me han marcado mucho y me han influido en mi forma de cantar y en mi estilo propio. Eran todas de ese rock de los 90, de Inglaterra y de América, una música muy potente que llevo dentro de mí, que hoy en día sigo escuchando y que, en un principio, fue una especie de guía que me ayudó a asentar las bases de las melodías, independientemente del género al que acabase perteneciendo la canción que saliese como resultado.

Por ejemplo, 'Kit Kat' representa exactamente lo que sentía en ese momento, seguramente estaría escuchando una canción de Ice Cube, el rapero, y quería hacer algo similar. Me dejaba llevar por lo que me apetecía en ese instante. También he probado otras veces un estilo más cercano al reguetón, en otras ocasiones me motivaba más el rock... Siempre he fluido y he sido fiel a lo que sentía en cada momento.

¿Cree que ha encontrado hoy en día el género en el que más cómodo se siente?

Lo cierto es que el disco 'CHATO' supone una transición de un estilo más urbano a algo más orgánico, que se acerca al pop-rock actual, pero mi último lanzamiento, 'Monster Truck, es un single mucho más bailable, para el que me inspiré mientras escuchaba el álbum de Charlie, el artista. Al fin y al cabo, creo que cuando tengo un objetivo claro, lo intento plasmar en un tema y, si cuando está terminado considero que está a la altura de la referencia que he cogido para componerlo y muestra el respeto suficiente hacia ella, simplemente lo lanzo. La vida y la música están para vivirlas.

Ha contado que las canciones son una forma de salvar la vida. ¿Hay alguna canción suya que le haya salvado la vida a usted?

Hay muchas canciones de artistas a los que admiro que me han salvado en diferentes momentos de mi vida. Entre singles míos me cuesta más seleccionar uno, pero creo que 'Yo pensaba que me había tocado Dios' es el que más me ha podido liberar de una situación complicada, porque es una canción de huida, que transmite ese sentimiento de estar harto y de querer salir corriendo. La escribí en una situación de explosión total, llevaba tiempo agobiado, intentando compaginar el trabajo de ingeniero con la música, estaba componiendo el disco y en aquel momento ninguna canción me motivaba para seguir... Incluso llamé a mi mánager llorando, desolado, sin saber si merecía la pena seguir cantando.

Él me aconsejó que me encerrara en casa unos días y que escribiera lo que estaba sintiendo, y así fue como salió esta canción. Creo que por eso ha tenido tanto éxito, porque la gente se siente identificada con la letra, con esa sensación de estar a punto de explotar. Es una llamada de auxilio que todos necesitamos en algún momento de nuestra vida.

'Yo pensaba que me había tocado Dios' es una canción de huida que transmite ese sentimiento de estar harto y de querer salir corriendo

¿Cómo surgió la colaboración con Carolina Durante en este single que tiene una historia tan personal?

Se me ocurrió colaborar con esta banda cuando acababa de empezar a trabajar con Universal, ya que Carolina Durante también lo hacía. Había escuchado sus canciones y, aunque no fuera un fan absoluto de su música, sabía que hoy en día es un grupo referente en el rock actual español y, al escuchar mi canción una vez producida, pensé que encajaba perfectamente con su estilo, así que hablé con Diego Ibáñez, el cantante. Él me dijo que le encantó, que no cambiase nada y que adelante con la colaboración, y así lo hicimos. Fue una experiencia increíble, todos los integrantes de la banda son maravillosos. Creo que he descubierto a varias de las mejores personas que hay en la industria de la música actualmente y nos hemos hecho grandes amigos.

Algunos de sus videoclips, como el de ‘Infancia Mal Calibrada’, mezclan sensibilidad y rudeza, al igual que sus canciones. ¿Qué busca transmitir a través de este tipo de estética?

Busco transmitir de manera visual las historias que hay detrás de los singles. La estética que tienen prácticamente todos los vídeos se asemeja un poco a la de las películas que más me han gustado siempre, por ejemplo, las del director Guy Ritchie, como en su película 'Rocknrolla'. Creo que tratan de visualizar la calle desde un punto de vista satírico, intentando transmitir lo que realmente es, una jungla en la que todos podemos caer y perdernos... El director de todos los videoclips ha sabido plasmar a la perfección las ideas que tenía en mi cabeza y ha creado unas piezas audiovisuales muy buenas.

Estoy pensando en cómo aportar, en este caso, a la situación actual que vive Gaza, que es básicamente un genocidio

¿Tiene pensado emplear sus canciones y videoclips como forma de protesta o reivindicación social en algún momento?

Últimamente le estoy dando muchas vueltas a este tema, y es que suelo hablar de amor en mis canciones porque es a lo que me acaban llevando mis sentimientos, pero me siento mal llevando siempre las letras hacia esa temática y cada vez pienso más en que debería intentar hacer algo que pueda contribuir a mejorar la situación de malestar general en la que vivimos actualmente.

Mi próximo trabajo ya está terminado, pero para el siguiente estoy pensando en esta cuestión sobre cómo aportar, en este caso, a la situación actual que vive Gaza, que es básicamente un genocidio. Es cierto que he realizado varias donaciones, pero quiero ir más allá, porque es un buen momento para que los artistas protestemos de alguna manera por este desastre, ya sea a través de nuestras letras o hablando directamente...

Las redes sociales, sinceramente, no me hacen sentirme lo suficientemente cómodo como para posicionarme sobre estos temas publicando stories o posts, creo que hay mucha presión y que es complicado por todas las personas que pueden opinar sobre ello, pero cada vez tengo más claro que en el próximo disco quiero protestar sobre las injusticias sociales que forman parte de nuestro día a día.

Me siento como un niño pequeño, como un chavalín que acaba de cumplir su sueño

En la actualidad se encuentra en pleno Tour del disco ‘CHATO’. ¿Cómo se sintió la primera vez que subió a un escenario?

Fue indescriptible. Sentí euforia pura, me vuelve loco salir al escenario. De hecho, estoy trabajando esa locura que siento para conseguir tener más control sobre mí mismo en los conciertos, porque cuando salgo a cantar a veces se me olvidan las letras por la sensación de adrenalina y de felicidad que vivo. En ese momento me siento como en otra dimensión, se me olvida el mundo... La primera vez que canté en un escenario no sabía ni lo que decía de la alegría que tenía dentro, sentí un subidón de dopamina increíble cuando el público comenzó a cantar mis canciones conmigo.

¿Y qué se siente después del concierto, cuando ese subidón se termina?

La sensación de acabar un concierto que ha ido bien, en el que has sido feliz, también es muy buena, muy gratificante, similar a la que sientes cuando te sale bien algo que te gusta mucho y en lo que has invertido tiempo, esfuerzo y energía. Yo me siento como un niño pequeño, como un chavalín que acaba de cumplir su sueño. Eso sí, cuando un bolo no sale como tenías pensado que salga, puede llegar a ser el peor día de tu vida, lo tengo comprobado, pero sin duda cantar en un escenario es lo que más me gusta de la música junto a componer canciones, algo que cada vez disfruto más.

Su Top 1 en Spotify es ‘TRANKIS’, el single que publicó junto a Aitana en mayo. ¿Qué significó para usted una colaboración con una artista como ella?

La colaboración surgió a través de su mánager, Miguel Torán, al que yo conozco y a través del que le llegó mi disco a Aitana. A él le gustó y consideraba que podía ser interesante para ella y, al ser una persona con muchas referencias y con experiencia en la industria de la música, Aitana confía mucho en él, así que lo escuchó y le gustó. Me propuso hacer una canción juntos y, precisamente, yo tenía un tema por ahí que me gustaba y quería sacar y, al final, lo hicimos. Solo modificamos la parte en la que entra ella cantando y, en general, todo encajó muy bien. Es una mujer y una artista increíble, agradable, respetuosa, valora a todo el mundo y es muy profesional, así que fue un completo aprendizaje colaborar con alguien tan grande y con tanto éxito como ella.

El sábado 23 de agosto tocará en el Sonorama Ribera Day de Santander junto a varias bandas internacionales y nacionales. ¿Qué espera de esta fecha?

Si las personas del norte son como su gastronomía, ¡creo que va a ser increíble!. En el primer concierto de la gira del disco 'CHATO' toqué en Oviedo y la gente tenía una energía brutal, fue una experiencia impresionante, así que de Santander espero algo parecido o incluso mejor. Además, tocaré con artistas a los que admiro mucho, así que tengo muchas ganas de que llegue el día y poder dar a conocer mi próximo EP, 'Infancia mal calibrada'.