'El conde Lucanor', la obra literaria medieval con la que un pueblo de Guadalajara quiere recuperar su identidad cultural
“El conde Lucanor es un libro lleno de moralejas. Una que podríamos aplicar a la actualidad es la de no dejarse influir por la opinión ajena”. Son palabras de Pilar Hualde, profesora de Filología Clásica en la Universidad Autónoma de Madrid y cronista oficial de la villa de Salmerón, el pueblo de Guadalajara en el que se terminó de escribir esta obra literaria de la Edad Media.
“Mis paisanos fueron muy amables al nombrarme cronista del pueblo. Aunque nací aquí, mis padres emigraron a la capital, pero llevo mucho tiempo investigando sobre Salmerón. Mis antepasados han vivido aquí desde el siglo XVI”, explica en la entrevista que ha mantenido con elDiario.es Castilla-La Mancha. Este pequeño pueblo de guadalajara, de unos 150 habitantes, se sitúa al sur de la provincia, muy cerca de la cabecera del Tajo.
Para Pilar, ser cronista no es solo un honor, sino que se basa en “rescatar la cotidianeidad del pueblo, tanto antigua como reciente, aquello que los historiadores no van a recoger, de manera que no se pierda nada de lo que es la intrahistoria del pueblo”. Tanta es su dedicación a Salmerón, que desde hace 25 años lleva investigando y escribiendo artículos, así como crear diferentes páginas web en varios dominios para aglutinar todo el conocimiento descubierto.
En la actualidad, a raíz del auge de internet y las redes sociales, Pilar considera que ser cronista es como “predicar un poquito en el desierto. Pero sí que hay personas que se interesan y se paran a reflexionar sobre la importancia de las raíces, y sobre lo importante que es conservar aquello valioso que nos han legado nuestros antepasados. Solo por esos poquitos, merece la pena”, señala orgullosa de su labor.
Los estudiosos manuelinos y también los salmeronenses han ignorado bastante el hecho de que se terminara de escribir en la localidad, solo porque es pequeña y poco conocida
El conde Lucanor fue escrita por el infante don Juan Manuel a comienzos del siglo XIV. Se trata de un compendio de cuentos o historias cortas que atesora un carácter moralizante. La estructura es sencilla: el conde Lucanor le plantea a su consejero Patronio un dilema, y Patronio le cuenta una historia que hace referencia a la disyuntiva que plantea el conde. Para finalizar, este emplea una moraleja que cierra la historia de manera que el conde Lucanor pueda extraer de ella la enseñanza y emplearla en su dilema.
Su autor, el infante don Juan Manuel -miembro de la familia real del reino de Castilla-, finalizó la obra en la fortaleza que poseía en la villa de Salmerón alrededor de 1335. Ese castillo donde se concluyó el manuscrito fue cayendo en el olvido, pero Pilar Hualde señala que “en la actualidad se ubicaría en el terreno que ocupa el cementerio municipal”.
Pilar reconoce que en la actualidad “existe muy poco sentido de pertenencia e identidad” con El conde Lucanor o con don Juan Manuel en Salmerón. “Los estudiosos manuelinos y también los salmeronenses han ignorado bastante el hecho de que se terminara de escribir en la localidad, solo porque es pequeña y poco conocida. Revisando el corpus epistolar de don Juan Manuel se descubre que Salmerón fue el primer municipio que poseyó el infante, de la actual provincia de Guadalajara”, señala Pilar Hualde. “Sin embargo, él siempre tuvo más estima por Cifuentes”.
A este hecho hay que sumarle que don Juan Manuel muere muy pronto y sus posesiones se dispersan. Salmerón lo hereda su hijo, que le sigue a la tumba tres años más tarde. La villa recae en la hija menor, Juana, que al casarse con el futuro rey Enrique II de Castilla, de manera que pasa a formar parte de la corona. “Después Salmerón va a pasar por distintas familias nobles, llegando a la Casa de Mendoza. Estos cambios hacen que no haya llegado ese sentido de pertenencia hacia la obra literaria, pero sí por los Mendoza”, expone Pilar.
“Pero curiosamente, hay descendientes de la familia Manuel que volvieron a Salmerón en el siglo XVI y XVII, por una rama ilegítima. Lo sabemos por un escudo de la familia del infante que existe en una casa particular y que data de hace cuatrocientos años”.
Dado que El conde Lucanor es una obra medieval, para acercar este título a los más jóvenes, Pilar Hualde destaca que “es importante que los profesores de secundaria hagan un gran esfuerzo por poder adaptar los contenidos. Se trata de una literatura didáctica, sí, pero está escrita en el siglo XIV”. Además, expresa que es necesario leer una adaptación, antes que el texto original, de manera que puedan comprender los conceptos que se transmiten.
La cronista explica que aunque es un libro escrito en el pasado, tiene muchas enseñanzas que podemos aplicar en la actualidad. “Lo más importante, y la enseñanza más fuerte del libro es la que hace el personaje de Patronio, que a problemas reales emplea el sentido común. Muchas veces en la sabiduría popular encontramos refranes que explican muy bien y que dan solución a esos dilemas que tenemos. A estos refranes se ha llegado por el sentido común”, señala Hualde.
Unas jornadas para reivindicar la identidad de Salmerón
Con motivo del 690 aniversario de la finalización del manuscrito de El conde Lucanor, el 12 de junio de 1335 según explica la cronista salmeronense, se van a celebrar unas jornadas culturales en la villa alcarreña de Salmerón del viernes 8 al domingo 10 de agosto. “Hemos elegido esta fecha para poder atraer al mayor público posible, ya que muchas personas que viven en Madrid, Barcelona y otras grandes capitales proceden de Salmerón y vienen para estas fechas, puesto que están cerca las fiestas de agosto”, señala Hualde.
Se trata de unas jornadas que llevan preparando desde hace dos años. “Lo hemos hecho con muchísimo esfuerzo, pero con pocos medios económicos. Sin embargo, ha habido una implicación absoluta de la gente del pueblo”, explica Hualde. Tanto es así, que dentro del programa existen representaciones teatrales de tres cuentos de El conde Lucanor, que estará dramatizado por “gente de Salmerón, que son mayores, pero que tienen ilusión por hacer esas representaciones”.
Unas jornadas culturales que quieren ir más allá. Pilar Hualde expresa su deseo de que “Salmerón se reivindique como lugar manuelino. Que podamos repetir estas jornadas y que la villa se hermane con otros lugares en lo que don Juan Manuel tuvo presencia y que son mucho más conocidos, como Peñafiel o Cifuentes, y que esto sirva para incrementar nuestro sentido de comunidad”.
Programa de actividades
Estas jornadas están pensadas para un público amplio y heterogéneo, desde un punto de vista histórico, literario y cultural. “Se va a inaugurar una pequeña exposición con paneles explicativos sobre don Juan Manuel, su importancia histórica, su obra y su relación con la Alcarria”, explica Hualde. Por otro lado, contarán con una pequeña exposición de ediciones del libro, generalmente escolares, aunque “algunas son de principios del siglo XX”.
Al mismo tiempo, el viernes 8 de agosto se proyectará un cortometraje sobre don Juan Manuel, lugares manuelinos y que contará con testimonios de cronistas de la provincia de Guadalajara como Antonio Herrera Casado.
El sábado 9 se escenificará una comitiva medieval en la que distintos personajes de la obra de don Juan Manuel, así como su autor pasearán por las calles de Salmerón y que descubrirán varias placas conmemorativas. Primero en la fachada del ayuntamiento, también en la plaza y dos placas más en el lugar donde se ubicaba la fortaleza del infante.
El programa incluye dos conferencias: una sobre la relevancia de la obra en la literatura medieval hispánica, a cargo de Teresa Martínez Alcolea, y otra sobre la relación del autor con la provincia de Guadalajara, a cargo de Plácido Ballesteros San José. Asimismo, durante todo el día estará abierto un mercado medieval con diferentes demostraciones artesanales y espectáculos musicales. El sábado culminará con un concierto de música medieval en la iglesia parroquial, a cargo del grupo Musicantes.
El domingo 10 se ofrecerá una visita por el patrimonio local, guiada por la cronista oficial de Salmerón.
Estas jornadas han sido organizadas por la Asociación Cultural CEAR, con la colaboración del Ayuntamiento y las asociaciones de Jubilados y de Mujeres Virgen del Puerto y de vecinos particulares y han recibido subvenciones de la Diputación y de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.
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