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Las librerías de Castilla-La Mancha ya tienen su libro

Imagen de la librería Biblos en Almansa (Albacete)

José Iván Suárez

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Por fin, las librerías de Castilla-La Mancha ya tienen su libro. “Existían estudios sobre autores y escuelas literarias, y sobre editoriales, pero no había nada parecido sobre librerías, y nos pareció que merecía la pena intentarlo”, lo cuenta a nuestros lectores, Alfonso González Calero, editor de Almud.

Desde hace unas semanas ya está disponible un trabajo único que reúne artículos de 15 autores de toda la región y donde, por vez primera, se recoge el conocimiento sobre este tipo de establecimientos únicos. 'Librerías de Castilla-La Mancha. Ayer y Hoy' es el libro que han coordinado, además del propio González Calero, los investigadores Isidro Sánchez y José Rivero.

A lo largo de las 300 páginas se recorre el pasado y el presente de un negocio para valientes. Abre el volumen una cita de Joan Magarit que dice: “La libertad es una librería”.

Una de las emprendedoras del sector, en la presentación del trabajo en el Teatro Circo de Albacete, cuenta que además es arte y equilibrio. “Y sí, traigo el libro de Belén Esteban y se vende”, revela el propietario de un establecimiento que lleva décadas abierto.

El editor González Calero explica que “las librerías tienen dos facetas claramente; una en tanto que negocios, que lo son, como cualquier otro del sector servicios; y un aspecto de dinamización cultural, de difusión de la lectura, no todas lo desarrollan con la misma intensidad, pero sí buena parte de ellas”. El libro explora esta labor activista a lo largo de las décadas, especialmente decisiva en tiempos de la transición democrática. Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Talavera de la Reina y Toledo asumieron claramente ese papel y así queda reflejado en el libro.

En aquellos años de cambio, algunas librerías, como Popular o Fuenteovejuna, no solo se expusieron a amenazas y pintadas sino también a atentados. Isidro Sánchez relata en el capítulo de su autoría como 120 personas crearon mediante micromecenazgo la mítica librería toledana Fuenteovejuna. “Sugestivo experimento de sociabilidad”, recuerda Sánchez, uno de los precursores de aquella iniciativa. Entonces, entre estantería y estantería, se realizaban conferencias, charlas y se agitaba ideológicamente a una sociedad que despertaba del franquismo.

Hoy, afirma Alfonso González Calero, “las librerías juegan un papel muy activo como difusoras de la lectura”. Siguen siendo aquel espacio en el que uno acude a por sus lecturas preferidas e incluso, “a que nos cuenten su vida”, detalla una trabajadora del sector. Puede que hayan perdido su impronta contestataria pero no han dejado de ser un lugar de encuentro. Con esta vocación nacieron hace siglos.

En otro apartado del libro, Julio Fernández-Sanguino Fernández narra que el nacimiento de las librerías estuvo muy ligado a las imprentas. Dice que en el siglo XVI ya hay referencias a la distribución de obras impresas en Toledo, en la casa de Juan Rodríguez y también en la librería del impresor Reymon en Cuenca. Cuando el siglo XIX acababa, en las provincias que hoy conforman Castilla-La Mancha, funcionaban 59 establecimientos en 32 localidades.

En algunas provincias como Guadalajara, dada su cercanía a la Universidad de Alcalá de Henares, también circularon desde bien pronto los libros. Y en Ciudad Real, existe, probablemente, la quinta librería en activo más antigua de España, Casa Ruiz Morote, fundada en 1882.

Aparte de en las cinco capitales de provincia, el arraigo de las librerías viene de lejos en otras grandes poblaciones como Almansa, Hellín, Almagro, Alcázar de San Juan, Villanueva de los Infantes o Talavera de la Reina. “Este libro es, de este modo, un recuerdo a las librerías que fueron, desde las más primitivas de finales del XIX o primer tercio del XX, a las más actuales. También a las que hubo en medio y que, por unas u otras razones, han desaparecido de nuestras villas o ciudades; y a las que acaban de hacer su aparición en escena”, escriben los coordinadores del volumen. De hecho, Concha Vázquez redacta, en su capítulo, casi un reportaje periodístico con jugosos testimonios del antes y el ahora de las librerías en Albacete.

Mientras tanto, y después de 24 años y 90 títulos publicados, desde Almud Ediciones continúan en su propósito de “hacer la Región con libros”. Concluye Alfonso González Corral: “Los libros son herramientas de conocimiento y cohesión”. Y que así siga siendo. A la historia de Castilla-La Mancha aún le faltan muchas páginas y siempre habrá librerías donde encontrarnos. 

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