Talayuelas, el pueblo en Cuenca que ha prohibido llenar piscinas y regar jardines o huertos por el consumo “excesivo” de agua
Los depósitos de agua de la pequeña localidad de Talayuelas en Cuenca están “saturados” debido al “excesivo consumo de agua potable y la situación de sequía”. Es por eso que se ha pedido a través de un bando municipal hacer un uso responsable del agua potable, limitado al consumo y la higiene y prohibiendo regar jardines, huertos y llenar piscinas. “Es de interés público y a los efectos de no tener que tomar medidas restrictivas, se apela al civismo y solidaridad de los vecinos en el uso del agua”, advierte el alcalde delegado, Pablo Jiménez. Sin embrago, la situación no es temporal, sino que viene derivada de varios problemas que se sufren en la localidad.
Además de la falta de lluvias y las altas temperaturas, el pueblo se enfrenta a que, al igual que en ocurre en muchos otros lugares, se ha multiplicado el número de habitantes por el verano. “Es nuestro problema principal”, señala Jiménez, que recalca que se está celebrando un campamento muy cerca, al que han llegado alrededor de 700 menores. “Es prácticamente el doble de nuestra población”, explica el alcalde delegado, a los que se añaden los visitantes de Valencia, Madrid y Barcelona. “Esto supone un estrés añadido a los depósitos y si a eso sumamos el uso de piscinas y riegos de huerto, pues se nota”, describe.
Cuando los depósitos de agua de la localidad bajan mucho de niveles, se detectan otros problemas. “Se arrastran los sedimentos de los fondos de los pozos y el agua sale sucia”, explica el alcalde delegado. La población debe beber entonces de agua ambotellada. Los sistemas de abastecimiento ya tienen problemas con anterioridad, aunque se ven acentuados a principio de verano. En uno de los pozos de la localidad, el agua sale con hierro disuelto, explica Jiménez, por lo que se debe someter a un proceso de depuración que es “muy costoso”. Por otro lado, en otro de los sistemas de abastecimiento hay problemas de nitratos y el agua debe someterse a un tratamiento especial, según señala.
De hecho, la localidad fue una en las que se detectó nitratos en el agua por encima de los 50 mg por litro, según los datos que aportó la asociación ciudadana Pueblos Vivos Cuenca que realiza mediciones regulares en la provincia. Al presentar los últimos datos, señalaban que “según la OMS, el agua de consumo público puede contener de forma natural hasta 10 mg/l de nitratos. A partir de 25 mg/l se considera ya una incidencia importante y una alerta ante una posible contaminación”. También advertían de que 50 mg por litro es el nivel máximo permitido por la Uniójn Europea.
En mayo de este año, el Ayuntamiento intervino en la antigua red de abastecimiento de agua, que databa de alrededor del año 1960, debido a que había pérdidas de agua por los “grandes deteriorors”. Justamente en el puente de mayo, la Diputación debió intervenir en la localidad y envió camiones cisterna para mejorar el abastecimiento de agua. “Antes de verano hablamos con la Diputación para buscar soluciones, sobre todo por la calidad del agua más que por el abastecimiento”, relata Jiménez. Desde la institución han propuesto medidas provisionales “para poder pasar el verano”, pero advierte de que se deben tomar medidas a largo plazo, como plantear nuevas captaciones o un trasvase de agua para la localidad.
Por el momento, señala el alcalde, no ha sido necesaria la intervención de camiones cisterna ni tampoco cortes de agua. “Sí hubo un momento en que uno de los depósitos se quedó vacío, pero con mucho control se han evitado los cortes. Por ahora”, remata.
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