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Núria de Gispert o cómo pasar de presidenta del Parlament a trol de Twitter

Artur Mas con Núria de Gispert cuando esta era presidenta del Parlament de Catalunya

Pau Rodríguez

“Cuesta resistirse a insultarla”. Lo decía Núria de Gispert de Inés Arrimadas, en conversación con un usuario de Twitter, en el mismo mensaje en el que llamaba a la líder de Ciudadanos “inmoral” y “mala persona”. A juzgar por cómo reparte improperios a políticos de todo tipo, en especial a los constitucionalistas, no parece que a la expresidenta del Parlament le cueste morderse la lengua, ni siquiera teniendo en cuenta que la que se está lanzando al fango de la discusión tuitera fue segunda máxima autoridad de Catalunya y es desde el martes Creu de Sant Jordi.

Dos días después de recibir este galardón, una de las máximas distinciones que otorga la Generalitat, De Gispert vino a tildar de “cerdos”, en un tuit que luego borró, a políticos como Girauta, Millo o la misma Arrimadas. Sus palabras han desatado una oleada de críticas entre los partidos, que han pedido en el Parlament que se le retire la Creu de Sant Jordi y que comparezca Quim Torra. Pero el president respondió que no la revocará porque se premia su trayectoria y da “la polémica por cerrada”.

Esa trayectoria a la que se refiere Torra incluye, en el caso de De Gispert, haber ostentado la presidencia del Parlament durante dos legislaturas (2010-2015) pero también varias conselleries y la ponencia del Estatut de 2006. Méritos que han quedado desdibujados por su conocida verborrea en Twitter, que se caracteriza por entrar a discutir en el cuerpo a cuerpo con otros usuarios, a menudo usando descalificativos. Sean estos personajes públicos o no. 

Un recorrido por el timeline de De Gispert del último mes permite comprobar que sus dardos no sólo han ido dirigidos a Arrimadas, a quien le llegó a sugerir que se fuera a Cádiz, sino a toda suerte de políticos. Sobre todo, a los que no comparten su visión sobre la independencia, que abrazó durante la época de Artur Mas como tantos otros miembros de CiU. Este mes de abril ha llamado “fariseo” a Jaume Asens, “tonto” a Pablo Casado, “idiota” a Cayetana Álvarez de Toledo, “vendida” a Meritxell Batet y “choni” a su principal fijación, la líder de Ciudadanos en Catalunya

De Unió, pero pujolista

A sus 80 años recién cumplidos, De Gispert participa en Demòcrates -escisión independentista de Unió Democràtica- y se dedica al activismo independentista. Ha dejado atrás una carrera política en la que ha ocupado numerosos cargos de responsabilidad en la Administración, sobre todo durante el pujolismo. 

Abogada de formación y funcionaria de la Diputación de Barcelona, el primer cargo que ocupó en la Generalitat fue como secretaria general del Departamento de Justicia en 1984, del que acabaría siendo consellera entre 1995 y 2001. Esa misma conselleria la dirigió antes que ella su padre, de 1982 a 1984. Ignasi de Gispert i Jordà, reputado jurista catalán y diputado de Unió, fue designado por Jordi Pujol para ese cargo en su primer gobierno. También es Creu de Sant Jordi.

De Gispert proviene de una familia acomodada descendiente de la chilena Dorotea de Chopitea, benefactora de distintas órdenes religiosas y proclamada “venerable” por la Iglesia Católica, y Josep Maria Serra, impulsor de la Banca de Barcelona. 

A pesar de ser de Unió, De Gispert fue ganando peso en el Govern de la Generalitat a la sombra de Pujol, que le concedió una macrocartera de Justicia y Gobernación, por lo que Duran i Lleida siempre receló de ella. Después de los años del tripartit y con la victoria de Artur Mas, De Gispert fue propuesta para presidir la Cámara catalana. 

A favor de la condena a los activistas del 15-M

Núria de Gispert estuvo al frente del Parlament durante los años más duros de la crisis económica y en los primeros compases del procés, hasta que en 2015 fue relevada de su puesto por Carme Forcadell. Durante el 15-M tuvo que entrar en helicóptero junto a Mas al Parque de la Ciutadella porque los activistas estaban rodeando la Cámara. Como presidenta apoyó que la institución ejerciera la acusación particular contra varios jóvenes que se sentaron en el banquillo por aquellas protestas. Incluso fue uno de los testigos de las acusaciones. La sentencia que acabó condenando a tres años de cárcel a ocho acusados le pareció “adecuada”.

Junto con la del helicóptero, una de las imágenes más populares que protagonizó siendo presidenta del Parlament fue la que la llevó a aceptar vestirse de hada para una entrevista en El País en 2011. “Nunca me he sentido feminista”, decía entonces.

Reproches desde en principio

La conversión de De Gispert en trol de Twitter no ha sido algo progresivo. Dejó la presidencia del Parlament en septiembre de 2015, se abrió ese mismo mes una cuenta de Twitter y empezó ya a cargar contra Duran i Lleida y Ramon Espadaler, los dos exponentes de la Unió Democràtica que ella había abandonado poco antes. “Tendremos que mandar lotes de Navidad para Duran, Linde y Margallo, y un lote para Rajoy. Ayudan mucho a Junts pel Sí”, publicó el 23 de septiembre de 2015.

Uno de sus insultos preferidos desde entonces ha sido el de “botifler” (traidor) para su excompañero de partido Espadaler, que se ha acabado pasando al PSC. 

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