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La devolución del dinero de la salida a bolsa rebaja la crispación de la Junta de accionistas de Bankia

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en la junta de accionistas.

Voro Maroto

Bankia ha devuelto 358 millones de euros a 76.000 accionistas, el 61% de los que han reclamado la devolución de su inversión en la salida a bolsa de la entidad, según ha anunciado el presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, en la junta general de accionistas que se celebra en Valencia. Ésta ha transcurrido con relativa tranquilidad, a diferencia de lo que ocurrió en anteriores convocatorias, cuando inversores en acciones o preferentes abuchearon e increparon a la dirección del banco.

Bankia decidió compensar a los pequeños inversores, cambiando su posición inicial, tras la sentencia del Tribunal Supremo que constantó las diferencias entre las cifras ofrecidas por la empresa en su oferta pública de acciones y las reales. Devuelve el dinero a partir del 18 de febrero. Desde entonces, ha recibido 125.000 peticiones. Según sus cálculos, unos 200.000 pequeños ahorradores intentarán recuperar su dinero más un 1% de interés. El banco ha reservado -provisionado, en el argot bancario- 1.800 millones de euros para hacer frente a las eventuales reclamaciones por su salida a bolsa.

Las cifras las ha ofrecido Goirigolzarri en el arranque de la junta, menos tensa que las anteriores. En las inmediaciones del Palacio de Congresos de Valencia, solo medio centenar de personas, con banderas y pancartas de sindicatos, clamaban contra la política laboral del banco. En los primeros turnos de palabra, se ha pedido reforzar el papel de Bankia como banco público -fue rescatado con 24.000 millones de euros por el Estado-, y se ha criticado repetídamente la política de personal de la empresa. Los “horarios decimonónicos”, los “trabajadores insatisfechos”, la imposible “conciliación” de trabajo y familia por las exigencias de la dirección, la falta de “diálogo social” o el despido de “7.000 trabajadores” centraron buena parte de las intervenciones.

Una representante de Adicae, una asociación de usuarios de banca, ha abierto el turno de los accionistas -casi todos, clientes atrapados tras la adquisición de preferentes- indignados. Ahorradores con pancartas “contra el fraude de las preferentes”, han cargado con dureza contra el banco. “Han resuelto el tema de las acciones pero no el de las acciones subordinadas. ”Nos han quitado la vida“. El relato de dramas personales provocados por la pérdida de dinero ha sido constante.

A diferencia de los inversores en bolsa, los que adquirieron preferentes no serán compensados, a pesar de que los litigios judiciales por el asunto se saldan mayoritariamente en contra del banco. En esa línea fueron un buen número de intervenciones. En otras muchas, se criticó la decisión del banco de copar la sala con “palmeros” e impedir el acceso de los clientes cabreados al acto. Estaban en una sala diferente, anexa a la principal, lo que silenció sus protestas.

Algunos accionistas han afeado a la dirección del banco su política comercial por, por ejemplo, “ser una de las entidades que más desahucia” y usar la obra social como “un instrumento de marketing barato”. Varios creen que Bankia no demuestra “su carácter público” y se comporta -guiado por el beneficio- como un banco comercial más.

Competitividad para “preservar el futuro”

En su respuesta a los accionistas, Goirigolzarri ha defendido su gestión, enfocada a “defender al contribuyente” (el estado tiene un 65% de las acciones) como el propietario del banco. Asegura que la experiencia reciente -en referencia a las cajas- demuestra que la gestión de la banca pública falla sino responde a criterios profesionales. Y defiende la sensibilidad social de Bankia en desahucios -no los practica, dice, en casos de primeras viviendas de familias “vulnerables” -o acuerdos con administraciones para darle uso a su parque de viviendas.

Goirigolzarri también ha entrado en el tema de la preferentes. Asegura que la entidad es “muy activa” en el tema: está intentando buscar acuerdos con los 9.000 propietarios de estos productos “híbridos” cuyo asunto aún está en los tribunales. El presidente de Bankia ha dicho que el asunto no tiene nada que ver con el de la salida a bolsa, le ha quitado importancia -9.000 pleitos pendientes sobre “230.000 cuentas con productos híbridos”- y ha recordado que en 2014 se ofreció acudir a un arbitraje para compensar a los ahorradores. El 80% de tenedores de estos productos acudieron.

El presidente de Bankia ha recordado que la quita a los preferentistas fue forzada por la Comision Europea, que la impuso para recapitalizar la entidad, rescatada de la quiebra con dinero público. Respecto de solución dada a la salida a bolsa, la calificó de “solución gratuita, sencilla, rápida y transparente”. Y ha advertido, veladamente, contra los abogados que no recomiendan a sus clientes aceptar la propuesta del banco.

Beneficio, eficiencia y rentabilidad

Las intervenciones críticas y sus respectivas respuestas-limitadas a tres minutos por turno- fueron precedidas por el discurso del presidente del banco. Gorigolzarri sacó pecho por los resultados de 2015: Mayor beneficio -1.040 millones, un 40% más-, mejora de la eficiencia -43,6%-, mejora de la rentabilidad (un 9%) sobre fondos propios o el descenso de la morosidad, ahora del 10,8%.

Unos “excelentes resultados”, dijo Goirigolzarri. “Contamos con un banco sólido”, añadió, después de asegurar que Bankia es el mejor de los seis grandes bancos que operan en España en varios campos: beneficio conseguido en el país, eficiencia o rentabilidad.

Al filo de las 15.30, tras tres horas y media de junta, Goirigolzarri dio por concluida la sesión. Con todas sus propuestas aprobadas, el presidente de Bankia se mostró optimista: “Tenemos una oportunidad histórica que no vamos a dejar pasar” para, entre otras cosas, “devolver” los 24.000 millones de euros del estado invertidos en el banco.

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