La muerte a tiros de dos cercetas pardillas protegidas en El Hondo de Elche evidencia el conflicto con la caza en el parque natural
El inicio de la temporada de caza en los humedales ha traído malas noticias. Como reconoce Mario Giménez, de SEO Birdlife en la Comunitat Valenciana, recientemente han sido abatidos un par de ejemplares de cerceta pardilla, un ave en “peligro crítico” por riesgo de extinción, en el parque natural del El Hondo (entre Elche y Crevillent) a manos de furtivos. “Se trata de ejemplares marcados y monitorizados por la Universidad Miguel Hernández y por la hora, por la noche, y el lugar donde murieron, cerca del coto de caza, se sabe que murieron por disparos de cazadores furtivos”, apunta Giménez.
El parque natural alicantino es, junto a Doñana, el principal espacio donde se refugia esta especie y donde la Conselleria de Medio Ambiente reintrodujo doce ejemplares hace dos años y medio. En cuanto a la cerceta pardilla es un ejemplar que se instala en humedales de la península para nidificar entre los meses de abril/mayo y finales de octubre, cuando vuela al norte de África para pasar el invierno. Los ejemplares abatidos todavía no habían iniciado su viaje hacia el sur.
Este suceso, del que venía advirtiendo desde hacía meses la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), vuelve a poner sobre la mesa la gestión de la actividad cinegética en este tipo de parques naturales. “Es cierto que el problema de la caza es uno de los grandes problemas que tenemos que resolver; lleva décadas enquistado”, reconoce Vicent Sansano, presidente de la Junta Rectora de El Hondo.
“Este año he estado varias veces reunido con el director de los Servicios Territoriales, que son los que tienen competencia en la materia, y con los técnicos”, avanza Sansano. “Se ha ajustado la normativa y los cupos pero todo va muy lento”, añade.
Por su parte, SEO Birdlife (miembro de la Junta Rectora) reclama una “profunda reflexión” sobre los planes técnicos de caza para mejorar el control de la actividad cinegética en las proximidades de los parques naturales: “Es necesario revisar estos documentos”, una tarea en la que deben participar conservacionistas, cazadores, expertos de la universidad y técnicos de la Conselleria. “Hay que ser muy exquisitos a la hora de gestionar esta actividad”, apunta Giménez, quien lamenta que los planes técnicos no sean públicos, “lo que dificulta la tarea fiscalizadora”.
Precisamente, esta ONG forzó recientemente en una reunión de la Junta Rectora la creación de una comisión ad hoc para abordar la cuestión de la caza y cuyo primer encuentro presumiblemente tendrá lugar el próximo miércoles junto con representantes ecologistas, cazadores y técnicos de Conselleria. En ella se hablará, entre otros asuntos, de la última medida del Consell, que no termina de aplicarse, de limitar la caza nocturna de aves acuáticas en los humedales del sur de Alicante hasta media hora después de la puesta de sol (en la actualidad se permite hasta una hora y media después del crepúsculo) con el objetivo de no interferir en los proyectos de recuperación de la cerceta pardilla.
“Esta decisión lleva tomada desde hace meses”, reconoce Sansano. “Lo llevamos pidiendo desde antes de este verano. Se ha llegado a un acuerdo y se va a limitar, pero te desesperas porque tarda mucho en llegar”. De todas formas, este catedrático de Biología jubilado recuerda que una de las dos cercetas muertas fue abatida a las 12,20 horas de la noche por un cazador furtivo. “Esto quiere decir que, aunque regulemos mejor los cotos, que se está en ello, hay que controlar también el furtivismo. Hay mucho trabajo que hacer porque requiere personal y medios, previa planificación que aún no la tenemos, sin olvidar las sanciones”, señala.
A este respecto, y teniendo en cuenta que la proliferación de furtivos viene de tiempo atrás, los cazadores autorizados que abogan por la defensa de un entorno de caza restringida, se han visto abocados a tomar medidas extremas. Hace cinco años, montaron guardias nocturnas en el parque y sorprendieron a varios hombres cazando sin permiso, logrando incluso retenerlos (tras arrebatarles las armas) hasta la llegada del Seprona de la Guardia Civil. Por ello, Vicent Sansano se muestra optimista con la comisión de la semana que viene. “Vamos a crear un clima de diálogo entre todos porque hay muchas cosas que hablar”, asume.
Otras dificultades
La cuestión cinegética vuelve a debatirse en un momento en el que El Hondo está próximo a conmemorar los 31 años de la declaración de Paraje Natural de la Comunidad Valenciana, el próximo 12 de diciembre. El considerado como uno de los humedales más importantes del mundo (como acredita la Lista de Humedales de Importancia Internacional, también conocida como Lista de Ramsar) por su interés para la conservación de la biodiversidad y por su interés ecológico se ha enfrentado a otros retos que “poco a poco vamos superando”, explica Sansano.
Otro problema del humedal es la sobrepoblación de carpas, una especie invasora que obligó a la Conselleria de Medio Ambiente, en junio de 2018, a autorizar una nueva desecación del embalse de Poniente para su eliminación. Esa misma Conselleria llegó a un acuerdo meses después con los regantes de El Hondo para abonar el pago aplazado de los 11 millones de euros que una sentencia obligaba a abonar a esta comunidad de regantes, a modo de compensación, por la prohibición a la caza en el coto del parque natural y que el PP se negó a pagar cuando estaba en el gobierno.
Pero quizás, el mayor desafío sigue siendo el de captar la atención de los visitantes para un entorno todavía desconocido. “Estamos avanzando mucho, se han adecuado los itinerarios y renovado los observatorios”, explica el presidente de la Junta Rectora, “pero todavía tenemos mucho por hacer”.
