Tú inaugura que algo queda
Con la cercanía de las elecciones europeas me vienen a la cabeza otras épocas preelectorales. Las de antaño, las de antes de la crisis…las de las inauguraciones. Que si un tramo de la Vía Parque, que si la sede provisional de la OAMI, que si la definitiva, que si la estación del tranvía, que si un túnel de la avenida de Dénia… ¡Qué tiempos aquellos! Y por más que miro a mi alrededor no encuentro nada en Alicante que el president Fabra pueda venir a inaugurar antes de los comicios europeos.
Me imagino a sus asesores pensando si quedará mal inaugurar la obra de la entrada sur de Alicante abandonada por impago de la Generalitat a la empresa constructora o el paralizado Barranco de las Ovejas –también por falta de fondos de la Generalitat- o el túnel de la Serra Grossa (millones enterrados sin uso por falta de presupuesto)… o tantos y tantos retrasos en obras que acumula Alicante por la falta de fondos del Consell. ¿El nuevo acceso a San Gabriel, el solar del centro de salud de Benalúa,…? ¡No sería tan extraño si recordamos aquella inauguración de la sede de la Casa del Mediterráneo con los ministros Margallo y Pastor sufriendo las inclemencias del tiempo, al albur de un auténtico vendaval ‘pascuero’, en un edificio sin ventanas, frío y bastante inhóspito! No lo digo yo, sino la presidenta de esta institución cuando desplaza a Barcelona o Valencia los escasos actos que se han organizado desde la inauguración de la sede en la antigua estación de Benalúa.
¿A qué vendrá Fabra a Alicante? ¿Qué anunciará cuando peregrine el 1 de mayo en la Romería de la Santa Faz entre codazos de sus acólitos por salir en la foto? ¿Cómo distraerá las preguntas de los periodistas acerca de los escándalos judiciales que sacuden a su partido?
¡Qué lejos quedan aquellos maratones de inauguraciones protagonizados por Camps o Zaplana que comenzaban en un colegio en Dénia para acabar con un nuevo parque para los vecinos de Bigastro! Al paso que vamos, Fabra tendrá que conformarse con realizar un recorrido histórico por los viejos baluartes industriales alicantinos y visitar la nave que ocupaba la antigua fábrica de Coca Cola, las naves de Altadis o ¿las de Alcoa? (siempre puede entrenarse visitando las antiguas dependencias de Canal 9 en Burjassot).
Aunque, bien pensado, el president también puede acudir a reinaugurar el rebautizado aeropuerto de El Altet, ahora Alicante-Elche. 24.000 euros destinados al cambio de nombre bien valen una foto. Después de que su antecesor inaugurara un aeropuerto sin aviones ¡todo es posible!