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Un “macroinforme” policial permite a la Fiscalía abrir 31 investigaciones sobre urbanismo en el parque natural de l'Albufera

Parque Natural de L'Albufera.

Lucas Marco

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La Albufera de Valencia, uno de los humedales más importantes de Europa con 21.000 hectáreas, puede desaparecer en apenas ocho décadas si no se regeneran las playas, según la Generalitat Valenciana. Situado diez kilómetros al sur de la ciudad, el espléndido parque natural ha sufrido durante años vertidos ilegales y permanece amenazado por el proyecto de ampliación del Puerto de Valencia. Sin embargo, las embestidas del urbanismo han sido una constante admonición para el humedal.

La Fiscalía de Medio Ambiente ha revelado en su memoria anual un llamativo aumento de investigaciones sobre urbanismo en la provincia de Valencia: de 37 diligencias incoadas en 2019 a 65 en 2020. El aumento se explica por un único atestado de la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Generalitat Valenciana que propició un “macroinforme” sobre la situación urbanística en la Albufera. El grupo de Medio Ambiente de la Policía Autonómica ostenta las competencias sobre vigilancia en parques naturales y control preventivo en humedales.

Una parte “sustancial” de las diligencias incoadas sobre irregularidades urbanísticas tiene su origen en el macroinforme elaborado por la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Generalitat Valenciana. Así, hasta 31 diligencias de las 65 incoadas en 2020 corresponden al atestado policial. La Fiscalía de Valencia “enfatiza el gran trabajo” de la Policía Autonómica con el informe de la situación urbanística de la Albufera, según la memoria anual de la sección de Medio Ambiente del Ministerio Público.

Por el parque natural, que forma parte de la Red Natura 2000, pasan cada año miles de aves en sus procesos migratorios. También acoge especies de gran valor ecológico y en peligro de extinción. Más de 14.000 hectáreas del parque están dedicadas al cultivo del arroz, una práctica que se desarrolla en la Albufera desde el siglo XVI y que convive con la pesca y la caza, presentes en el lago desde el siglo XII.

La Fiscalía ya investigó la alarmante bajada del nivel del agua del humedal, una situación que ha llegado incluso a las páginas del diario francés Le Monde.

A pesar de los exitosos proyectos de regeneración de algunas zonas de la Albufera, especialmente del Tancat de la Pipa, el lago se enfrenta a una amenaza mayúscula: la ampliación del Puerto de Valencia. El polémico proyecto pilotado por la Autoridad Portuaria de Valencia amenaza con salinizar el lago a consecuencia de la erosión de las playas, tal como explicó Eulàlia Sanjaume, catedrática de Geografía Física de la Universitat de València, en una entrevista con este diario.

Además, las columnas de humo y los vertidos de los buques han supuesto un importante coste ecológico para las playas del parque natural, según han denunciado colectivos vecinales y ecologistas integrados en la Comissió Ciutat-Port.

La batalla en el seno del Gobierno valenciano del Pacto del Botànic, que enfrenta a los socios del PSPV-PSOE (partidarios de la ampliación sin una nueva Declaración de Impacto Ambiental) y de Compromís y Unides Podem, continúa. La Conselleria de Emergencia Climática, que dirige Mireia Mollà, de Compromís, ha advertido a los consejeros del Puerto de Valencia de su “responsabilidad personal” si la ampliación de la infraestructura portuaria daña a la Albufera.

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