Un monolito en el Cementerio General de València recuerda a las víctimas valencianas del holocausto
El nombre de 53 personas de la ciudad de València deportadas a los campos de concentración nazis, donde fueron asesinadas o desaparecieron, está marcado desde este martes en el Cementerio General junto a un monolito en su recuerdo.
La obra, de dos metros de altura, está hecha de barro con la intención de que con el paso del tiempo se tenga que reconstruir y volver a honrar así a las víctimas del holocausto. El alcalde, Joan Ribó, ha asistido al descubrimiento de la instalación para “no olvidar a quienes perdieron la vida defendiendo la libertad y el derecho a ser, frente a la muerte y el horror”.
El alcalde ha manifestado que “los campos de concentración fueron la culminación de toda una maquinaria de tortura y terror que el régimen nazi sembró en Europa entre 1933 y 1945”, y ha destacado “de entre toda esta red de muerte e infamia” el de Mauthausen-Gusen, conocido como el campo de los españoles. Allí se trasladaron a 7.532 exiliados españoles que habían pasado a Francia en 1939 después de la victoria del bando franquista en la Guerra Civil y que fueron detenidos cuando el régimen nazi tomó Francia.
Ribó ha remarcado que un 59 % de ellos no salió nunca de Mauthausen, “murieron lejos de su casa, víctimas de la crueldad del nazismo y del colaboracionismo del dictador Franco, que los pudo salvar y no quiso por considerarlos traidores, condenándolos a una terrible muerte y, durante décadas, al olvido de las instituciones públicas”.
El monolito colocado en el Cementerio General está dedicado a todas estas personas, “en especial a aquellos valencianos que perdieron la vida en aquel lugar de horror y muerte”, ha explicado el máximo responsable municipal. En ese sentido, ha declarado que la iniciativa se enmarca dentro de las actuaciones del Ayuntamiento “para dignificar a las víctimas del franquismo y de la guerra”, que se iniciaron en 2015 con la exhumación de los restos de Teófilo Alcorisa, uno de los represaliados del franquismo enterrado en una fosa común.
Durante el acto, Joan Ribó ha estado acompañado del concejal de Cementerios y Servicios Funerarios, Alejandro Ramon, quien ha detallado que se ha optado por un monolito de ladrillos de adobe, elaborados con tierra y paja de arroz de la Albufera, “hecho con técnicas locales y materiales próximos”.
De esa manera, “con las lluvias, el viento y los diversos fenómenos meteorológicos se irá deformando progresivamente, del mismo modo que se degrada nuestra memoria y vamos olvidando algunos recuerdos”.
Esto hará, ha añadido el edil, que “las generaciones posteriores tendrán la responsabilidad de reconstruir esta conmemoración” y “de ellas dependerá volver a hacer el ejercicio de recuerdo y memoria colectiva para no olvidar el dolor, el odio y el holocausto que asoló Europa”.
Además del alcalde y el titular de Cementerios y Servicios Funerarios, han intervenido en el homenaje Estrella Israel Garzón, miembro de la junta directiva de la Comunidad Israelita de València, y Adrian Minguez, delegado de la asociación Amical de Mathausen en la Comunitat Valenciana.
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