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El obispado quiere intercambiar con el Ayuntamiento de Orihuela una iglesia ruinosa que sufre varios desprendimientos

Iglesia de San Agustín de Orihuela.

Laura Martínez

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La iglesia de San Agustín de Orihuela lleva cerca de 30 años en estado ruinoso. En 2008 entró en la llamada Lista Roja de Patrimonio, un catálogo que elabora la asociación Hispania Nostra para denunciar bienes en riesgo de desaparición o destrucción para impulsar su restauración. El templo, cita la web, es Bien de Interés Cultural, data del siglo XVIII y se encuentra “abandonada y en lamentable estado de conservación”, una afirmación que podrían corroborar los vecinos de la capital de La Vega Baja.

La iglesia, que hace años que no se utiliza para el culto, permanece anexa a un colegio concertado religioso de mismo nombre, con oferta educativa de primaria y secundaria, al que acuden cerca de 500 alumnos, según las estimaciones de padres y madres. La comunidad educativa lleva años reclamando al obispado, a través de Ayuntamiento de Orihuela, que efectúe reparaciones en la fachada por los riesgos de desprendimiento, que ocasionan preocupación entre los padres y madres.

Precisamente el viernes pasado, debido al fuerte temporal, algunos padres reiteraron la reclamación tras el desprendimiento de cascotes a la carretera. Las ventolera ha provocado la caída de algunas piedras de la fachada, punto de paso de la mitad de los escolares, con itinerarios distintos debido al protocolo Covid-19. La única medida de seguridad que hay ante los desprendimientos es una valla de obras y una cinta. “Los padres se llevan quejando al obispado mucho tiempo y lo han dejado de la mano de Dios”, ironiza un padre. Las familias ya reclamaron al consistorio en septiembre que instara al obispado a tomar las medidas necesarias para la seguridad, pero la malla que cubre la fachada y lleva años advirtiendo del peligro no se ha movido ni un centímetro. “Estamos preocupados y asustados por si le cae a un niño”, exclaman.

El templo abandonado es uno de los bienes que la Iglesia ofrece al Ayuntamiento de Orihuela en las propuestas de permuta en la que ambos trabajan desde hace un lustro para solventar el problema legal de la ocupación irregular de terrenos de un colegio religioso. La oposición al equipo de gobierno popular, formada por PSPV, Cambiemos Orihuela y Compromís, rechazó incluirla como valor dado su estado de deterioro y el impacto que supondría tener que rehabilitarla para las arcas públicas. La Iglesia, denuncian algunos vecinos, pretende quitársela de encima y cargarla al ayuntamiento. Según el informe municipal, el templo tiene un valor de 623.000 euros, aunque se caiga literalmente a pedazos.

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