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Tendiendo puentes de protección

Alba Teresa Higuera Buitrago

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Escuchamos las voces de los y las defensoras de ddhh, que gritan al mundo: ¡Nos están matando! ¡Basta ya de asesinatos a defensoras y defensores de derechos humanos! Y nos preguntamos: ¿Quiénes son las defensoras y defensores de ddhh?

Vamos a hacer un breve recorrido sobre la situación de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) en el mundo. Más del 90% de la población mundial sufre graves violaciones de estos derechos, 800 millones de personas sufren malnutrición crónica, más de 100 millones de menores no tienen acceso a la educación primaria, no se respeta ni protege los derechos sobre las tierras de las comunidades indígenas, afrodescendiente y otros pueblos.  Los DESC son una categoría de los derechos humanos en los cuales deben garantizarse cuestiones tan básicas como el trabajo, la seguridad social, la salud, la educación, la alimentación, el agua, la vivienda, unido al respeto y garantía de los derechos civiles y políticos y al medio ambiente. En resumen el derecho a la vida con dignidad.

Estas violaciones de derechos humanos se intensifican en las mujeres, niñas, personas mayores y diversidades sexuales. Se agrava la violencia machista, sufrimos el mayor impacto de la pobreza. Según Amnistía Internacional, una de cada 10 niñas en el mundo padece la violencia sexual antes de los 20 años, mientras que sólo un tercio de los países de la Unión Europea reconocen que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación.

En el Informe de 2018 de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) sobre Las personas refugiadas en España y Europa, dice que: “Vivimos el momento de la Historia en que existen más personas desplazadas de manera forzada a consecuencia de las guerras, las situaciones de violencia generalizada y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos a 30 de junio de 2017, más de 70 millones de personas habían abandonado forzosamente sus hogares, según los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)”. Puede ser que pensemos que estos hechos ocurren fuera del Estado Español, pero os invito a profundizar sobre el informe: “el grave retroceso de los derechos humanos” de la Plataforma DESC, conformada por más de 150 organizaciones de la sociedad civil que presentó en el año 2018 al Comité DESC de Naciones Unidas. Estas violaciones de derechos humanos se han intensificado cuando nuestras vecinas y vecinos han sido desahuciados de sus viviendas y ahora, por segunda vez, ya que no pueden pagar el alquiler. Intermón Oxfam en su informe “Desigualdad 1-Igualdad de Oportunidades 0. La inmovilidad social y la condena de la pobreza”, dice que en el mundo, la fortuna de los milmillonarios aumentó en un 12% en el último año -2.500 millones de dólares diarios- mientras que la riqueza de la mitad más pobre -3.800 millones de personas- se redujo en un 11%.

Ahora, herman@ podemos coincidir que al ver y vivir estas injusticias no hay que ser indiferentes, cruzarnos de brazos y mirar para otro lado. Es entonces, cuando personas comunes y corrientes, decidimos actuar para defender o promover los derechos humanos en el ámbito local, autonómico, estatal o internacional. La Declaración sobre Defensores y Defensoras de 1998 de Naciones Unidas dice que somos Defensor@s: “La persona que actúe en favor de un derecho (o varios derechos) humano(s) de un individuo o un grupo será un defensor de los derechos humanos. Estas personas se esfuerzan en promover y proteger los derechos civiles y políticos y en lograr la promoción, la protección y el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales”.

Es contradictorio, como explica Protect Defenders, que las defensor@s sean reconocid@s como gestoras de paz, de justica social, de los recursos naturales, de la tierra, en defensa de los derechos de las mujeres defensoras, las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales (LGBTI), por los derechos que defienden los pueblos orginarios, la lucha contra la corrupción, defensa del medio ambiente o porque llevan acciones en un contexto sensible, en zonas de conflicto armado o de emergencia humanitaria. Y precisamente por estar comprometidas con la defensa de los derechos humanos sean objeto de ataques, amenazas, asesinatos, palizas, desapariciones forzadas, homicidios, torturas por parte de gobiernos o agentes no estatales, como los paramilitares en el caso Colombiano. Las mujeres enfrentan riesgos diferenciados y efectos desproporcionados que se agudizan según su orientación sexual e identidad de género, su etnia, su ubicación territorial y ser parte de la población victimizada de la guerra, como lo explica el informe: “las defensoras y lideresas en Colombia: situación y perspectivas” elaborado, entre otras organizaciones por Sisma Mujer y entregado al Sr. Miche Forst, relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de ddhh de N.U. Estos atentados a los y las defensoras buscan intimidarnos, generar miedos y que dejemos de trabajar en la defensa de derechos humanos.

Front Line Defenders y la Red del Proyecto del Memorial en su informe: “Basta de asesinatos” que analiza los ataques mortales contra activistas en seis países. Más del 80% de la totalidad de los asesinatos de Defensor@s de ddhh documentados se han producido en Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras, México y Filipinas. En Colombia hay una alarma mundial porque desde la firma del acuerdo de paz han sido asesinad@s más de 472 defensor@s. En el informe de 2018, de esta misma organización, denuncia que fueron asesinadas 321 defensor@s de ddhh en el mundo, el 12% del total corresponde a 39 defensoras.

Por la defensa de la paz, de la vida y de la legítima labor de l@s defensor@s de ddhh, es necesario reforzar las formas de acompañamiento (materiales y políticas) y establecer nuevos mecanismos, a todos los niveles, que garanticen la seguridad de estas personas y las condiciones de su trabajo. En este sentido, Les Corts Valencianes, en la Declaració institucional en favor dels defensors i defensores dels drets humans del pasado 1 de marzo de 2018, reafirmaron su compromiso con la defensa de los derechos humanos individuales y colectivos, rechazaron la criminalización de las personas defensoras de derechos humanos, reconocieron el destacado trabajo de los programas de protección temporal de defensores y defensoras e instaron al Gobierno de la Generalitat a estudiar la posibilidad de articular programas similares. Argumentación que se expresa en el documento Propuesta programa valenciano de protección temporal de defensoras y defensores de derechos humanos.

Entre las partes fundamentales para nosotr@s, están vosotr@s, la gente común y corriente,  vecinas y vecinos y en general, la opinión pública valenciana. Por ello, os convocamos a las jornadas “Valencia por los derechos humanos” por la protección de las personas defensoras que realizaremos el 29 y 30 de marzo del presente año en el Ayuntamiento de Valencia. Ven a conocer nuestras historias como Defensoras y Defensores de Derechos Humanos y junt@s seguiremos labrando la tierra con la esperanza de que en los surcos germine el nuevo fruto de la igualdad, en equidad para la participación, la democracia, la recopilación de la verdad que anide en las raíces de la memoria. L@s defensor@s de ddhh mantenemos nuestros sueños intactos por un mundo mejor, conscientes de nuestro género y de clase, de retejer entre las ramas de los abrazos y los cuidados para seguir defendiendo los derechos humanos.

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