La Universitat Politècnica de València recauda de particulares 25.000 euros para los alumnos vulnerables cuando tiene un presupuesto de 350 millones
La Universitat Politècnica de València, que administra un presupuesto de más de 350 millones de euros anualmente, ha lanzado una campaña de micromecenazgo para recaudar 25.000 euros con el fin de ayudar a los alumnos que más hayan sufrido en sus economías el impacto de la COVD-19. Desde Intersindical Valenciana-STEPV censuran esta actuación de “limpieza de la reputación” y proponen que se recorten gastos de algunos departamentos con los que se podría igualar o superar con creces esa aportación a los estudiantes más vulnerables.
Así, en un comunicado, aseguran que “para obtener este dinero” podrían reducir los gastos en desplazamientos y dietas, que en 2018 supusieron 1,7 millones de euros. “Se puede reducir el número de asesores que cuestan más de 294.000 euros anuales o las direcciones de área donde la universidad gasta alrededor de 153.000 euros”, explican.
Proponen también reducir “transitoriamente” el complemento retributivo del gerente de 16.000 euros anuales, “puesto que el gerente tiene, además, la remuneración de vicegerente (máxima clasificación en la función pública A1 30 E050)”. “O los complementos del rector (20.600 euros) o vicerretor y vicerrectora (9.300 euros por diez cargos), que también reciben además de su salario como profesorado”, explican las mismas fuentes.
También se podría “prescindir de alguno de los tres coches oficiales de los que disponen en el Rectorado”. Además, y para predicar con el ejemplo, “STEPV está dispuesto a ver reducido el presupuesto que la UPV le asigna para el funcionamiento de las gestiones de despacho”. “El artículo 45 de la LOU faculta en la universidad a instrumentar una política de becas, ayudas, créditos y exenciones parciales o totales de las tasas para alumnos, por lo que no sabemos es que pretende la UPV con esta campaña”, sentencian.
“STEPV defiende la gratuidad de la educación pública en todos sus niveles, desde infantil hasta la universidad y un buen sistema de becas que compense la falta de recursos para estudiar. Este es el camino para invertir en justicia social”, concluyen.
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