El incendio en las cocheras de la EMT de Valencia no fue intencionado y se originó en el cuadro eléctrico de un autobús
“En el lugar de los hechos no se han localizado indicios que hiciesen sopesar una posible intencionalidad del siniestro”, asegura el informe pericial del incendio ocurrido en las cocheras de la EMT de Valencia el 5 de diciembre pasado entregado por la Brigada Provincial de Policia Científica al Juzgado de Instrucción número 1, encargado de las diligencias sobre el suceso. “Todo parece indicar que el origen del incendio pudiera estar relacionado con alguna incidencia en el cuadro eléctrico del bus 5174, situado detrás de la cabina del conductor, no pudiéndose precisar mayormente debido al alto grado de destrucción que presenta la zona”, prosigue el informe en sus conclusiones.
La policía localiza en su informe en qué vehículo se originó el fuego (un Renault modelo CITY E2 VOITH, matrícula 4911- BRD) y dónde estaba estacionado en las cocheras de la EMT de la calle de San Isidro cuando se produjo el incendio, a las 16.45 de la tarde (concretamente, en la plaza B-48). Según el documento, al que ha tenido acceso este diario, se trataba de un autobús que funcionaba a gasóleo, mientras el resto de los 16 vehículos destruidos en el siniestro funcionaban con gas natural comprimido.
La hipótesis más probable, según la investigación policial, es que se produjera un cortocircuito en el autobús donde se declaró el incendio. Se indica en el informe que el historial de operaciones de ese vehículo registró desde el 30 de noviembre “incidencias con el circuito de calefacción y con la placa trasera del conductor”. El Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE), ubicado en esa placa detrás de la cabina del conductor es “un dispositivo a modo de centralita que registra los datos de actividad tales como distancia recorrida, conexión/desconexión, emergencias, etc”. Los datos del SAE han podido ser recuperados por la empresa fabricante Indra y reflejan una conexión a las 16.21 horas y una emergencia a las 16.32, poco antes de comenzar el incendio, “compatible con algún problema en dichos autobús”.
Un informe de los técnicos, que la policía adjunta, apunta que esa conexión “podría ser compatible con que hubiera algún problema en el bus que hiciera llegar al SAE las señales incorrectas de activación de contacto y emergencia, como el incendio cortocircuitando los cables de señales, pero no hay nada concluyente que nos permita afirmarlo”.
Sobre la propagación del incendio, el informe de la Policía Científica explica: “El hecho de que los buses fuesen de combustible a gas natural comprimido, la ubicación de sus depósitos de combustible en el techo exterior de los mismos y que estos se encontrasen totalmente repostados contribuyeron a la rápida propagación del incendio toda vez que el fuego iba alcanzando estos depósitos de combustible, los mecanismos de seguridad y válvulas de alivio del gas propio de estas botellas actuaron como 'sopletes' con fuertes llamaradas de varios metros. La disposición horizontal de estos depósitos contribuyó a la propagación del fuego por simpatía de un bus a otro, incluso aún con plazas de garaje vacías al ser retirados por los empleados con la intención de crear 'cortafuegos' entre bus y bus”.
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