Profecía incumplida y optimismo crítico: al Botànic le queda mucho por hacer
Si no había quedado claro cuando, nada más empezar, ha asegurado que “el espíritu del Botànic no tiene limitación temporal”, Ximo Puig ha cerrado su discurso del debate de política general con un muy gráfico resumen de situación.
“Hemos superado los tenebrosos y catastróficos augurios que se escuchaban al principio de la legislatura en esta Cámara”, ha indicado en clara alusión a la derecha y a un buen número de opinadores. “De hecho, ya han sido sustituidos por las falacias identitarias que solo existen en los peores deseos políticos”, ha continuado en referencia a los exabruptos anticatalanistas de la oposición con los que Isabel Bonig ha vuelto, un rato después, a construir su crítica. “Hemos superado lo peor de la crisis y estamos avanzando a mayor ritmo que el resto de España”, ha proseguido, para advertir: “Queda, sin embargo, mucho por hacer”.
El Gobierno que preside, según Puig, después de dedicar la legislatura a “rescatar personas”, de “poner la Comunidad Valenciana a funcionar” y, en definitiva, de “cumplir la palabra dada al pueblo valenciano”, se encuentra “en medio de una inmensa tarea de transformación” que invita a mirar al futuro.
Presidente de un gobierno de coalición con Compromís, sostenido desde el Parlamento por Podemos, el socialista Puig ha despejado cualquier duda sobre la voluntad de dar continuidad a ese proyecto que ha llevado a la sociedad valenciana a un punto en el que “no quiere volver a lo peor del pasado y comparte un optimismo crítico”.
“Desarrollo y no parálisis”, “igualdad y no fractura”, “democracia y no miedo” es lo que, en su opinión, hace posible hablar de un futuro mejor. Por si alguien no se había dado cuenta, el presidente ha remarcado que “toda la intervención ha estado centrada en la lucha por un futuro mejor”. En efecto, los pasajes dedicados a la herencia recibida se han reducido considerablemente en comparación con discursos anteriores. También las referencias a la reivindicación de un nuevo sistema de financiación autonómica, un cambio de énfasis bajo la nueva presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez que levantó ampollas este mes de agosto entre el presidente y la vicepresidenta, Mónica Oltra. Ambos, Puig y Oltra han escenificado su sintonía, que induce a todo el Consell, al acudir juntos a las Corts Valencianes para este último debate de política general del mandato.
En todo caso, a unos meses de las próximas elecciones autonómicas, el Botànic tiene ya un bagaje propio que defender, una ejecutoria sobre la que discutir y en la que apoyar su futuro. “El Acuerdo del Botánico, desde una visión superadora del partidismo, ha generado un escenario de estabilidad, diálogo y honradez”, ha sentenciado Puig.