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El caos de las apps del taxi: más de 30 aplicaciones diferentes en las grandes ciudades

Una mujer utilizando una app de movilidad.

Iván Fernández

Hasta por más de 30 aplicaciones se puede pedir un taxi en España. Algunas más conocidas, otras menos. Algunas a nivel nacional, otras a nivel autonómico. Pero si por algo se diferencian es por quién está detrás y la tarifa que se cobra al conductor. En el primer modelo, la aplicación está desarrollada por multinacionales que cobran una comisión en torno al 12% más IVA por trayecto. En el segundo, son desarrolladas por asociaciones del taxi y la cuantía a pagar es una tarifa plana independientemente del número de servicios. Diferentes modelos para transitar hacia una digitalización del sector, demandada por usuarios y taxistas.

“La digitalización es completamente necesaria”, comenta el presidente del sindicato del taxi de Catalunya, quien advierte que el taxi ya tenía aplicaciones antes de que llegara Uber. “Tenemos que adaptarnos y una de las opciones es el precio cerrado”, comenta. Según la Federación Española del Taxi, un 25% del negocio del taxi se lleva a cabo por aplicaciones y estiman que en cinco años se llegará al 60%. A nivel individual, supone aumentar entre un 8% y un 12% la facturación. “El objetivo es ofrecer el mejor servicio posible al cliente y que siga confiando en el taxi”, explica Andrés Veiga, presidente de Pide Taxi.

Para el director de Free Now en España hay una corriente muy fuerte de digitalización por parte del cliente. “El taxi convive en un ecosistema competitivo que es plenamente digital: en la medida que se digitalice podrá competir mejor en ese ecosistema. Esto no es incompatible con mantener la forma tradicional de coger el taxi”. Para Cabify, que ha empezado a operar con taxis recientemente, la digitalización representa “una alternativa esencial para entender el presente y el futuro de la movilidad urbana en cualquier ciudad”. Se congratulan de que en un año se haya pasado del conflicto “inexplicable” a una “evolución muy clara del propio sector del taxi”.

El modelo multinacional

La aplicación que más número de usuarios registra es Free Now, propiedad de BMW y Daimler, que dejó atrás su anterior nombre (MyTaxi) hace tres meses. El mismo tiempo que lleva su nuevo director al frente, Jaime Rodríguez de Santiago, anterior director de Blablacar para España, Portugal y Alemania. Actualmente, la aplicación de intermediación opera en más de 100 ciudades a nivel mundial y en España en las urbes de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Málaga y cuatro ciudades de Asturias: Avilés, Gijón, Oviedo y Mieres.

En cuanto a su flota, ya son 18.000 taxistas los que han decido colaborar con la aplicación y el ritmo de crecimiento anual es de dos dígitos, según Rodríguez. “Está aumentando el número de taxistas porque está aumentado mucho la demanda. Ellos saben que sus compañeros están haciendo muchos servicios con nosotros”, comenta. “Nuestro papel es intentar equilibrar oferta y demanda para que los conductores tengan suficientes servicios y los pasajeros tengan suficientes coches alrededor para que el tiempo de espera sea bajo y la calidad del servicio, buena”, declara.

El pasado julio Cabify, cuya propiedad se reparte entre directivos (25%), la empresa japonesa Rakuten (40%) y el fondo español Seaya Ventures (35%), incorporó la posibilidad de solicitar un taxi a través de su aplicación. Actualmente, el servicio está disponible en las ciudades de Valencia, Madrid y Santander. “A principios de este año, nos comprometimos a ofrecer nuestra plataforma a los taxistas españoles, como lo hacemos en más de 60 ciudades de Argentina, Ecuador, México, Brasil, Colombia, Uruguay y Chile. Tenemos un compromiso firme con el sector del taxi y, de hecho, a nivel global más del 40% de los viajes que gestionamos son trayectos de taxi”, comentan desde Cabify.

De momento la flota de la empresa de movilidad española, con sede fiscal en Delaware (EEUU), es de 100 taxis que operan en Madrid y tres en Valencia, pero prevé que aumenten rápidamente. “En vista de los positivos primeros resultados estamos trabajamos intensamente para ofrecer más capacidad. Hemos comprobado que la demanda de viajes en taxi a través de nuestra aplicación se multiplica prácticamente por 3 semana a semana y la oportunidad de tener facturación adicional para los taxistas es clara”, comentan desde la compañía.

En medio del río revuelto también quiere pescar la estadounidense Uber, que ya ofrece servicio de taxis en Alemania, Estados Unidos, Turquía o Italia a través de su app. “Confiamos en alcanzar algún tipo de acuerdo que nos permita colaborar con ellos. Ayudaríamos a los taxistas a ganar más dinero en el mismo periodo de tiempo”, asegura el director de Uber para el sur de Europa.

Comisión por trayecto

“La comisión es del 12,5% cuando es una carrera que viene de nosotros, si no la lleva a cabo no tiene que pagar ningún coste fijo”, señala el director de Free Now. Cuando todavía se llamaban My Taxi, el sistema era distinto. “Hicimos una revisión de las comisiones porque el sistema que teníamos antes era poco flexible. El importe fijo representa un porcentaje muy diferente según la longitud de la carrera”, comenta Rodríguez. Algunos taxistas afirman que las comisiones son grandes y hay que pensárselo dos veces antes de operar a través de la app. Sin embargo, Rodríguez opina que los que estén dispuestos a pagar depende del valor que aporten. “En la medida que seamos capaces de ayudar al taxista a competir en un entorno cada vez más digitalizado, donde hay más clientes que quieren usar el móvil y aportemos ese valor, justificamos el precio”, reflexiona el directivo.

Desde Cabify no quieren “entrar en detalles del mercado”, pero sí aseguran que será la comisión más competitiva. Según un artículo publicado en El Español, la comisión será inferior al 12,5% que cobra Free Now. De momento, la compañía española ha lanzado una promoción de comisión cero que dura hasta finales de año. “Los taxistas que comiencen a operar en Cabify tienen comisión 0 en nuestra aplicación y, además, no requerimos ningún tipo de exclusividad. Queremos que de primera mano tengan claro que Cabify es una fuente más de ingresos para ellos”, comentan desde la compañía. “Estamos seguros de que cuando prueben Cabify, y sepan que ponemos a su disposición más de 3.000.000 de usuarios registrados en España, vamos a construir con ellos una colaboración a largo plazo”, afirman.

Hacia la unificación de las aplicaciones del taxi

Hay más aplicaciones desarrolladas por el sector del taxi que comunidades autónomas, y en cada una triunfa una distinta. Con la idea de unificar el sector y avanzar hacia la digitalización, desde la Asociación de Radio-Taxi de España (Arte) están trabajando en una actualización de la aplicación Pide Taxi, que saldrá a la luz cuando consigan unificar las más de 110 radios de taxi que hay en España. “En algunos sitios es complejo, pero tienen que adaptarse al siglo XXI”, comenta Andrés Veiga, presidente de Pide Taxi y de Arte.

La aplicación Pide Taxi opera en 11 comunidades autónomas y más de 100 ciudades, con una flota de 18.000 taxis. Su modelo es una red de redes que convergen en una única aplicación. Cada asociación local aporta una cantidad de dinero en función del número de taxistas que incluya y automáticamente se convierte en copropietaria de la app. Estas asociaciones sacan el dinero de la cuota fija que cobran a sus asociados. “Es una cantidad ridícula la que les cobramos. No somos ninguna multinacional, somos una asociación de radio-taxis que no busca lucrarse, solo equiparar los gastos a los ingresos. No les vamos a sangrar”, comenta el presidente de Pide Taxi. “Con nosotros tienen la garantía de que los servicios los darán taxis y no se van a desviar a transportes alternativos como ocurre con las apps de multinacionales”, explica.

La Federación Española del Taxi (Fedetaxi), conocida comúnmente como la gremial, también va a lanzar una aplicación en el mes de noviembre. Está desarrollada por la empresa alemana Ioki y pertenece a la compañía de autobuses Arriva, propiedad del Deutsche Bahn. “Es la tercera empresa de autobuses interurbanos en España y la primera en Europa”, comenta Miguel Ángel Leal, presidente de Fedetaxi.

Inicialmente, operarán solo en Madrid y tras “arreglar las costuras de la app” comenzarán en 2020 su expansión por el resto de España. “Hay 4.000 taxistas que la están esperando a nivel nacional, entienden que tiene que haber una aplicación para todo el país”, explica Leal. El anuncio del nombre se lo están guardando para la presentación, pero el presidente de la gremial sí que explica la relación con el taxista. “Nuestra comisión será en torno al 10% del trayecto más IVA”, comenta. Un modelo similar al llevado a cabo por las multinacionales.

Precio cerrado, ¿sí o no?

En Barcelona el Institut Metropolità del Taxi (Imet) ya aprobó el pasado junio una regulación que permitía a los taxistas ofrecer una tarifa a precio cerrado y a los clientes escoger entre el método tradicional o la nueva modalidad, siempre y cuando se tramitara a través de una aplicación. El cálculo de la tarifa se basa en un promedio de la simulación del trayecto sobre el mapa. Según la Imet, el precio es prácticamente el mismo. Si el consumidor encuentra retenciones o calles cortadas, la tarifa cerrada le saldría más barata. Mientras que, si la carrera es rápida, la tarifa flexible podría salirle a un coste menor.

Un ejemplo de la cantidad de aplicaciones que hay es el número de plataformas que ofrecen esta tarifa: Ntaxi, JoinUp, Taxi ecològic, Free Now, Taksee, Radio Taxi Catalana, Radio Taxi Barcino, Ey Taxi, Zolty, Taximès, El taxi y Taxi Click.

Cristian Navarro, del grupo Taxistas Unidos Autónomos Metropolitanos, llevó a cabo un estudio para comparar el funcionamiento del precio cerrado con el taxímetro. Contó con la colaboración de las 12 plataformas de intermediación que operan en Barcelona, el Sindicato del Taxi de Catalunya y la administración catalana. “En trayectos de menos de 10 kilómetros el precio cerrado es un poco mayor y en recorridos de más de 10 kilómetros es un poco menor”, comenta el autor del estudio. La normativa afecta solo al área AMD, y según la investigación, el 80% de los trayectos realizados en dicha zona fueron a precio cerrado. “El usuario lo que busca es tranquilidad y seguridad”, afirma Cristian, aunque también señala que la decisión entre una tarifa u otra se toma en función de la previsión del tráfico.

En Madrid, gracias al músculo financiero que hay detrás, Free Now está llevando a cabo la promoción “Lite”. El taxista recibe el importe total del trayecto menos la comisión, pero el cliente coge el taxi a precio cerrado y con un 50% de descuento. Si el taxímetro supera el importe estimado, la compañía paga el resto. “Nos estamos adaptando a un cambio regulatorio que va a venir y estamos aprendiendo cómo puede funcionar”, comenta en referencia a la futura regulación que permitirá emitir un precio cerrado en la pre-contratación del taxi. “No la aplicamos en otras ciudades porque no tenemos la certeza regulatoria”, explica. De momento, Pide Taxi no ofrecerá este servicio hasta que la “regulación esté bien implementada”, mientras que desde la gremial ya tienen listo su funcionamiento junto con el taxi compartido y están “a la espera de que se instaure”.

“Somos los apestados del taxi”

Jesús Naiara lleva 33 años trabajando como taxista en Madrid y 6 utilizando Free Now (antes My Taxi). “Antes utilizaba radio teléfono, pero llegó un momento en que éramos muchos y era muy difícil conseguir algo”, comenta. Actualmente, realiza entre 4 y 6 viajes al día mediante la aplicación y afirma que hay compañeros que llegan a realizar 15 viajes diarios. “La actividad se concentra en la misma franja que hay más actividad en la calle, entre las 8 y 10 de la mañana”, declara. Si por ejemplo lleva a alguien al aeropuerto (tarifa fija de 30 euros), la app se lleva 4,54 euros. “Hay que pensárselo dos veces, si haces diez servicios al día al final de mes son 400 euros”, opina Naiara.

Naiara empezó a usar Free Now porque sonaba bien: “No tienes cuota fija y solo pagas por los servicios que realizas”. Sin embargo, ahora se plantea dejarlo. “Inicialmente era un euro por servicio, pero han ido encareciendo los precios. Además, las declaraciones que han hecho no nos han ayudado nada. Ahora mismo los que trabajamos con Free Now somos los apestados del taxi, nos llaman de gilipollas para arriba y que trabajamos con el enemigo”, comenta. La tensión ha aumentado tanto desde la petición de Free Now de liberalizar el taxi que algunos taxistas incluso han quitado las pegatinas y otros ya han desinstalado la aplicación.

Cristian Navarro lleva 13 años de taxista y 4 colaborando con Taxi Ecológic, que opera en la ciudad de Barcelona. La aplicación supone el 80% de sus viajes. “De 20 viajes que realizo al día unos 15 son a través de la aplicación”, comenta. Muchos de ellos son porque son el proveedor de la aplicación Taksee, que opera a nivel nacional y gestiona los viajes de negocios. “Pagamos una cuota mensual, y cuando los servicios vienen de Taksee se llevan una comisión similar a la de Free Now”, comenta Navarro.

Respecto a la opinión de sus compañeros, reconoce que hay una corriente importante que “cree que las apps son el demonio” porque piensan que van a acabar trabajando con cualquier tipo de vehículos. “Hay división, también hay otra parte de compañeros que entienden que vamos hacia grandes plataformas de movilidad donde podrás pedir una moto alquilada, un patinete, un taxi o una VTC”, comenta Navarro. Para el taxista barcelonés el sector del taxi no se puede quedar fuera de ese mercado, ya que es lo que se va a imponer a la larga.

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