La Ertzaintza prevé celebrar el 26 de marzo unas elecciones sindicales decisivas

La Ertzaintza baraja convocar elecciones sindicales el 26 de marzo, según fuentes internas. Serán unos comicios decisivos por muchos factores pero, principalmente, serán los primeros que medirán el impacto real en la representación de la fortísima irrupción, en 2023 y al calor del foco que el dispositivo de seguridad que la salida del Tour de Francia en Bilbao generaba entonces, del movimiento “asindical” conocido como 'Ertzainas en lucha', aunque ya a comienzos de este año anunciaron un paso atrás. La participación en este tipo de citas con las urnas es habitualmente altísima, ya que el porcentaje de afiliación es también muy elevado.

Las anteriores elecciones fueron en 2022. En ellas, Erne fue la primera fuerza y alcanzó veinte años consecutivos de primacía, aunque también se constató el ascenso como segunda fuerza de Esan, en sus orígenes escisión de ELA. Quedó a 200 papeletas de la victoria. Precisamente ese escrutinio dejó ya sin representación a ninguna sigla no corporativa, ya que la sección sindical de ELA en la Ertzaintza perdió todos sus delegados como en el pasado les ocurrió a los otros sindicatos de clase, CCOO y UGT.

La irrupción de 'Ertzainas en lucha' ha marcado un antes y un después en la Ertzaintza. La tercera fuerza sindical, Euspel, mantuvo una estrecha colaboración con el movimiento, que usaba el amarillo como color corporativo y que llegó a hacer vídeos de tono muy duro contra otras centrales, y llevó sus reivindicaciones a los foros de negociación. Los otros tres, Erne, Esan y Sipe, que en su día participó en movilizaciones dentro del novimiento Jusapol de las Fuerzas de Seguridad del Estado, han actuado desde entonces en unidad de acción.

Así, con Erne, Esan y Sipe, el nuevo equipo al frente de Seguridad, con Bingen Zupiria a la cabeza, ha logrado en estos meses cerrar el primer convenio de la Policía vasca tras una década con el anterior caducado. Se plantearon subidas salariales generalizadas. También se ha cerrado un “plan de empleo” para intentar que la plantilla pactada en 2004 por los Gobiernos central y vasco, 8.000 efectivos, pueda ser una realidad en 2030. Ahora mismo hay vacantes más de un 10% de las plazas.

Para Erne será también una reválida a nivel interno. El sindicato mayoritario ha afrontado este cuatrienio el relevo del histórico líder Roberto Seijo, ya jubilado. Actualmente, Sergio Gómez de Segura está al frente, aunque toca un congreso interno antes de los comicios. “Es el momento de dar la posibilidad al delegado que nos acompaña en todas las comisarías a que siga peleando por mejorar las condiciones laborales y salariales de los ertzainas. Nos enorgullecemos de que casi toda la plantilla se encuentre sindicada porque las elecciones sindicales no son políticas. Aquí los compromisos se ven en el día a día y seguir manteniendo el control y la tutela sobre el Gobierno vasco es fundamental para seguir avanzando”, sostiene Gómez de Segura. Y agrega: “El soporte que nos sigue dando la afiliación es fundamental y la firma del último acuerdo regulador es prueba de ello. Fue refrendada por una amplia mayoría de los ertzainas sindicados en Erne. Por nuestra parte seguiremos apostando por esa cercanía y esa lucha permanente en pos de las mejoras para nuestros trabajadores”.

“En estas elecciones sindicales nos jugamos mucho. La Ertzaintza necesita menos ruido y más resultados. Esan ha sido, y sigue siendo, el sindicato que transforma palabras en hechos: derechos ampliados, mejoras económicas reales y acuerdos que han marcado un antes y un después para la plantilla”, abundan desde la segunda central en liza. Esan remarca que, sumados los cuerpos locales, es ya la principal fuerza sindical en Euskadi. Y añaden estas fuentes: “Si queremos una Ertzaintza más fuerte, más respetada y con mejores condiciones, el camino es claro: apostar por quien ya ha demostrado que cumple. Toca votar a Esan. Donde otros hablan Esan consigue”.