Euskadi reduce a mínimos de junio las pruebas diagnósticas mientras marca el récord de hospitalizados con COVID-19 de esta ola
El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado en las últimas 24 horas 544 nuevos positivos de COVID-19. Es el número más bajo de contagios desde el 5 de julio, pero coincide también con la menor cantidad de pruebas diagnósticas llevadas a cabo desde los últimos días de junio. Con apenas 5.037, la positividad se mantiene en el 10,8%, todavía muy lejos del límite del 5%, a partir del que la OMS considera que existe transmisión comunitaria. Por territorios, son 293 nuevos positivos en Bizkaia, 150 en Gipuzkoa y 85 en Álava. El R0, que indica cuántos nuevos contagios se derivan de cada infectado y por tanto si la pandemia está en expansión o en remisión, está por debajo del límite de 1 para el conjunto de Euskadi, aunque lo supera en Álava.
En los hospitales vascos, son 353 los ingresados totales por complicaciones derivadas de la COVID-19, de tal manera que se supera el pico de hospitalizados de esta sexta ola. A este número se llega tras registrar Euskadi 34 nuevos ingresos en planta en la última jornada. Además, son 72 los pacientes que requieren de cuidados intensivos en alguna de las UCI, número que no se alcanzaba desde el 9 de junio, cuando se llegó a 77.
En el ámbito local, Güeñes vuelve al nivel máximo de alerta (más de 400 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días), mientras que la situación mejora en Abadiño —que, de hecho, 'salta' directamente a amarillo—, Elorrio, Valle de Trápaga, Andoain, Astigarraga, Azkoitia, Beasain, Errenteria, Lezo, Tolosa y Urretxu, que abandonan el rojo. En total, de los 72 municipios vascos con más de 5.000 habitantes, 49 están en el nivel más alto de alerta. Vitoria, por su parte, sigue siendo uno de los puntos negros de la caída de la pandemia. Tras llegar a sumar hasta 421 casos en 72 horas a lo largo de la semana pasada, ha aportado —aunque con menos pruebas— otros 150 al total durante el fin de semana.
El alcalde de Donostia: “Hay que tener mano dura”
Mientras tanto, en Donostia, como en otros pueblos en los que en estas fechas se estarían celebrando las fiestas, se vive este lunes la resaca de los altercados y las intervenciones de la Ertzaintza. En una entrevista concedida a Onda Vasca, el alcalde, Eneko Goia (PNV), ha negado que la Guardia Urbana donostiarra esté “desbordada”, pero ha hecho mención a la necesidad de, “en algunos casos”, tomar más medidas coercitivas. “Hay un problema más allá de lo sanitario. Una cosa es que no se cumplan las normas sanitarias, que está mal no hacerlo, pero otra cosa es que se cometan actos vandálicos contra mobiliario urbano o conta los agentes de la autoridad”, ha señalado. “Yo ahí sí que creo que hay que tener mano dura”, ha zanjado.
En este sentido, son varias las voces que han criticado la falta de medios que padece la Ertzaintza. El sindicato policial Erne ha reiterado en las últimas jornadas que ni la Policía vasca ni las Policías locales cuentan con el personal o los medios materiales suficientes para hacer frente a las no fiestas que se están sucediendo en diversas localidades. El PP vasco, por su parte, ha exigido un “mayor respaldo por parte del Gobierno vasco” a los cuerpos policiales. “La inacción del Gobierno de Ukullu ante esta ola de vandalismo es incomprensible”, ha denunciado su secretaria general y también parlamentaria Laura Garrido.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.
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