“La igualdad de género se considera un lujo en tiempos de crisis”
“En España conviven más de 40 normas de igualdad, pero no hay ni voluntad política para aplicarlas ni mecanismos de control o defensa para que la sociedad civil pueda reivindicarla”. Begoña San José, de la Coordinadora de Mujeres para la Igualdad (COMPI), se refiere así al escaso grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno en la eliminación de la discriminación contra la mujer. Esta es una de las conclusiones recogidas en el Informe Sombra, un documento de evaluación elaborado de forma casi paralela al informe gubernamental presentado en septiembre de 2013 ante el Comité de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas -CEDAW, por sus siglas en inglés-. “Nuestro documento no es autocomplaciente como el del Gobierno. Somos más analíticos, mucho más críticos. Nuestro objetivo no es ir contra el Gobierno, pero sale muy mal parado, suspende de pleno. En un momento en que la desigualdad social es mayor, es cada vez menos importante la igualdad. Es alarmante. Percibimos que la igualdad ya pasó de moda. Ahora, en tiempos de crisis, se considera un lujo”, sostiene San José.
CEDAW es un instrumento universal que se refiere específicamente a los derechos de las mujeres. El convenio se adoptó por las Naciones Unidas en 1979, entró en vigor 1981 y fue ratificado por 187 países entre ellos España. A pesar de los instrumentos jurídicos existentes que velan por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la discriminación contra la mujer sigue existiendo en todas las sociedades incluida la española y la vasca. Para los adscritos al convenio CEDAW la desigualdad atenta contra la dignidad humana y obstaculiza el bienestar de la sociedad y la familia.
La evaluación realizada por 60 organizaciones del movimiento asociativo de mujeres repasa con datos concretos y objetivos los retrocesos que en materia de igualdad se han registrado en el último cuatrienio a nivel estatal. “Los datos no mienten. El presupuesto destinado ha sufrido un recorte de un 50% a nivel estatal y ha bajado más de un tercio en las comunidades autónomas. En lo social tenemos cifras que tampoco se pueden contestar, las del paro”, declara la Coordinadora de Mujeres para la igualdad que ha participado de forma activa en la elaboración del Informe Sombra.
“Mujeres para el trabajo doméstico y ciudado familiar”
Para Begoña San José la situación se ha agravado tras la llegada del Partido Popular al Gobierno. “El organismo estatal para la igualdad ha bajado tres rangos: de Ministerio de Igualdad (2008-2011) a Dirección General en 2012, y desde que en 2011 terminó el Plan Estratégico de Igualdad entre Mujeres y Hombres 2008-2011 hasta ahora el Gobierno no ha aprobado el nuevo, incumpliendo el art. 17 de la Ley de Igualdad y la medida 203 de la Plataforma de Acción de Beijing”, recuerda la activista.
El documento, que por el momento cuenta con el respaldo de 141 asociaciones firmantes, saca los colores de las administraciones en otras materias como la educación, la salud, la participación o la violencia de género. En este último apartado quedan escritas sentencias tan firmes como que el Gobierno no actúa para eliminar la violencia contra la mujeres “con todos los medios apropiados”. Los redactoras del informe se pregunta para cuándo un abordaje integral contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. “Son formas también de violencia de género”, aclaran. Desde las organizaciones feministas advierten también del estancamiento que supondrá la Reforma de la Ley de Régimen Local para lograr avances en esta materia ya que se les retira buena parte de la financiación a los ayuntamientos.
En el apartado educativo le llueven agrias críticas a la LOMCE por su “carácter segregador y su lenguaje sexista” y a la reforma laboral porque profundiza en la desigualdad de los derechos económicos de las mujeres.“No solo no promueve la corresponsabilidad entre hombres y mujeres sino que solo incide en flexibilizar el tiempo de las mujeres para atender trabajo doméstico y cuidados familiares”. La paralización de la Ley de Dependencia y la baja escolarización en la etapa infantil de cero a tres años fomentan la tendencia de arrinconar a las mujeres en casa apuntada en el Informe Sombra.
