Idoia Altamira: “La fotovoltaica tiene que tener en cuenta a la gente y a la biodiversidad, no podemos ir arrasando”
Idoia Altamira Basterrechea, administradora solidaria y desarrolladora de negocio en la empresa Artico Ingurumena SL, es desde el pasado 6 de agosto la delegada en Euskadi de la UNEF (Unión Española Fotovoltaica), cuya principal misión será servir de puente entre las empresas agrupadas en su asociación y el Gobierno vasco para poner en marcha proyectos renovables en Euskadi. En un momento complejo, en el que algunos proyectos de renovables solares reciben miles de alegaciones en contra, defiende la búsqueda del entendimiento con las poblaciones para conseguir acuerdos allí donde se van a instalar placas solares. “A nadie le gusta que le invadan su casa”, dice. “Pero si llegamos y hablamos y tenemos en cuenta a los que tenemos alrededor, y tomas decisiones, teniéndoles en cuenta, consensuadas, creo que la cosa cambia”, dice. Recuerda que más allá de las instalaciones en suelo, Euskadi tiene un gran potencial en las placas en cubiertas porque es muy industrial y aboga por incentivar la concienciación social para incrementarlas. Por cuestiones económicas, pero sobre todo por el medioambiente, señala.
Está recién elegida delegada de la UNEF en Euskadi y una de sus principales funciones será hacer de vínculo entre las empresas fotovoltaicas y el Gobierno vasco. ¿En qué punto están esas relaciones? ¿Hay que engrasarlas?
No, están bien. Y no sólo seré puente con el Gobierno vasco. Siempre hay cosas que hay que trabajar todos juntos, y la misión de un delegado es hacer de nexo de unión, de puente entre la oficina principal de la UNEF, que está en Madrid y es desde la que se articulan todas las delegaciones, y trasladarla las inquietudes y situaciones que se puedan dar aquí, y también a la contra.
¿Pero la UNEF funciona como un lobby para facilitar proyectos? ¿Cómo es el funcionamiento?
Las mejoras que se cree que se pueden hacer se comparten con el resto de las empresas de aquí, que estamos en lo mismo, porque en la asociación somos todos empresas y vemos las dificultades. Si se ve que es algo que todo el mundo está, entre comillas, sufriendo, o que todo el mundo considera que es algo que sería interesante sacar adelante, o alguna cosa que se ve que sería interesante que en Madrid se trabaje, que nos apoyen, pues entonces eso se traslada a Madrid y también a la inversa. Es decir, hacer de puente. Y luego, pues mantener relaciones con las entidades. Si hay algo que tenga que ver con el EVE, intentar hablar con ellos, intentar hablar con Gobierno vasco del tema. La verdad es que nuestra comunidad autónoma es amigable, es accesible para poder llegar a cualquier cargo político o a la administración cuando hay algo que es interesante desde nuestro punto de vista. Es un poco eso, intentar trabajar, trasladar y conectar con ellos. Las relaciones hasta ahora son cómodas, todo el mundo es accesible.
¿Las fotovoltaicas se sienten incomprendidas cuando presentan sus proyectos? Lo digo por la contestación social con la que se encuentran, casi como norma habitual.
¿De qué me está hablando en concreto?
Pues de que cuando se presenta un proyecto y suele ir acompañado de contestación social. Por ejemplo, ahora hay una gran polémica contra los últimos proyectos presentados por Solaria, el proyecto Solaria Zierbena. ¿Cree que hay una incomprensión en la sociedad hacia este tipo de proyectos?
Pues en general no. Hay cantidad de proyectos de estas características, tanto a nivel nacional como en el País Vasco. Quizás sea otro matiz u otras cuestiones las que hacen que exista esa incomprensión.
Cuando se va a llevar adelante un proyecto tiene que ser consensuado
¿A qué se refiere?
Para estar en UNEF hay cumplir una serie de requisitos y trabajar de una forma concreta. La empresa de la que me habla, Solaria, no está en UNEF. Hay que tener en cuenta que cuando se va a llevar adelante un proyecto tiene que ser consensuado, no se puede hacer porque sí, porque interviene toda la parte social y no solamente es un tema económico. En UNEF hay una cosa que se llama el sello de sostenibilidad y es la forma en la que hay que en este tipo de grandes proyectos.
Es decir que Solaria, que es una de las empresas que tiene más contestación en estos momentos no está en UNEF porque no cumple unos requisitos que sí cumplen el resto de empresas de la asociación.
Bueno, igual su forma de hacer es diferente a lo que a lo que sería lo ideal, pero no tengo más información al respecto. El sello de excelencia de la UNEF contiene lo que supone unas prácticas buenas para una instalación que se va a realizar en el suelo, que van desde que haya compatibilidad con las actividades existentes, a que se cree empleo local, y a que haya un retorno económico a la comunidad.
La agricultura y las placas solares no son incompatibles
Pues los sindicatos agrarios sostienen que es incompatible la fotovoltaica y el desarrollo de la agricultura. ¿Qué argumentos tienen para defender que no son negocios incompatibles?
Es que no creo que sean incompatibles. No creo que sea esa la base del problema. Yo creo que hay tierra suficiente para poder utilizarse para hacer instalaciones fotovoltaicas. Y no me refiero a Álava en concreto, sino en general. A nivel nacional hay tierra suficiente para poder cultivar y tierra para poder hacer instalaciones fotovoltaicas. Euskadi la superficie para la fotovoltaica sería superpequeña. No tengo el dato concreto de Euskadi, pero a nivel nacional, toda la fotovoltaica en suelo ocuparía un 0,4% de terreno agrícola. Y hay proyectos en los que se propone hacer instalaciones fotovoltaicas por encima del terreno agrícola. No es incompatible. Y además, hay que recordar que en Euskadi tenemos como alternativa muy interesante el de las placas en cubiertas, ya que hay muchas cubiertas por ser una comunidad principalmente industrial.
¿Cree que esa es la mejor opción para Euskadi?
Claro, porque aquí tenemos un suelo que es muy caro y tampoco tenemos tantísimas horas de luz. Si coges las comunidades energéticas y coges los municipios, ves que muchísimos ayuntamientos están cediendo sus cubiertas de frontones y edificios de polideportivos para hacer instalaciones en las que se puedan beneficiar residenciales y empresas, comercios. Entonces, bueno, son opciones.
¿Ve cada vez más concienciación entre las administraciones y entre los propios ciudadanos para instalar fotovoltaica?
Sí, sí. Yo creo que las administraciones están haciendo un trabajo muy bonito. En Otxarkoaga, en Bilbao, Viviendas Municipales está invirtiendo para la mejora de del barrio, y entre las mejoras está hacer instalaciones fotovoltaicas para que se puedan beneficiar poblaciones desfavorecidas de los barrios. Que una administración tenga eso en cuenta me parece que es una maravilla.
Pues choca un poco esa dualidad que parece existir entre la sensación de que la instalación en cubiertas va bien, frente a la contestación social que tiene algunos proyectos de fotovoltaica en suelo. ¿Qué debe cumplir una empresa para convencer a la gente de que eso es una buena opción?
Pues lo que yo creo que lo que nos gustaría a todos y que el sello de sostenibilidad lo tiene en cuenta. A nadie le gusta que lleguen a su casa y la invadan. Pero si llegamos y hablamos, y tenemos en cuenta a los que tenemos alrededor, y tomas decisiones, teniéndoles en cuenta, consensuadas, sin llegar a expropiar terrenos, teniendo en cuenta la biodiversidad, dando una posibilidad de trabajo para la gente de la zona o la posibilidad de que puedan participar en la financiación de un proyecto, que todo el mundo se pueda sentir parte activa de algo…creo que la cosa cambia. Pero bueno, habrá que aceptar que haya gente que esté en contra, pero quizás el poder llegar a un entendimiento desde el respeto y desde el cuidado de todo, mirar un poco alrededor. No solo lo que puedes hacer y lo que te puedas llevar, sino lo que puedas dar, lo que puedas hacer por y para esa localidad. Hay que tener en cuenta a la gente que tienes alrededor y llegar a un entendimiento.
Da la sensación de que se autorizan más fotovoltaicos que eólicos, en los últimos días se han autorizado varios proyectos de placas solares y rechazados eólicos. ¿Es más fácil pasar la criba medioambiental?
Es que el daño de la fotovoltaica es menor. En principio, si cuando estás construyendo una instalación fotovoltaica tienes en cuenta la biodiversidad de la zona, si medioambientalmente tienes en cuenta lo que es importante tener en cuenta en la construcción, la fotovoltaica camina una vez que ya está hecha, no genera problema. La eólica tiene otros problemas una vez en marcha, por ejemplo el daño a las aves. Hay que tener en cuenta la biodiversidad en los proyectos, porque no podemos ir los humanos arrasando. Y las administraciones lo tienen en cuenta y no te dejan hacer cualquier cosa en cualquier sitio.
Sería bueno tener una ventanilla única con la administración y quitar el impuesto que grava la fotovoltaica
¿Qué cambios desde el punto de vista administrativo cree que se necesitan para promocionar esta energía?
Pues hay varios departamentos implicados y sería muchísimo más amigable para todo el mundo que trabaja en estos sectores que hubiera una sola ventanilla a la que dirigirse y que no tengas que ir tú de ventanilla en ventanilla. Y no solamente me refiero a Instalaciones en suelo. En las instalaciones de autoconsumo, cada administración municipal trabaja de forma diferente, te piden diferentes documentos…La norma que elimina la necesidad de contar una licencia previa que aprobó el Parlamento facilita el trabajo, y agiliza el proceso, pero lo que es importante para un ayuntamiento es diferente para otro. Estaría bien que hubiera criterios unificados de normativa y una ventanilla única para resolver, porque al final una instalación fotovoltaica lleva muchísima carga administrativa. Y claro, poderlo tener todo en una sola ventanilla pues facilita. Y bueno, en Euskadi hay un impuesto que encarece la energía y estaría bien intentar que se retire.
Euskadi está a la cola europea en la producción propia de renovables ¿considera que hay peligro de que se quede fuera de la expansión de esta energía? ¿O las empresas fotovoltaicas siguen apostando por instalarse en Euskadi?
Bueno en Euskadi hay ayudas importantes para estas instalaciones, y las ayudas son es un facilitador, porque las horas de luz en nuestra comunidad son muy limitadas por la climatología que tenemos. Para que realmente salga interesante hacer una inversión de estas características las ayudas son un incentivo. Por otro lado, llevamos con ayudas muchísimos años al margen de las ayudas europeas y de alguna manera nos hemos acostumbrado a ellas.
Nos hemos acostumbrado a pagar por la electricidad unos precios que tendrían que ser más bajos y se ha relajado la inversión en fotovoltaica
¿Qué quiere decir?
Pues que aquí la fotovoltaica ha sido una prioridad cuando hemos tenido unas tarifas eléctricas que hacían que muchas empresas tuvieran que parar la producción porque si no, no era competitivo el producto final que iban a sacar. Y eso ha sido entre el año 2021 y 2024. Cuando ibas a un cliente y le presentabas un proyecto de fotovoltaica y veían un cuadro del retorno de inversión, decían ¡qué maravilla la fotovoltaica! Pero había que ponerle los pies en el suelo, y decirles que era porque había unas tarifas eléctricas que eran insostenibles. En este momento, han bajado esos precios en relación con esas tarifas, pero sigue estando cara la energía eléctrica. Pero nos hemos acostumbrado a pagar por la electricidad unos precios que tendrían que ser más bajos, y por ello se ha relajado la inversión en fotovoltaica. Por eso es importante recalcar que esta energía cumple una doble versión. Por un lado, produce un ahorro económico, pero a eso hay que sumarle un tema muy importante, que es el medioambiental, y eso no tenemos que olvidarlo.
¿Entonces debería incentivarse más?
Está bien incentivada en Euskadi. Yo creo que no nos podemos quejar. Es más una cuestión de concienciación. Lo que supone de cara al medio ambiente tener una instalación fotovoltaica en las empresas. Y las empresas que trabajan como proveedores para compañías mayores que están metidas en todo el tema de descarbonización, tendrán que cumplir los mismos estándares medioambientales. Cuanto antes y cuanto mayor sea esa mirada de cuidado medioambiental se van a beneficiar las empresas también.
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