El menor que grabó la paliza de Amorebieta-Etxano se entrega en comisaría

El joven de 15 años que grabó con el móvil y luego difundió a través de las redes sociales la paliza grupal a un joven en Amorebieta-Etxano (Bizkaia) se ha entregado este martes en comisaría después de que la Ertzaintza acudiese a las direcciones conocidas con la intención de detenerlo. Según señala el Departamento de Seguridad, se trata de un menor de edad, si bien, al tener más de 14 años, es imputable legalmente. Con este, son ya quince los arrestados en relación con los hechos y la Ertzaintza, que no descarta más detenciones, mantiene abierta la investigación. La víctima, natural de Lemoa y de 23 años, permanece, desde el 25 de julio, “en pronóstico grave” en la UCI del hospital de Cruces, pues presenta daños en el cerebro y se encuentra en coma. Su familia ha señalado en más de una ocasión que confía solamente en un “milagro”.

En uno de los vídeos que se difundió por las redes sociales, se podía ver a los agresores hurgando en los bolsillos de la víctima después de la agresión. “Mátalo, mátalo”, “Déjale las llaves ahí tiradas, eh”, “grábalo”, son algunas de las frases que se podían oír en la grabación por la que el menor se ha entregado ahora en comisaría. Según el Departamento de Seguridad, este último menor ya había sido identificado por la Ertzaintza, que el lunes contactó con la familia y comunicó que procedería a detenerlo. Acompañado de un familiar, explican, se ha presentado en las dependencias policiales de la localidad vizcaína de Sestao y será entregado a la Fiscalía de Menores a lo largo de este martes.

La investigación de la Ertzaintza ha dilucidado que la “pandilla violenta” de Los Hermanos Koalas —ya con “antecedentes” por “actos violentos o agresiones” cometidos en el pasado— opera en el Gran Bilbao “atemorizando” a las víctimas para después agredirlas y hacerse con sus pertenencias. De hecho, según indica la Policía vasca, esa misma noche dejaron “al menos” otras cuatro víctimas.

Desde que el 28 de julio se produjera la primera detención, el goteo, hasta quince con esta última, no ha cesado. Las edades oscilan entre los 15 y los 38 años, siendo ocho de ellos menores de edad, si bien todos tienen responsabilidad penal. La Ertzaintza, mientras tanto, insiste en que los individuos implicados alcanzaron la “veintena”, por lo que no descarta futuras detenciones.