Campaña para salvar y proteger la estación de metro de Gran Vía
Hace unos días se publicaban unas imágenes que desmentían los argumentos de Cristina Cifuentes para no modificar su proyecto de conexión de la estación de metro de Gran Vía con la de Cercanías de Sol: vestigios de la antigua estación de Metro de Gran Vía diseñada por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi que la Dirección de Patrimonio de la Comunidad de Madrid había declarado “perdidos”.
Aunque la mayor parte de los elementos de la estación original han desaparecido, como los azulejos y cerámicas sevillanas de distintos colores y el elegante templete en su acceso (parte del cual se conserva en Porriño), sí que se han encontrado pruebas de que aún se conservan otros que el proyecto de reforma de la Comunidad de Madrid destruiría para siempre.
Porque, a pesar de que el vestíbulo complementario de 1934 y la bóveda de la estación son elementos protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid afirma que no tiene ningún valor arquitectónico ni merece la pena ser conservado.
La sociedad Metropolitano Histórico de Madrid (MHM) acaba de iniciar una petición para solicitar que se protejan los elementos anteriores a 1936se protejan los elementos anteriores a 1936 (bóveda de la estación, restos del vestíbulo complementario y caja de escaleras del ascensor), que sean restaurados y que se recupere tanto el antiguo Templete de la Estación (con servicio de ascensores para garantizar la accesibilidad universal) como la decoración original de azulejos sevillanos.
En diciembre de 2017 esta organización proponía una alternativa a esta intervención: un nuevo vestíbulo subterráneo 30 metros al sur de la estación de Gran Vía, un espacio diáfano e independiente que conecte las estaciones en las líneas 1 y 5 del suburbano con el pasillo que discurre a lo largo de la calle de la Montera hasta la estación de Cercanías de Sol.
En él se ubicarían escaleras y ascensores para conectar con la superficie y las estaciones de las líneas 1 y 5. Esta solución arquitectónica, al quedar exenta, permitiría conservar tanto el vestíbulo de 1934 como el ascensor de 1919, que será de uso público, pero dejando las escaleras históricas debidamente protegidas, acristaladas y visitables.
Más información:
Las fotos que desmienten a Cristina Cifuentes: la antigua estación de Metro de Gran Vía existe
Las fotos que desmienten a Cristina Cifuentes: la antigua estación de Metro de Gran Vía existe
0